erte, esta frase era algo que Nina no hubiese cre
l suelo, sufriendo y pidiendo ayuda, recordó la mirada dolorosa de su hermano enfermo. Fue esa imag
prueba para aplicar al trabajo que deseaba, sintió que todo
ultó ser un empresario: el dueño de un hotel. Pero la gran sorpresa fue cuando llegó la persona a quien había llamado, y era el que le había hecho la primera entrevista del nuevo trabajo y con quien se iba a encontrar ese día para la s
po que la frase era cierta, ya que cuando haces cosas
dolor en su rostro. Muy distinto a cuando lo encontró
el a una amable y hermosa chica como tú para que trabaje con
un problema, así que prefirió contarle toda su situación con sinceridad. Nixon la escuchó atentamente, y al entender que Nina debía cuidar a su hermano que recién había recibido un trasp
guiente y, luego de una semana, ya se sentía fe
el problema de su casa y que estaba completando el trámite bancario para recuperarla, le ofreció la habitación de empleados dentro del hotel. No podía explicar con palabras el agradecimiento que ardía en su corazón. Nunca an
a se le acerc
ho esto, le dio una palmada de agradecimiento en el hombro y se fue corriendo al baño. Nina entró d
emplazaba a alguno de sus co
a manejaba
o una excelente reputación popular por lo exquisito de
solo ofrecía habitaciones privadas con reserva previa. Entonces, como su servicio era de altísimo n
as salas y el personal: los camareros esperaban en una pequeña recepción a que sonara el timbre solicitando sus
s y las tazas en manos de esas personas adineradas. Su imaginación se cortó cuando el timbre la regresó a donde
las paredes por las lámparas de cristal. Un hermoso piano amenizaba la sala, mientras Nina sonreía al acercar
encantador, los ojos de mirada intensa y la tenue sonrisa que se dibujaba en la comisura de
s que quemaban los ojos de Nin
el vino!
reaccionara y bajara la cabeza, inca
dentro de su estómago mientras se repetía mentalmente: 'N
ía servirle primero que a todos. Buscó la botella y actuó como s
se cualquier otro cliente del hotel. Sin embargo, cuando estuvo al lado de ellos, pudo oler el fuerte perfume que desprendía la
acía abrazando a esa mujer? Tal vez
acto visual y le lanzó una mirada rápida, solo para comprobar que él veía la copa, ignorándola. De repente, fr
to, el vino estaría derramado
a contigo
y acotó: "Aunque seamos mujeres y nos distraiga el rostro de un hom
na se sintiera terriblemente avergonzada, podía escuc
al preguntar si necesitaban algún otro servicio. Como no hub
a la puerta, escuchó cómo
ujeres hermosas se pongan nervios
ualmente la mejilla de la mujer que abrazaba. Con una sonrisa en el rostro, desvió la mirada hasta f
s de ella, que salió inmediatamente. De pie, a espaldas de la habitación, respiraba con dific
la humillación, evitando pensar en la frase de Bobby: "pierden sus virginidades
por la ayuda. ¿T
o. Ya que te sientes bien ahora, iré afuer
se le acercó preguntándole:
dolor de estómago, así que la reempla
maron por teléfono". La expresión en
limitaciones: no podía usar su teléfono personal,
léfonos de los empleados se guardab
una llamada, era avi
nía amigos
recibía una llamada del hospi
s le impedía hacer la llamada correctamente, esperó que conte
Por favor, dígame qué
on sus defensas. Sospecho que el riñón trasplantado está rechazando su nuevo cuerpo, y es necesario transferir a su hermano ya mismo a la Unidad de Cuidad
omo tenía licencia especial del director general y todos conocían su situación, la
rcó a la ventana para apreciar la vista. De repente, vio la figura de Nina correr en la calle. En menos tiempo del que
e la percha y salió apurado empujando la pesada pu