xi
eja nipona nos pidieron tomarle una foto. Uno de mis escoltas lo hizo por mí, alcancé a Delfina dentro de la estación. Estábamos en Cerro catedr
elf
ir aquí?-gritó con el
tecía e
en Bariloche, se suponía que recorreríamos todo
y Cerro Catedral está en Bariloche, aquí est
Cerro Otto,
ir a Cerro Cat
-susurró con amargura, venenosa pero c
hé a
odio el s
quieres darme hijos, dices
hablas, hemo
los ojos y con su mandíbula tensa. Cubrí su boca co
elfina ¿Qu
me duele la cabeza, no soport
exagerada. No lo hice apropósito, en
abeza en su cuello en esa posición, cerré los ojos y dejé pequeños besos en su cuello. Se ponía insoportable con el tema de los hijos, que y
nspiraciones de mis soldaditos-dije en su
estoy
me exprimirás como
ó y se al
uiar-dijo
tas y fui a esquiar, pero la mala suerte y el destino se confabulan para armar eso que Chopra llamó sincrodestino. Esas coincidencias que ocurren una detrás de la otra para que algo m
locidad con la que iba el impacto de la caída fue mayor, me fracturé un brazo y una pier
o, quizás solo fue el odio intenso que me lanzó Delfina antes de que se me ocurriera pasear por la montaña nevad
lenarla de mi semilla para embarazarse, ni esa noche ni muchas en adelante, pensé que
s están coordinando todo para salir de aqu
acaciones, no fue aprop
soltó m
atormentarme. Deja tu imp
fina-dije, est
al ciento por ciento para la preparación de la próxima colección. Cont
esito que consigamos con
trabajo ahora M
ermera y un enfermero me esperaban en mi habitación. Dormí al llegar y pensé que después de todo serí
uptamente cuando mi mujer le ordenó al chico que fuera quien me bañara y se ocupara de llevarme al baño. Lo agradecí, me daría menos vergüenza delante del chico estar tan vulnerable,
. Deben turnarse, y ella es de confianza, es familia de Ada,
olo oíste la parte en la que decía qu
blaba poco pero cuando hablaba decía
rio af
ará que no la quisimos contratar como prime
í, mu
mpo, no está cubriendo mu
i marido entonces, listo Camilo, que se pr
taña me divertían pero tener a Irene cerca sería diferente, había algo en ella que no me permitía apar
otra enferm
erme con extr
uiero atención veinticuatro horas para ti y los chicos
edia mañana y media tarde, sobra. No cont
ue ver. Est
que Delfina cambiara de opinión así fue como la contratación de la sexi y ti