ARD
abía acordado de ella hace un buen tiempo. Qu
quel día no fue de los mejores, su mirada lo dice. A pesar de todo, sonríe, apelmaza el efecto casi horrible de la foto, con t
cieron humo. Quizá estaba tan ocupado en la diabetes de mi padre, que simplemente el ver televisión
qué me siento así? Es estúpido. Ambos jamás fuimos algo, ni
es la única mujer por la que he esperado cerca de 15 años. La amo desd
y más ahora que era un nuevo año y todavía quedaban los meses restantes. No conocía a nadie a mí alreded
lona en comparación a las demás de la clase. Su aroma a fresas
ría ir con mamá para que me abrazara cada vez que salía de clase y que me diese chocolate caliente como siempre. ¡Quería a mamá! Y lu
la Srta. Travelech
y luego cruzaba sus manos y las dejaba ahí. Era bastant
-me preguntó
vaje y rizada de color castaño, tan oscuro y frondoso qu
ta escuela -dije, ahora más tranquilo al nota
alarios como ridículos. Lo que más me causaba gracia era que ninguno podría pagarlo, eran demas
sentado solo? -v
. A pesar de todo, yo nunc
esos chicos -le contesté
e me estremeció ligeramente.
aquí la mayoría parece tener s
sé -dije
uc
digamos -me disculpé, girándome leveme
ando su alrededor; una nariz respingada y larga; unos labios llenos y de fuerte color coral. Su cabello, rizado levemente y amonto
ando un largo rato, si
gia enorme y me hace reír por lo estúpido que fui de niño. Era un amargado, od