ard
1 de Feb
ta mañana. Se ve relajado, eso me relaja a mí también. Últimamente no puede estar un m
arreglarle su sitial favorito. Su gran masa corporal le pasa la cuenta, aplastando todo lo que que
ayude, pero luego recuerdo que está enojada conmigo porque no acepto que quiera algo más al
iere, impaciente. Ahora está m
le contesto con sincer
resbalan por la nariz, pero se las vuelve a posicionar con el dedo índice. Al minuto, al
edir unos sá
idos están prohibidos para ti. No quiero que baj
o. Doce kilos perdidos por la diabetes y una cuenta carísima para él. Siento mucho que aho
tenía a su hijo inútil trabajando en su taller, pagando el peor salario que cualquiera se pudiese imaginar. Muchos me dicen que podría buscar un trabajo mejor, como por ejemplo tía Elizabeth, qu
ga a hacernos algo, ¿sí? -le di
oria está aburrido de las goteras del techo, necesita que vayas a arregla
reglar techos y odio las alturas. Lástima que ahora necesite dinero, aunque... viendo que Jessica pasará po
go agresiva. No me he separado de ella desde aquella noche de graduación qu
se internamente; siempre la dice cuando está enojada-.
o rabia. Se cae el retrato de mi ma
teléfono, como si a
al retrato de mi madre, Esme, que descansa en el mueble contiguo al sofá predilecto de Carlisle. Sin