con alegría Yaren –Mis queridos amigos
sus bestias correspondiendo la
n salido a ver de quien se trataba toda aquella algarabía. –Mis amigos, siempre estaré en deuda con vosotros dos. Venid, venid y pasad a mi casa par
manecer partían de nuevo a cabalgar. Tanto él como Drako sabían que no estarían seguros hasta alejarse de aquel país, lo más probable era que los esbirros de Wenceslao los estuvieran buscando, así que trataban de pasar desapercibidos sobre todo en los grandes pue
ó a un muchacho y le dijo –Ayudadlos a descargar y llevaros los caballos. Aseadlos y alime
y que era socio de negocios le dijo al oído a su amigo -¿Creéis que
da alguna –Mi querido Kurin, ¿acaso no recordáis que e
is lo peligroso que es tenerlos en nuestro campa
almente agotados y cansados, solo pasarán aquí la noche
is amigos, seguid y sentaros-. Dijo con amabilidad Yaren. Dante y Drako entraron encontrá
en el primer encuentro. –Estos son mis hermanos de raza-. Dijo Yaren refiriéndose a los demás enanos que estaban allí. –Ellos son Gódin, kabin, Ros y mi hermano de sangre Claudio-. Los enanos, con mirada desconfiada por naturaleza
do, aquel invitado de Yaren, se veía muy apuesto.-Traedles algo de beber a estos hombres que deben estar sedientos-. Dijo Yaren sacand
ninston, ¿ahora a donde os dirigís?-. Preguntó Ya
egura y que probablemente el rey Wenceslao iba a poner precio por sus cabezas, decidieron ir al norte, hacia Cadelia. Aquel país se había opuesto a los planes expansionistas de Moravia y por eso, en toda parte se decía que Wenceslao atacaría a aquel
orte-. Resp
n la habitación Beth y su madre quienes traían unos cuantos vasos de cristal y una jarra. Luego fueron llenando los vasos con el contenido de la j
a día crece más-. Dijo uno de los enan
upuesto será un ataque fulminante. Además estos hideputas no hacen sino cobrar más y más impuestos para financiar su guerra, francamente en
n pero esta vez no dijeron nada
r nadie-. Habló Claudio, el hermano de sangre de Yaren. –
untó realmente int
que nos llegan son muy confusas. Algunos hablan que la hija de Teófilo, y heredera de Britania que estab
lao que no estaba dispuesto a dejarla libre y viva, contrató a uno expertos rastreadores para hallar de nuevo a esta mujer-. El enano hizo una pausa
. –Pero las fuentes más fidedignas dicen que este par de sujetos, los rastreadores, escaparon con la chica. Se dice que eran un medio-elfo y un
os eran enanos-. Yaren sonrió maliciosamente. –Como sea, el fin es que este par de sujetos, no sé muy bien sus motivos, cuidaron a la chica evitando que cayera de nuevo en manos de Wenceslao. Es allí cu
Ros habló con voz aguardentosa y ronca –Inclusive otro
s que este par de sujetos llevaron a la chica al bosque encantado con
rrumpió con una risa burlona
ros y espías en todo lado. De alguna manera estos espías se enteraron del camin
ban atentamente al señor enano y de vez
a olvidar a esta chica, mandó una compañía completa de su ejé
medio-elfo amigo nuestro, también comerciante e informante nos dijo que efectivamente
ieron poniendo gestos severos dijo –Aquellos hombres destruy
-¿Qué pasó con las muj
lugar, estos hombres violaron a todas las mujeres antes de asesinarlas. Según nuestro amigo los cuerpos de las mujeres aun yacen por todo el lugar, siendo un festí
a su lado un par de ebrios, con botella en mano luchaban para mantenerse en pie, detrás otro hombre cuidaba que sus perros, unos ejemplares grandes, seguramente de la raza san Bernardo arrastraran en su carreta con mercancía y más a lo lejos, un par de prostitutas empujaban a un hombre hacia un lupanar perdiéndose segundos después por las puertas del establecimiento. En la calle un hombre tenía la desafortunada tarea de con una pala recoger la mierda de los animales, para mala suerte
dejamos en aquel sitio porque pensamos que sería seguro para ella, ad
la tienda –Es cierta. Aquel sujeto es uno de mis más antiguo
ación de lo que le pudiera haber
ocupación del par de sujetos por la suerte de aquella chica, Yaren habló con palabras tranquilizadoras. –Si bien es cierto que aque
Si la hubieran encontrado seguramente ya
No sabría deciros, estas tierras son muy extensas, pero cabe la esperanza que l
hando el parloteo del negro y el enano
o, el negro también se sentía respo
únicos que estáis preocupados por el desti
al enano, preguntó
ojos y oídos curiosos. Como os dije antes, Wenceslao tiene muchos espías
enanos se habían retirado a descansar, había silencio. Tan solo el crepi
ndo las miradas inquisidoras del negro y del medio-elfo sobre él de nuevo habló -¿En qué me había quedado?-. Hizo una pausa para tomar un sorbo –A ya. Si, como os decía, hay otros que también les interesa encontrar a la chica-. De nuevo tomó otro sorbo
rrillas de medio-elfos para con Ky
hija del difunto rey de Britania. Ese país fue ali
a razón. Tenía mucha lógica que las guerrillas
no –Pero eso no es todo, además de Wenceslao y de los medio-elfos hay tambié
io-elfo se interesaron aún má
plo la reina A
dría tener la reina en Kyra y menos en estos momentos en l
d-. Confi
o es que ella ha tomado en serio este asunto de proteger a esta chica-. El enano hizo otra pausa para tomar un gran trago. –Este vino en verdad es exquisito-. Se sirvió otro poco. –S
aún vive, no todos la quieren encontrar p
ista de esta pobre chica, son de vuestra gente. Las milicias de negros que como vos, han huido de las minas
o se miraron
pobre chica, sin saberlo se ha convertido en una joya que todos quieren tener. Todos con diferentes intenciones. Unas buenas, otras no tanto. Pero os dig
tes que cualquier otro lo haga-. Dijo
s de irse dijo –Quedaros por esta noche. Mañana en la mañana si queréis podeos iros a encontrar a esta chica-. Con un paso zigzagueante y h
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ia había una pequeña lámpara de aceite. A la luz tenue de aquella lámpara, Dante se despojó de sus ropas sucias y sudadas y se dispuso a entrar a la cama. Ahora, muy diferente al pasado, el medio-elfo no temía dormir. No sabía explicarlo bien, quizá fuera porque debido a las largas cabalgatas, terminaba la noche muy cansado, pero no recordaba ya la última vez que había tenido aquella horrible pesadilla en la que noche tras noche revivía la muerte de su esposa e h
a y silenciosamente mandó la mano hacia sus ropas y extrajo una pequeña daga. Este intruso entró a la habitación y de manera silenciosa se aproximó a la cama en donde Dante agua
is daño-. Dijo una vo
aquí? por poco y os mato-. Seguido se aproximó al mueble y encendió de nue
nuevo-. Dijo Beth
y lo besó mientras con una mano
ndole – ¿no veis que esto es peli
simple vista, a la tenue luz de la lámpara de aceite, el cuerpo juvenil de Beth lucia delicioso y deseable. De nuev
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ñolienta pero de buen ánimo despidió a sus amigos al momento que el muchacho, empleado del enano, traía las bestias ya previamente alimentadas –Debeos cuidaros. El camino que pensá
amigo-. Habló Dan
s y que vuestra búsqueda llegue a buen término. Ojala p
s palabras, fue el que habló –Espero que podamo
s amigos-. Despidió Yaren a
ar con vida a Kyra. Aquella parecía una pesada broma del destino, por seis meses habían estado huyendo lo más lejos posible de aquellas tierras, ahora tenían que volver tras sus pasos para encontrar de nuevo aquel santuario. Lo que no sabían este par de amigos era que el