e de mí nadie , absolutamente nadie tuvo ni la mínima compasión . Una vez más mi madre y yo nos mudamos , solo que esta vez mi madre me dijo que serí
lía horriblemente en pocas palabras me sentía muy mal , cuando de pronto abrieron la puerta bruscamente , al escuchar las voces enseguida me di cuenta que sé trataban de las cuatros chicas que siempre me maltrataban , mi corazón se aceleró y mi cuerpo comenzó a temblar de una forma incontrolada , mis lágrimas enseguida brotaban sin cesar , pensando que no sabían que me encontraba ahí, me llevé las manos a la boca para que no sintieran mis sollozos... El miedo en ese momento me volvió completamente torpe chocando mi pierna derecha con el cesto de plástico que al
tiraron riendo hasta más no poder. Estaba hecha un verdadero desastre, adolorida y sucia ... estuve horas en aquel baño hasta que llegó la noche para poder salir y no ser vista por nadie más. Llegué a casa y mi madre no sé encontraba así que me di un baño y esperé que llegara. Ella estaba muy alterada y sin pensarlo sé me l
e que no logrará soltarse y la dejé amordazada para evitar que gritará y luego cerré la habitación con llaves. Esperé sentada el amanecer , me alisté y salí para el colegio , una vez allí, busqué a las cuatros compañeras que abusaban de mí y las invité a mi casa diciéndoles que haría una reunión de amigas solas nosotras cinco , al día siguiente era sábado y no teníamos colegio ... unas risas sarcástica salieron de ellas , pensé por un momento que rechazarían mi in
Chocamos los vasos entre sí y bebieron la bebida hasta terminarla, luego de algunos minutos comenzaron a perder fuerzas y una por una cayó al piso cómo si de gelatina se tratase. Esta vez la que reía era yo, me sentía bastante satisfecha por mi hazaña... ya no le harían más daño a nadie. Luego de algunos minutos largos arrastre los cuerpos desmayados, tomé una soga y las amarré a las cuatro de tal forma impidiéndoles que se movieran. Luego fui hasta la habitación donde estaba mamá. Sus ojos desorbitados querían decirme algo, el desespero reflejado en su rostro la verdad me hacía muy bien, ella lo merecía, el miedo, terror era lo que reflejaba su rostro ... la miré fijamente y entonces le dije... ¡yo iré al manicomio del que me hablaste! ... pero tú irás al infierno junto a mis compañer
adiós a la vida ... todas incluyendo a mi madre murieron lentamente , fue así cómo un día mi padre fue asesinado , yo presencié como mi madre mató a mi padre frente de mi rociándole ácido y luego lo apuñaló como mejor le pareció, luego mi hermano de tan solo días de nacido. Nunca aceptó que mi hermano naciera sin sus manitas, la malformación congénita de mi hermano la llevó actuar macabramente, rociándole ácido en todo su débil cuerpecito hasta matarl
que mi madre mencionó un