Hern
oficina improvisada. Me di media vuelta y observé por última vez el lugar en el que un día puse todas mis esperanzas y sueños. Por ahora, le
sangre de mis venas, apreté los dientes para no dejar salir el llanto, no me gusta sentirme débil. Mucho menos llorar por una mujer. Había estado enamorado de Lucía desde hace años, casi desde que éramos niños, aunque yo era mayor que ella casi cua
pa interior. Cerré la mochila y me la acomodé en un hombro. Cuando salí de mi habitación pasé a la de mi abuelita, pero no estaba. En
n voz ronca, se me ha formado
a hasta mí para abrazarme, me
ndo para que a donde quiera que vayas e
tiempo que la abrazo de nuevo, con fuerza como si no quisier
adre se acer
la frente, las palabras de mi madre me dan a entender que hay una razón por la cuál lo dice -nunc
abras en silen
go mamá, en cuánto pueda ven
nríe co
última vez al
donde se esta quedando el señor Joaquín -suspiro -despída
onde la madre de Lucía tiene su puesto de comida, pero evito
nde el señor Carbajal se esta hospedando y toco la puert
e él pueda saludar. Dibuja una
or completo yo entro y él la cierra a mi espalda, veo como saca una maleta grande, recta
alzo mi mano cargando mi mochila, él entiend
e junto a mi esposa Industrias Textiles CarSo, los primeros años nos fue increíble, pero luego de la oleada de devaluación del dólar y el peso de los años noventa, mi empresa se fue a pique, casi me quedo en la ruina de no
egunto con curiosidad, el dej
unca le molesto que se conservará el nombre de la empresa después de co
o sa
ajar en una empresa así? No se nada d
ajal se sient
ando durante el proceso, ella era quien me ayudaba con la administración cuando tu padre estaba de viaje, ella es economist
a la mente las palabras que mi madre dijo sobre la gente rica, au
ne su hija? -le pr
la tiene veintiséis años, ella también trabaja en CarSo, pero en el departament
ie
ré...
emos unas tres horas en llegar hasta allá. Me siento ansioso ante lo desconocido, pero
a ciudad y era vedad, había edificios enormes a los costados de calles para tres carriles, veía con atención como si fuera un turista de vacaciones, negocios por doquier, tiendas,
ía imaginarme si quiera vivir en una de ellas. Hasta que el
que estoy viviendo -mientras te pones cómodo, gestionaré con el abogado de tu padre para que te entregue las tarjetas de las cuentas de banco y todo el demás papeleo de la herencia, quisiera quedarme un poco má
digo con sincera gratitud extendiéndole mi mano,
o hacer por ti, Eugen
perilla de la puerta de la casa, pero esta se abre,
María y soy el ama de llaves de la casa, en total somos cuatro personas las que trabajamos aquí, otra
alón es del tamaño de toda la casa de mi familia en San Juan
gusto
o prepararle algo de comer, o supongo que querrá d
a, no me diga s
se so
trón, bueno ahora que el señor Eugenio ya
omodar -si quisiera descansar un poco,
es, me sorprende al saber que tiene un cine en casa, una sala de juegos de mesa y hasta un gimnasio. Subimos las escaleras dobles donde hay una es
con balcón al jardín, ahora que si quiere una con balcón a la parte de enfrente puede escoger esta,
ie
ias M
rillante y fina color caoba. Exquisitamente tiene un olor a lavanda. Siento que me mareo al ver tanto lujo, esto es demasiado para mí. Aprieto con