no recordaba para que tenía que levantar
recordar el motivo para haber puesto la alarma para tan tempran
e el desayuno y me vestí con u
sistido para que tomara un taxi, pero era demasiado
e comida, eso partía mi corazón, porque entre esas personas no solo se encontraban borrachos, sino que también habían
fui recibida por un gu
guardia-, usted debe s
sí
trabajo con Jack -se prese
ío -respondí e
eñor Jack, y a diferencia de
erándola en la puerta de serv
erá que entre -respo
erior y allí me estaba esperando el
ita Beltrán, lleg
apellido y más si delante de e
usta tanta formalidad -respondí des
üller-. Ahora entremos para que pueda c
confortable, en la cual había una cama
dejar alguna ropa por si ocurriera algún imprevisto y deba qued
o que no tendrá problemas para llegar al recibidor -a
egar al recibidor? Ni siq
agradecí que no fuera escandaloso como había visto en otros
, llegué a pasar por el comedor y creí que había encontrado la dirección, per
rededor, todos los corredores en mi mente eran
eguntó una voz detrá
Constan. Él era un hombre de un metro setenta, algo g
rigía al recibidor, pero me perdí -agregué con miedo a ser despedida
palmada en el hombro. Ese hombre parec
salir corriendo de ahí, si Madame Müller me atrapaba hablando
ez, claro que no, yo la acomp
de ningún modo, sería
segura de que encontraré el recibidor -respondí en un intento
da -respondió y me tuve que dar por v
n, milord
hasta el recibidor do
a que le iba a dar un infarto, pero pasado el asombro me miró con f
sin dejar de mirarme de reojo, todos los demás también l
a hasta aquí -explicó el duque y todos parecían curiosos de saber como la empleada
que ella le ocasionó, excelen
ia y después me giré hacia Madame Müller avergonzada por lo que había s
rías siendo nueva -dijo el duque quitándole im
elencia -respondió Madame Mül
Madame Müller -dijo el duque y se retiró de la
desapareció, Madame
sin que yo pudiera hacer algo, ¿entiendes? -Estaba segura de que si esa hubiese sido la situación, Madame Müller no lo hubiera pen
mí por ser la nueva, pero mi deseo era decirle al ama de llaves que ella
personal, el cual estaba constituido por unas veinte personas-. Señores, ella es la señorita Deb
ien -dije sonriendo sin detener mi mirada en algún rostro,
n número de personas que hiciera una sola tarea en el día, por ejemplo había un grupo que se dedicaba solamente al mantenimiento
una sonrisa hipócrita y algunos no disimulaban su desagrado por mi llegada, como era el
u nombre es... -dijo Madame Müller y
é perpleja por te
e me había propuesto ignorarla, resultaba que trabajaba en la misma casa que yo y para colmo era l
tó Janet con una sonrisa falsa
n? -preguntó Madame
imos Janet y yo
se matarla en ese mismo instante, ¿no se daba cuenta que las miradas entre Janet y yo no eran
stro trabajo. Yo me fui con mis compañeras
s más que yo. Ninguna de ellas me dirigió la palabra en todo el trayec
ores, y tú, chica nueva, ponte a pochar los huevos -al oír el apelativo
me gustaba que me llamara de esa f
í -respondió haciendo caso omiso a mi corrección-, ahora no pierdas el tiempo y ponte a t
pantalla de la cocina, en ese momento se acercó Judit
guntó por lo bajo para que nadie
ro q
ona más importante del lugar, ese comportamiento no me extrañaba para nada ya que ella siempre se había creíd
me en ese estado, así que respiré hondo y me giré hacia mi enemiga que como siempre me miraba
s una doncella eres tan Cenicienta como yo y te agradecería que fingieras que no nos conocemos -esa respuesta pareció sor
ersonas como tú -respondió Janet. Su mirada ahora reflejaba enojo, aunque
arte para que podamos terminar de trabajar - respondí, estaba cansada de quedarme callada, ya no más
do que no había escuchado nada, pero en realidad
había hecho -dijo Judith cuando Janet había desaparecido-, per
r la cabeza ante ellos -respondí; ya no me interesaba si me d
-. Esa rubia oxigenada se merecía un: «No eres la reina de esta casa
estas personas tuvieran tanta comida y otros no tuvieran ni un pedazo de p
eriego, y me guiño un ojo, pero no respondí a este, ya que no estaba dispuesta a nada con él y s
her se quedó por si acaso alguien quería alguna merienda. La señora Sofía, Judith y yo nos sentamos en una mesa que había fuera de l
sa víbora de Janet pensé que serías igualita a ella, pero te juzgue
ura de que la mayoría pensó los mismo q
net y de seguro había hecho m
ro ¿por qué Janet te dijo Cenicienta? -pregu
bía sufrido-, pero prefiero contarla en otro momento - respondí. A pesar de que pare
prefirió callarse por una mirada de la señor
yuda en la lavandería donde tenían demasiado trabajo, porque
to para respirar, porque enseguida tuve
apoyada en la isla central, estaba de esp
la, y cuando estuve lo suf
e, ¿qué
apoyo y se dio la vuelta, en ese momento me di cuenta que
ño, ojos marrones, labios carnosos y cuerpo de supermodelo. También sabía que fue Miss Veldania cuando solo tenía 18 años, que era patrocinadora de actos
reguntó ella acercándo
ante de cocina, Lady Cumberland-resp
rendiéndome, ella, una súper modelo y famosa abogada diciéndole
posible que accediera a su petición, si alguien descubría que l
rarme pude comprobar que era la señora Esther q
e que mi nombre es Antonia y no Lady
mar a la marquesa por su nombre d
embargo al ver las miradas de l
, mucho gusto -dijo Antonia s
cuando dije eso me di cuenta de mi
endido - respondió sati
tarde -dijo Judith inter
desordenados, parecía que los pájar
ha pasado? -pregun
Judith, pero al final salió una carcajada y no fui la únic
dos? -preguntó Judith ala
er ese aspecto? -preguntó Antoni
-preguntó Judith cada vez
aste en un espejo? -pr
ith confirmando lo que sospechaba, ella no h
ido de pájaros -dijo la señora Sofía, y yo que ha
anto los ojos que casi parecía que podían
jo -respondió Antonia sarcásticamente
ue no quiero ver ni un pelo en la comida - ordenó la señora Sof
general - respondió Ant
la cocina y la señora Sofía, Esth
o esta vez tenía el pelo recogido en una perfecta
ruidos que se sentía en la cocina eran los cuchillos cortando, las ollas de presión y el
me llevaría a casa estaba esperando por mí, así que sin tiem
donde un auto sencillo y poco lujoso me espe
sería el inicio, sería duro estar en esa casa con esa víbora llamada Janet,