ía un nudo en la garganta, sentía como un hormigueo recorría cada centímetro de
. La expresión de mi rostro definitivamente no era la mejor ni la más cordial, mis músculos tensados,
uerpo en la parte alta; en la baja una radiante caída esponjada que contrastaba con el encaje blanco; la cinta ataba mi cintura y moldeaba mi fig
ruñido impaciente, interrumpiendo el silencio ab
má no podía estar insinuan
itados. Los observé mientras negaba con la cabeza y con voz ahogada agr
entemente válida para justificarlo, aunque dentro de m
endo? -susurró mi padre esbozando una leve sonrisa
En el fondo, algo dentro de mí decía que podía ser posible, pero me negaba a aceptarlo en su to
n voz pausada y un inexpresivo semblante, porque, aunque James no fuese d
sta encontrar el de James. Llamó, pero no obtuvo respuesta. Suspiró y negó con la cabeza, luego llamó una vez
abía a
uí parados con este espectáculo -sentenció mi mamá secando con un
James va a llegar» haciéndole entender a mi cabeza que sí llegaría, que todo era una terrible
voritos, pero en este momento ni siquiera eso lograba alegrar mi vista y muchísimo men
s me había regalado el día que anunció la compra de nuestro apartamento. Mi corazón e
an ver mi reacción y al parecer, disfrutaban verme sufrir parada frente al altar sola
o si entraba una llamada, los números del reloj aparecieron en la pantalla y suspiré con dolor al notar que ya h
se habí
e hacía dos días, porque con todo el tema de la boda, el tiempo era lo que más se nos agotab
mis talones, el peinado ya empezaba a molestarme, los cabellos sueltos me provocaban escozor y el vestido ya
s con expresión cansina y a grandes zancad
bo irme cuanto antes -masculló con seriedad mirand
-gruñó Mell impaciente y es que la pacien
una ceja, estaba confundido y se no
y al cabo le van a pagar! -exclamó mi amiga haci
l señor asintió y cabizbajo, de seguro pensando improperios y malas pal
tiempo y alma a ella. Los ramos de flores rosadas con turquesa bailaban con el viento que entraba por las ventanas. Los centros de mesa tenían una preciosa "B y J" en el medio, deco
na tras otra. Todo había sido en vano, todo había acabad
y se acercó con expresión molesta. Esta vez a
iaré empezó hace diez minutos y usted sabe cómo es el tráfico de
mamá, mirándome de reojo, pe
do que había en mi garganta se enredaba más a medida que pensaba
inco mi... -suplic
Todos me miraron asombrados, me quité el recogido que llevaba en mi cabello y lo dejé suelto para aplacar un poco el dolor que carcomía mi cabeza-.
con su voz dulce, pero la silencié
con detenimiento. A ella no podía mentirle, Mell era de las
r escapar mi dolor y llorar. Pero mi corazón rugió de fuerza
on voz temblorosa y terminé de secar mis lágrimas con las manos que también t
acercándose y examinando mi repentina rea
había llorado mucho frente a toda esa gente que alguna vez nos vio besándonos o jurándonos amor ete
petí co
entos y miradas de compasión y desconcierto, t
al público, pero no pude quedarme a escuchar todo su discurso de disculpas. Necesit
pesado y esponjado vestido entre mis dedos temblorosos. Necesitaba aire pronto, más bien, necesitaba más que eso. N
ompañía. Me giré y de la manera más amable interrumpí a mi mamá,
e-. En serio, espero lo entiendan. -Les dediqué una úl
dos y de inmediato el aire fresco inundó mis fosas nas
maquillado, las aves cantaban, las hojas danzaban en
ido el día
la humedad de la hierba y a paso lento caminé hasta el pequeño lago que estaba en la parte de atrás d
a rabia que invadía mi cuerpo. Sin darme cuenta empecé a llorar. La impotencia y la decepción me es
os mi corazón remontándome a aquel día, el que
urmuró con voz dulce y luego d
er que se separaba de mí y sacaba una pequeña
e a mí para luego abrir la pequeña caja y
esposa? -preguntó, aco
udé en arrojarme a sus brazos. Lo amaba. Amaba a ese hombre que me abrazaba con t
a imaginado que en mi realidad el día que tanto había soñado, llegaría p
s? -cuestionó minutos después, mientras
ad! -exclamé alegre y sonreí al imaginar su reacción cuando l
ví al presente en un solo min
resar el tiempo y quedarme en esos recuerdos dulces y
tando de la fiesta de la boda que no se realizó. Mis padres habían invertido mucho en esa "fies
podía dejar de pensar qué había hecho mal. ¿Por qué James
da, la fiesta se había organizado hacía meses y teníamos un lugar donde vivir. Aun recordaba la alegría de aquel día cuando me invitó a comer y me anunció que
ble dentro de mí era ¿
eaba pasar mis días junto a él, despertar a su lado cada amanecer y recostarme en su pecho en las
cabeza, el que me ponía nerviosa con solo tenerlo cerca, al que le había regalado cinco años de mi vida, con quién ya tenía un futuro p
eso? ¿Por qué me hacía sufri
fuerte conmoción; mi alma también lo sabía y mi cuerpo empezaba a de
abía perdido mis planes, mis deseos, mis anhelos, también había perdido cada dí
capítulo de mi vida. ¿Q