por su sombrero, pero casi
ra? ―interrogué, sabía qu
sobrev
é en un hilo de voz, n
ca fe te
he como las anteriores. Además, si era sincera, no me g
erío, debes ser capaz de enfre
emig
al vez, por lo menos el dobl
que era ta
sonales. Hablo de tus pro
r eso anhelaba el poder y la vida eterna,
s. Te enfrentas a ello
―pregunté
será la
Cu
e aseguro, Chilpilla, que en más de una ocasión la
a posible ―repliqué
así será. ¿T
ue sí, que me había dejado sola en ese lugar en las no
te dije lo que
enía que le
lo uso, si no te gusta,
anquila. Necesitaba un té, un brasero y una
o pasando un dedo por mi frente y mejilla ro
té anoche
Eres fuerte, Chilpilla, más de lo que crees y s
o ham
o dijiste
ir al
N
quiero ir
ndió con m
Me voy a morir de
edes m
estar hambrie
s algo de comer, es todo tuyo, pe
, ¡debes pode
ayuda te he d
s ayudado
levantó el sombrero y c
lla ocasión, al estar adolorida, cansada y hambrienta, el dolor fue ma
era noche más rápido de lo normal. Y la segunda noche estuvo cerca todo el tiempo, apartó los
í esos m
sa es que no lo captaste
y can
será más dura. Y yo
uieres
erm
s de poder arrepentirme, él tenía
olente, tendrás que aprender
. siento...
n dolor lacerante se clavó en mis sienes. Di un g
menos tu igual. De ahora
ien. ―La voz ape
pe y caí al sue
o ―atiné
pas. Espero que no
ada en sobar mi cuello q
, si cuentas la cascada. La cascada, una maleza y otra puerta. Ahí podrás refug
... b
na pre
cabeza sin al
as. Felice
e lo dijo me s
omenzaba a hacer estragos de nuevo, sobre todo
enía luz, no veía nada. Y eso no me gustaba. La oscuridad era uno de mis demon
Una tras otra, sin darme reposo. Quería despertar, no volver a soñar, pero no fui capaz de dormir. Aunque sabía que no eran más que sueños, no podía despertar ni aminorar el miedo que me producían las imágenes de sangre, persecuciones, angustia, llanto... Em
va había desaparecido. Estaba al air
no salías, yo mi
. Debía seguir enojado conmigo por lo de
creo que ya has dormido lo suficiente. Y no estoy
rmido nad
mo. Has dormido todo el día ―aclaró mient
za me estallará en
án
Qu
jugaba
s palabras son creativas. O destructi
urarme a
ber
a, sin hambre y s
dudo que tu cue
no p
drá
e importó que me dolieran las rodillas, ni los tobillos, ni
―ordenó con
d, ya no
repitió con
fav
de lo que te suceder
ía de hambre. Mis sienes estaban a punto de estallar. La sequedad raspaba mi garganta. Mi pecho dolía
lante de mí y me miró
, Chilpill
y lo miré con lágrimas e
guré―, ya no q
des así
ío, me duele el cuerpo, todo
entonces. ―Se l
. ―renegué de eso
quí, agonizaras adolorida, hambrienta
a cosa pu
la débil y frágil, por
ien difícil ser
respecto en vez de qu
ida me retracté―. Lo siento, no sé lo
sos y perfectos dientes al tiempo qu
queña, puedo ayud
aci
a, que cada favor, me
yudarme, har
as. "Lo que sea" es una
a, quería saber si todo estaría bien. Mi angustia era
verlo en todo su esplendor. Era un ser hermoso, más
, no ves mi ve
no me lo
ves lo que
enti
No crees que soy el mismísimo Diablo y satanás, o si
a muerta, todo el tiempo he sido
―Sonrió con una bella
ho miedo ―confesé
enfrentarte a lo que sea y a quien sea sin dificultad, si te dejo as
furia. Quería gritar y golpear todo sin importarme nada. Sin embargo
debo h
de aquí en adelante, te las t
o di
mano por mi rostro y me volvió a besar como el primer día. Me regaló parte de su
eles renegaron del ciel
té, no fu
mujeres han sido u
as posibilidades. A todo lo que era capaz de ha
s en diez días. Ya no volve
más, aunque ese último beso, fue un beso "n
sentó: animales asesinos, pájaros brujos, fantasmas, miedos y temores. Comí de todo lo que a uno se le pudiera oc
reció como antes, apoyado en un árbol, con su aire distraído de