to de aquellos ojos magnéticos que en ese momento estaban fijos en mí. Podía perderme en esa mirada una eternidad y nunca sería su
sentido momentos antes cuando me creí en peligro,
ue no estaba segura que él hubiera escuchado,
suavemente con su pulgar. Cerré los ojos dejándome envolve
e para pegarme a su cuerpo. Sentir su torso caliente contra el mío, fue la sensación más gratifican
dejé llevar por el momento, por la necesidad que tenía de él. Llevé mis manos a su nuca y enredé mis dedos en su cabello sedoso que estaba ligeramente más corto que la última ve
ima no era suficiente para apaciguar la lav
uertes golpes en la puerta seguido de un f
e acabas de hacer?-Era mi madre y era evi
ndré con los ojo
ienes que e
rta y ya está -apuntó
de la mano, tratando de llevarlo al interior de la habitación. Podía esperar en el armario o en el baño hasta que tranquilizara a mi madre. Sin embargo, pese
, tu madre debería empeza
los
mi madre se escuchaba
ar de su mano, sin éxito. André rodeo
io lado y enarcó una ceja -. Salgamo
enta de que no me encontraba sola en la habitación. - ¿De qué estás hablando? ¿Cómo vamos a salir?
como si nada, mientras yo
-No podía ver el rostro de mi madre, pero estaba segura de que en ese momento es
capaz de poner mi vida en sus manos con los ojos cerrados. Su sonrisa se amplió, mostrá
do se apartó de mí y co
! ¿Íbamos a
taba haciendo. Recurrimos al viejo e infalible truco de las sábanas at
erifiqué la altura a la que nos encontrábamos
nte mi comentar
da te pasara -Acunó mi rostro entre sus man
vez con una sonrisa de
bajo, esperán
ué
contra el muro de la mansión, mientras formaba aros de humo de cigarro por la boca. Viggo era para André,
arme segura, pero la realidad
y todo el plan de escaparnos para di
io
aba de vez en cuando, haciéndome tambalear ligeramente; André me sostuvo por la cintu
e los hombres estaban pendientes de lo que pasaba en el interior de paldset. Aún así debíamos darnos prisa; no estaba segura de cuánto tiempo tardaría algui
staba tan nerviosa y con la adrenalina hasta el tope que no me había detenido a pensar que si salía así podía hasta pescar una hipotermia. André se deslizó por la tela con mucha
, pero el hecho de que él estuviera tan serio y
o de miedo al saber que h
ie
é con el rostro desencajado de Tanya, quien paseaba sus oj
sto -comenté, llevándome una man
ás haciendo? -preguntó
estaba llena de petulancia -. Esta noch
ré. No era un secreto que ese par aún no terminaba de congeniar del todo; como ya lo había dicho, Tanya era dem
so mañana a primera hora. Los chicos y tú se q
edes andar por a
dije, haciendo referencia a Viggo y a los demás h
er
o quiero que la furia de Sten
dé cuenta de que huiste en medio de su preciada fiesta
no le informan de mi fuga. -
ante durante
na táctica acercándose en la distancia -Regresa a la fiesta y actúa nor
rada principal, donde los coches de los invitados habían sido aparcados, cubrí mi rostro con el cuello de mi abrigo, el cual era suficientemente amplio para cubrirme hasta por debajo de los ojos. Algunos de los guardias hacían una pequeña reverencia cuando pasába
del vehículo de André, que, estratégicamente, había dejado estacionado e
en medio del bosque que nos llevaba hasta la salida de los terrenos de paladset. El guardia en el portón, nos per
n dentro del vehículo, ya no hicieron falta nuestros abrigos. André rodeó mis hombros con su brazo y me atrajo hacía él. Recosté mi cabeza en su pecho
os encontrábamos ingresando a l
aciendo aquí?-i
cial para tí, princesse. -dijo con esa tí
n medio del bosque -comenté, mientras señalaba mi c
el asiento del copiloto, que hasta ese momento había pasado totalmente desapercibida para mí, y se la tendió a André. Dentro de
¿No es cierto? -comenté c
ño sendero que nos llevó hast
ré. Es casi medianoche -apunté, mientras observ
espondió con una sonrisa ra
os del coche estuvieran polarizados, o ni en millón de años habrí
sto ante mis ojos, siendo cubierto únicamente por un boxer negro, bajo el cual se marcaba a la perfección
uerpo. Mi piel se erizó, en parte por el contacto de su aliento caliente sobre ella, pero, sobre todo, por la manera tan erótica en la que
tación. Mantuve mi agarre sobre el suéter de lana que tenía en las manos, retorciendo la tela e
a voz ronca y entrecortada. Él dejó un último y casto bes
coche, sintiendo de golpe el
mon
jeans y el suéter, sin contar el abrigo que me había vuel
limpieza exhaustiva -comentó An
o de lodo en toda la parte baja, y ni que decir de las llantas, eran
listo, se
fungía como recepción del campamento. Hacía tantos años que no había vuelto a poner un pie en ese lugar, que todo me resultaba lejanamente conocido. Habría sufrido bastantes cambios sin duda, remodelac
¡Van a sacarnos a pata
que confiabas en mí -apu
nora el hecho de que lo que estamos haciendo es ilegal -susurré para que nadie
provocando que mi cuerpo
lias? Allanar un complejo turístico serí
lmente olvidaba el mundo
kingas, iluminandolo en un color naranja brillante. Arrugué la frente, momentos después, tras despertar de mi embelesamiento. Era bastante irresponsable mantener el fuego encendido
mis pensamientos divagantes. Lo miré confundida -Aquí in
la quijada se me habría ido has
montar esto? -in
asi
ida reemplazó mi
té. Mi corazón comenzó a a
estar enamorad
manera ilegal? -pregunté todavía un poco
s en dónde pasar la noche -apuntó. Sus p
é sal
ose
estar en esa jodida cabaña
ta encontrarnos al pie de la enorme torre con forma de reloj de arena que se le
lista? -
ue no tenía más preocupaciones que el elegir la ropa de sus muñecas -¡El último en lleg
-gritó detrás de mí, tratando de alcanzarme, pero
a velocidad y comenzando a hiperventilar. Mi condición física era una autént
de dos minutos en l
oy...precavido -apu
carcajada, ganándome una
stidad, tomándolo de la mano
os a la cima, eso, y una vista maravillosa. Estábamos en Zelandia, pero, incluso desde ahí, podía ver las luces titilantes de Copenhague. El cielo estrellado era otra maravilla que nos acompañaba,
e...es...es mágico -apunté, con
por la espalda, al tiempo que des
ias -
tu llegada, un
Aunque no podía verlo, es
zante. Durante esos instantes sólo éramos nosotros, sin clanes, sin maf
frío, era de madrugada y aún faltaba mi última sorpresa, según André, y no teníamos
ntorno. Jamás había estado dentro de ninguna de ellas, las pocas veces que llegamos a visitar el parque de niños, volvíamos a la mansión al anochecer, a Sten nunca le agradó qu
ña con la mano para que caminara delante de él. Subí los escalones de la
esse -dijo, mientr
flores favoritas, peonías rosas y tulipanes blancos. sobre los muebles rústicos habían velas encendidas, que dotaban de calidez y romanticismo la habitación; en un costado, las cortinas del ventanal estaban corridas, mostrando una vista ma
a cabaña, sumergi
s? -pregunt
os comenzaron a llenarse de lágrimas. Todos y cada u
ampagne que descansaba dentro de una hieler
elevando lige
gí, haciendo que nue
e yo debía tener una expresión muy parecida. Era a
nscientes del tórrido momento que se avecinaba, ese que habíamos de
as cuales terminaban siempre arremolinadas en mi vientre bajo. Me sostuve de sus brazos tratando de mantener el equilibrio, ahora que mis piernas se habían vuelto inservibles. El roce de sus labios contra mi piel sensible me hizo jadear. Él gruñó en respuesta. Sus besos recorrieron el camino de mi cuell
en ocasiones, tiraba ligeramente de mis pezones hinchados y sensibles, mientras yo me deshacía en gemidos y placer. Sentí su lengua recorrer el valle entre mis senos, siguiendo por mi abdomen y mi pubis. La humedad entre mis piernas aumentó de manera impresionante.
rda!
artícipes a sus dedos expertos, los cuales se int
- Agradecía estar en medio d
-guñó -. Quiero sa
con una sensación deliciosa. Un par de suaves mordidas volvieron a elevar mi líbido de inmediato. André sonrió triu
ronca y lujuriosa. -Quiero sentir
s. En segundos sentí su miem
Estas tan apretada. Puedo s
da centímetro de él dilata
al borde de la locura. La habitación se llenó de gemidos, gruñidos y maldiciones, hasta que mi
comodándome sobre su pecho,
No te imaginas cuánt
mociones. Entrelacé mis piernas con las de André y dejé que las caricias que
*
E LA A
.. Se llama a
herm
ítulo? La verdad es que a
tedes lo haya
leanor regrese a paladset?
*
cur
19, por lo cual no existía en la época en la que sitúa la historia, pero me pareció un lugar tan impresionante y
es qué
us comen