cafetería. La furia crecía en mí una y otra v
nta y dejar que el mi
o lo consigo. Estaba tan enojada que no me di cuenta de que ha
como un bicho raro. Me vuelvo a sentar y
do observo a mi abuela ingresar a la clínic
tás
la. No te
é traes
e correr bajo el agua. La enfermera me
aquí? Si estás b
demos
r qu
está
én es
a. Prometo que te diré toda la verdad, lo
hicist
me sintiera chiquita. No sabía cómo decirl
onvertí en
é di
n otro luga
eto de la mano y la llevo hasta la ha
r con mi abuela, estoy más que segura de
ra Cl
onríe y observo que tenía a Mía
o no estabas, he decidido darle un poc
ta, gracias
rle sobre la verdad de Mía h
oe
erro la puerta con seguro. Era momento de ser honesta con e
d la abue
¿quién
trabajo aquí c
do, pero
tiempo, la bebé ya no estaba respirando, conseguimos estabilizarla y esperamos los resultados de sus exá
a ver a ambas mujeres. Las miro y c
Z
la mano para que me detuviera y le d
arisa. He mentido, pero tengo
a, ¿qué
no es
lo
¿quiénes so
lo
, la señora Clarisa retrocede un paso con Mía aún e
edo. No pude ver su rostro por el paraguas que llevaba. Cuando se fue, iba a seguir mi camino, pero escuché el llanto de Mía. Al abrir la caja estaba ella, no estaba respirando y corrí con ella
o secuestrast
Clarisa ofendida p
. Digo la verdad. Abuela te juro que digo la verdad, n
reo m
arlo ante los servicios sociales
, estará sola y si la encuentra
Z
lugar donde nunca pasa las personas. Siempre paso por ahí, porque es un atajo a mi trabajo, pero siemp
uego sus expresiones me dan a
haberla dejado en un orfanato, no en la
lo. Es mi deber como en
Quiero darle un hogar a Mía, busca
o hi
a, por
í. No quería alejarme de Mía, aunque fuera
adorable, no quería alejarme de ella
Escucho algunos pasos acercarse aquí, quito el seguro
legaste an
Vine a ver có