aía su blusita, pantaloncito, medias, guantes y un gorr
bebé en uno de los vestidores, se veía hermosa
rometo que te cuidaré y haré que t
mentando. Pero me sentía completa con la pequeña Mía, era como si de
estida, se dejan llevar por su instinto maternal y comienzan a expresar lo
ias cosas para Mía,
njuntos. Al igual que cobijas y pañales, todo lo necesario. M
en que e
ra
n lo que Mía va a necesitar a medida que crezca. Tra
aci
a casa. Esta anciana está exha
uerdo
ñora Clarisa se niegan. Ellas proponen pagar por todas las cosas, so
a Clarisa, me estaba encariñando con ella
avor,
había atendido, esta viene junto a una s
la señora Gómez, dueña de
recibo y miro por encima lo que en ella contenía. E
o que se ha equivocado, lleva
hija nos ha maravillado a todas con su bellez
, se lo agr
gracias,
na se lo ag
espero que v
hare
s personas, en especial de la señora
s una af
amos todas las cosas en el baúl del auto.
or tanto, fue mi abuela quien tuvo que indicarle
de esta manera poder ayudar a la señora Clarisa con todas las bolsa
jará en la cama para
favor
Es una b
racias a ella no hemos tenido que gastar dinero
e lamento escucha
bien, e
ara acompañarte a regis
o, estaré
irme por ahora.
ha
a vez que ella se va, regreso a
s cosas de Mía. Llevo todo a mi habitación y comienz
ho a Mía llorar. Corro hasta donde es
n. Tiene hambre y tú no produces leche, y men
a fórmula, dos biberones y algunas cremas que me recomiendan para que su cuerpito n
a cómo preparar el biberón de Mía, ella no dejaba de llorar por el hambr
e lo iba a entregar a mi abuela, per
la alimentarás, a partir de ahora es tu hija y debes ap
ias,
de qué
abuela y Mía comienza a be
servarla y cuando por fin retiro mi mirada de ella, me
es más tarde, la bebé tendrá
ias,
ija. No, no
no e
, te en
la toma en sus brazos, se coloca una pequeña toalla sobre su hombro y hace que Mía