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casa, llevamos tres partidos al parecer este será el último mis pulmones ya no son capaces de recibir aire y expandirlo por mi cu
onentes son Eduardo y Samuel que debo decir son buenos jugadores, Samuel es la opción para quedar como capitán del
centímetros, de cabello castaño oscuro no tanto para parecer negro a diferencia del mío que es negro completamente, su
parte toma agua a borbotones que lo mantiene con la boca cerrada, tengo cierto enojo hacia el por haber
y caminando hacia su mochila que se encuentra a las orillas de la cancha, su pregun
con alguien
os hacia mi maleta que contiene mi ro
ella – sigue la
que se encuentra muy cerca de mí, nunca hablo de Bell cuando se encuentran los tres porque
creer que estuvo con su mamá cuando yo sé que la fotografías son reales y era ella. En una parte puede que sea cierto no estuvo con su madre, lo que no se compara
no haces nada – insiste Samuel colocándose la sudadera por la cabeza y pasando los br
an a salir corriendo tras ella para ver a donde se dirigía, intento
al parecer tu bonita novia no es una santa, ¿Qué crees que esté haciendo con los dos? Son más grandes que tu – imágenes llegan a mi cabeza que no duran mucho en mi cerebro porque la sonrisa de Samuel es más gra
sudadera para que no suceda, los halones nos hacen ponernos de pie y yo sigo con mis golpes, Samue
– dice limpiándose la sangre que le
el – dice Eduard
terminar la palabra porque yo lo golpeo, pero ya se encuentra en el suelo cuando
en mi oído – ya, bas
– grito intentando zafarme
ardo a mi amigo – yo lle
ve y averigua que hace tu n
grande que los tres aseguro que tiene fuerza – deja de hablar cosas q
r lo que vivi, las palabras de Samuel se repiten en mi cabeza una y otra vez, yo no puedo negar que a simple vista eso es lo que parece, solo quiero que una ligera luz me haga ver las cosas diferen
o Edwin me hizo preguntas de si lo que había dicho Samuel era cierto, no respondí por temor a perder los estribos con Edwin ahora
e iba a terminar por llegar a su casa a la diez de la noche con un par de
e si es
s que aún conservo para atormentarme una y otra vez, cada vez que no estoy con ella imagino que esta con es
ena de celos – asiento con la cabeza como un perrito de cabezas movibles – era lógico que no
te ries?
o, por unos instantes es gracioso al
a – y l
os son una reaccion a tu canallada de hace tres años – los recuerdos
tengo una razón para estar nervioso – no, eso ya no importa, no lo ha
persona que estás pensando, ¿Qué v
engo que ser más l
ores de colegio no dura más a
r conocido a esos tipos en otro lugar, no siempre estamos juntos, no siempre me deja entrar a su casa, muy p
a – se levanta y camina hacia la puerta – no seas idiota, ella ya te m
el solo me observa, cr
ceptaste su decisión, reconoce que iniciast