la noche anterior. Empezaba a dejar de sentir el dolor que le venía escociendo desde el mismo momento en que Moncada le sujetó fuerte los tobillos y las man
repulsivo le encerrara de nuevo? la cuenta la perdió fácilmente y ese caso era mejor. Tratar de no llevar la cuenta del dol
guió que era,pero lo que fuera tenía suerte, esa pequeña criatura que solía ser despreciada por todos tenía muchas más cosas que él mismo. Libertad y comida eran unas de ellas,su mejilla seguía entumecida,eran muchas horas de ten
mbre sucio y feo por aquí y allá. Los párpados estaban surcados de venas rojas cargadas de sangre y bajo sus ojos unas inmensas o
dormida la p
s del chico,que sólo consiguió dar un alarido de dol
hhh
ágrimas se juntaron en el
z que ahora escurría,limpiar su rostro de toda aquella mugre y dejar de vivir de paso. Odiaba la vida con todo su ser, nacido huérfan
al,que tienes c
o era preferible a sentir de nuevo el dolor punzante