podía confiar,ya el gigante le había dicho lo peligroso que podían llegar ser aquellos hombres,todos eran delincuentes o mercenarios,así que se quedó parado con el rostro de
ncera,mas aun cuando le miraba de esa forma y le palmeaba para que se sentara a su lado. Aun así prefirió buscar el perm
ue
l peso de la mirada de alguien y con precaución buscó al dueño de la mirada. Encontró varias,desde los mas viejos que murmuraban entre sí, hasta la
por sus mascotas,ahora disfruta un poco el haber sali
o fresco,que bebían vino y pan. Hubiera creído que le darían las mismas sobras asquerosas que cuando estaba preso,solo ese mismo hombre le había dado una comida decente,pero en aquel entonces no había queri
uso de los nervios. Algunos comían como animales,otros,como un hombre ru
resuradamente. Ahora entendía porque el gigante le hacia bajar la cabeza cada que estaba frente aquel hombre que se notaba a leguas que algún día había sido muy
obedezcas a Horas en eso de hablar con él, es un tipo renco
pero dio un Respingo al notar que Malaquias lo miraba fijamente mi
está tratando de intimi
omo ellos. Jamas perdió una batalla,siempre peleó con honor y defendió sus ideales,bueno,solo hasta que Phillippe decidió que era muy viejo para servirle y que sabía demasiado
en un momento se había dado cuenta de que era el único mas o menos de la edad del joven con el que podía hablar,o quizá fuera tam
an,come de una vez que e
abrielle lo reconoció de inmediato como el hombre q
tima,no podía darse el lujo de sentir aprecio tan pronto por alguien como él, así que no
é padre,
omía y hablaba si
ello le parecía demasiado duro de sobre llevar,porque
noche es larga y h
se un trozo de pan a la boca y darle un nuevo gruñido a
. Jamas había estado tan cerca de atrapar al Fantôme como en aquella noche. Sus hombres habían atrapado a los ladrones en pleno acto y les había costado lo suficiente sacarles la in
dores. Pidió a su hombres guardar silencio. Con dos dedos señaló sus ojos y
ieron en alerta, listos para el combate,y dispu
do que el delincuente ése se escondiera tan cerca del rey Phillippe. Pero debía admitir que tenía a
eso,pero ¿Porqué esperar hasta que los alimentos llegaran a la corte? Era mas practico emboscar a los guardias just
de atacar. Los delincuentes le habían asegurado que el e
ue esperaban. Fue momento de rebuscar en cuanto pisaron la casona. No esperaron para alertar a los delincuen
abitaciones, pero Parminius mismo buscó alguna
hora de búsqueda dio
sintió furioso. No iba a permitir que se
s de la corte. Un guardia estaba parado fuera de la celda y
res estaban recostados en el suelo aparentemente dormidos cuando Parminius llegó hasta ellos y logró patear a uno. Pero el hombr
guardia-señor,cre
sta que el guardia mencionó aque
a?-. No era lógico que ambos es
yo he estado aqu
ondió tampoco era lógico q
revisado a
o, Señor. Y no tr
rdo ¿Cómo podía
ius. Esa era su única pista y