rlo
eta completamente vestida de negro, estaba adelante de nosotros. E
quiere -La voz ronca de Fabrizio suena, mientras mi
abrizio se ubicó frente a él, le decía algo que claramente no podría escuchar desde aquí, movía sus manos reclamando y claramente exigiendo que se hiciera a un la
de mis zapatos altos, lo observaba detrás de Fabrizio, sus brazos cruzados
estione llamando l
porque asegura que golpeé su motociclet
nero? -escuché su risa,
rso, para así poder aprender a manejar. Si quieres yo puedo darle algunas pecas o puedo recomend
egunté y él con una sonrisa irónica se me acercó-. Solo nos hem
dedos en su mentón-. ¿Charlotte? -afi
jarse por eso, le aseguro que eso no es
elear por mis cosas, o lo que me gusta. -Guiñ
sita y eso solo es una forma para llamar
a consolidar algo, es decir por el inoportuno accidente. -Se recuesta en la camion
darle largas a esto. Tengo mucho afán, debo hacer algo realmente importante. -Muevo mi cabello-. Adicional, le recomiendo que de negocios no se habla en la call
Te parece Charlotte? -Adriano habla con tanta s
conmigo. -Él se acerca ahora a mí, quedando muy
cheque, cuento con dinero. Pido otro tipo de compensación, puedes aceptar salir conmigo a tomar una copa de vino o a t
tiempo para estar saliendo con nadie -le
o mezclar las cosas, todo eso se puede mal entender y no me gustan las cosas así, solo me involucro con personas que no tienen nada que ver c
el tiempo aquí. -Subí el vidrio de la ven
me pareció muy atrevido, no debería darle tanta importancia, los hombres así buscan
tenso. Sus consejos parecían más el de u
rte que soy yo la que más lo hace. Ahora continúa el camino, quiero tomar al
s que alguien pudiera sospechar de algo de lo que también se hace en este lugar. Al acercarnos, las luces de neón comenzaban a notarse, la música electrónica re
eñora? -Miro a Fabri
eléfono cuando me quiera ir, toma el dinero que necesites de
eñora, la es
personalidad. Me acerqué a ella y le di un abrazo, ella me indico que la esperara en la barra mientras terminaba de darle una porción de
an el lugar, posiblemente nuevos compradores, Nicol llegó y me mo
le pide a su músico que suba el volumen, los demás comienza
vez eran mayores, mi cuerpo pedía y anhelaba tener una noche llena de pasión, sentí como un par de manos se ubicaron en mi cintura, evitando que me girara para poder identificar su rostro. Comenzamos a bailar al ritmo de aquella pegaj