uien su anhelo de conocer a los hombres Norusakistanes, no dejaría de insistirle a su p
ronca voz la sorprendió en cuanto cruzó el umbral de la
arás de espiarme- le preg
nunca lo he hech
, no puedo moverme a ningún lado, llegar o d
mportancia, Haleine
titudes demuestran otras cosas. ¿Sigues s
erías- sonrió
- enarcó
pregunta, acercándose a
ignifica
o te retorcías de placer entre mis brazos- le habló tan cerca de su rostro, que su cálido aliento le acarició la cara. La respiración de
n tanta pasión que a los pocos segundos ya estaba obteniendo una anhelante respuesta. Las femeninas manos dejaron caer el bolso para aferrarse a aquel cuello. Su boca le respondió con an
desconcertada cuando aquella boca abandonó la suya. S
a mía, como tantas veces lo he hecho...ser
dijo enojada y luchó po
vez que la soltaba bruscamente y se reía con fuerza, para l
mientras él cerraba la puerta principal y la
ada en aquellos oscuros ojos. Debía hacer algo para olvidarlo, jamás podría tener algo c
nsativa- se gir
que quizás él se hubiese materializado de
tu recorrido?- le pregu
parte en especif
amente y ella creyó que se desmayar
sup
uería olvidarlo, necesitaba hacerlo y él solo se aparecía y le pedía compañía y ella ya esta por desmaya
me da paz...
preocupe?-le pre
y bien con Francia, es muy import
e dijo con una dulce sonrisa, mie
madre han hecho un
qué es lo qu
o suspiro y Vanessa, se giró a mirarlo. su vista estaba perdida en la lejan
Nael, no debe
uedo sentir el peso de esta enorme responsab
adres para apoyarte- le
rán mías... lo que yo elija y decida puede ay
ese momento, serás un perfect
eto las palabras de un Príncipe angustiado?- le pregun
bas manos- puedes confiar en
e mi tantas vidas, una donde pudiera dedicarme a hacer lo que quiero,
r a trono- le di
o varón que asuma el reinado, no tengo
s no le permitan a Isabd
es- se encog
cargo...es una Princesa comprometida, trabaja e
gas caso- dijo después de unos minutos- es solo que estos
adoración que guardaba en su alma solo para él. Los minutos
- ¿Cómo van las c
mirada y concentrándose en el desierto- Todo march
ngles denotaba porte, elegancia, refinamiento casi natural, hermosur
sonrisa- mi madre dice q
dre? dema
espondió con
n, ¿cómo podría m
rto- re
raspeó- novio?-
ondió de
lejano en el desierto. Vanessa, lo miró y suspiró. ¿Su madr
los ojos, parecía triste- me agrada algu
tar con alguien como yo- se
ella. Vanessa, bajó la mirada temiendo que pudiese ver sus sentimientos. - vales muc
ntes él y yo- Nael, la tomó de
arlos, pueden unirlos. No tienen que ser iguales, solo deben complementarse- la miró a los oj
ndo yo solo una simple inglesa?-
s que conozco, sin duda alguna él se volv
razón, porque voy a juga
osa. Él sería un to
ó a la vez que se ponía de puntillas y se aferra
mento ante aquella sorpresa,
disfrutar del increíble sabor de su boca. La besó.... la besó y fue mágico, se permitió explorar aquella boca que tantas noches le
eberían buscar un lugar más privad