mi amor

s

bien.

ca

¿Y

me di

alle, cabronce

cu

otro lado d

rea

Sandro. Ahora hemos d

bilon

– ¿Verás muj

lan

o, sabe

voy por las chicas ..

ebidas

es,

emos

hí. Realmente no me gusta

hacer algo diferente. Pe

emas. Eres mi jefe

pe

re

Dom

cuerpo

y en m

sp

o y

lante

omeando.

te v

No estuvo bue

uy buen

ar a las nueve en pu

hacerte

a para

o te va

quiero un marido cansa

eguro q

e bien y su

tam

te

bién

lg

o y Marian

a Bab

í

o vamos al

lugar es fabuloso. –

escansar. Tengo que estar

p

quiera creemos que sea ne

dos.

asa. - Yo

t;Du

;. Poco sabía Colin que m

e maldito cantante. Todo

ma, cerrar los ojos y reco

able de su micrófono y

? – pregunt

seguré -

toy haciendo una preg

ido demasiado. - Dije, s

a

sa, bajé del auto antes d

ntré, subiendo las escale

ormit

e

noche, aunque sabía lo di

momento de mi próxima boda

lo que me había desest

eg

, mirándome a través de l

acio estaba despeinado. E

o la noche regada con beb

estaba solo en una parte

as persistentes de lápiz

nq

mana y yo éramos tan pa

acuerdo. Mariane era cinc

Ambos éramos morenos, de p

a llevarlos siempre con vo

Los cortes eran rectos y

había sido planeado. Ten

abios más gruesos que lo

Mariane era

Nada en él estaba fuera

mpio, pero al mismo tiempo

nco con dos lavabos tenía

, ambos cubiertos de espe

tenían un valor absurdo.

neada hasta el más míni

te del proyecto de mi dor

que nos mudamos, ya que mi

ezando a pasar de moda y

Pasaron tres años para q

o por él. El retraso tam

materiales de construcción

de mi baño, que venía d

o

efacción por losa radia

ostrador, había un mueble

un mostrador de vidrio t

. Había un mueble así en ca

abía hecho en los baños

or de los mostradores esta

aras LED . En el mostrador

as, guardaban elementos

ne pe

estilo de toda la casa, e

vida me miraba sin encont

or mi mente, como si ana

tante en ese momento, no

se empeñaba en no s

cu

n la puert

baño? – Mariane arqu

tomar una du

tar ya en la du

zás

al c

– pregunté,

que reservé para

é de ese club que ni

ro de que n

Mariane. Sabes que necesit

ña