. Hago una especie de corazón con mis manos para ver tiernamente como ella se avecina hacía mi. Pasan varios minutos y no lo he visto aún. En ese segundo que iba a

sta!, expreso cuando

osas. Entre tanto sigo con la firme resolución de que hoy va a ser mi día. Me avisa acercánd

ogerla, pues, sino en más de un problema estaré metido. A decir verdad, no quiero ver que se enfade. Es triste ser el causante de un irremisible enojo y también ser parte de una desgracia. Dayron esperaba que Jennifer no le juzgara tan excesivamente tímido. En la primera interacción que tuvo con ella, se le notó con mucha presencia. Si lo hubiesen dicho a Da

notaba qué te gustaba, refiri

linda mirada, continúe diciéndole

ico joven que tenía toda la pinta de ser un universitario Al verlo, rápidamente Y de form

ba nada amigable a su hermano. Para serle sincero me gustan más tales seres, pues cuando dicen algo que les afecta, lo mencionan de todo cor

seres de esa naturaleza, tomé la decisión de ir a ayudarle. Por suma casualidades de la vida, este ser pasaría a formar parte importante en la vida de Dayron. Diría que sobre él influiría bastante. Con una amabilidad profunda, el chico de nuestra historia condujo para zona c

a y lograba introducir en su repertorio de recuerdo todas esas imágenes. Me pareció verlo algo macilento al maestro. Siempre me estimó bastante. No fui uno de sus preferidos cuando me tuvo como estudiante, pero se me hace que ya tengo un admirador más

elva a ser como antes. Eso sí, debes tener en cuenta que se vive dos veces y si lo desperdicias ya no llores ni reces. Si vas a dejarle mal a un maestro es mejor que calles, pues así a que el maestro ya no te pedirá que digas que no le conoc

roblema por resolver,

as alturadas clases que tuve,

verdad?. A ello sumé que en efecto tenía a los mejores profesores, en dónde no nos rega

er qué hizo un gesto de asentimiento no dije nada más. En esos instantes no dudé que al maestro le encantaba estar al tanto de lo que sucede a su alrededor. Cuando él insis

tiempo iba al gimnasio y por ello mostraba un cuerpo en camino a ganar mucha masa muscular. Mi respuesta ante su invitación fue negativ

ombi completa y tú no deseas ir con nosotro

a. Teo y la mayoría de las chicas que le acompañaban se apartaron de ahí con no poca indolencia. Unas se fueron murmurando algo y otras qu

tante famosa de Norteamérica, se quedó por ahí a hacerles compañía. En cierto sentido diría que esta nena se nota l

casión me dejó ciertas humillaciones que no vienen a cuento. Serían narrables si todo hubiese sido paz y prosperidad con ella, pero esa historia nunca existió. Esta vez debo tratarla como una más