aba de tal forma que se veía estar de cabeza, quise entrar allí y ver que había dentro de esa arruinada construcción. Una sotana en la entrada fue lo primero
s lados, un púlpito hecho pedazos como si alguien lo había destruido intencionalmente con un hacha, -¿Qué mente tan retorcida, en
olvo y la estatua del Jesucristo con la c
uera estaba todo envuelto en una oscuridad, no había sol en ese lugar y esa luz e
a no me era tan relevante como con las sombras o ese lug
uerta, me llamó la atención que esa puerta estaba en perfecto estado y hasta esa pintura blanca est
eja en mi pecho. Al darle la vuelta a la manilla y abrir así la puerta, me di cuenta que estaba cerrada y con una gran frustración encima le lancé una patada a la puerta y quise der
ntí tan frustrado, triste y enojado a la vez, todas esas emociones revueltas me
irada en busca de alguna cosa que me ayudara a derribarla, las bancas echas solo polvo no me servían, no había candelabros en esa iglesia, realmente no había
del pueblo, y me fui en búsqueda de ellas, c
Me invadió la curiosidad de saber que podía encontrar en ese lugar tan escalofriante, pero debía encontrar las llaves para la puerta que estaba en la iglesia y puse rumbo a la entrada con desespero y corrí para llegar aún más rápido, entre las calles desoladas y entre casas abandonadas, corrieron observado de reojo vi a una person
no tenía por dónde agarrarse. Pensaba si allí se podría hallar alguna escalera o algo en donde subir y alcanzarlas, se hallaban más o menos a unos tres metros del suelo y observando a mi alrededor observe un barril cervecero de madera, y fui a buscarlo y al no tener casi contenido se me hizo muy fácil en rodarlo a debajo del arco, y me subí a él, era ba
ese momento, el barril solo tenía agua y se había derramado perdié
legar a la iglesia a probar si alguna de las llaves servía para la puerta, y no me quedaría de otra qu