r
re la trotadora, la apago una vez termino mi rutina diaria, bajo d
atías mi guarda espalda entrando en el pequeñ
? – pregunto cer
sos hu
camino hacia dond
ensegui
que q
ola por mi rostro y cuello. Me adentro en mi oficina encontrándome con A
presencia? – pregunto
a consultarte si este año admitiremos pasantes en la empresa. Me han es
co mi barbilla. No quiero mocos
do emp
lu
ien, ac
omunicare con la universi
pte? No me gusta tener mocosos incompetentes, que lo único que hacen es arruinar las co
nformación de los postulantes a las practicas. Eso fue rápido. Traspaso la información a mi celular para
engo cuando alguien ingresa cerrando la puerta a su espalda. Mis ojo
rí
nto lanzando mi chaque
con una voz sed
ia ella acorralándola con mi cuerpo
ndo por la camiseta y estampan
a mi cuerpo. Sus manos se enredan en mi cabello sudado por el entrenamiento, pero no parece importarle. La tom
preservativo de las manos y lo abre para luego envolver mi polla con él. Me acomodo nuevamente entre sus piernas
agotados, regulo mi respiracion mientras me quito el preservativo, lo tiro e
bla bajándose del escritorio acomodándose –. Creí que no
tando – respondo con honestid
regunta siguiéndome –. Si
cerlo, ya
verte salirte
s mío. Las puertas se abren apenas aprieto el botón e ingreso para apretar el botón del
ntos? – pregun
o nos quitamos las ganas, no sé porque siempre intentas obt
e gusta compartir tu espacio? – alza una ceja –. A mi no me interesa conocerte
e mi mate, así que
abios y se aparta de las puer
tu d
o me interesa cambiar, así como no me interesa encontrar a mi mate, solo me traería problemas, distracción
fí
mejor que en la mejor empresa dirigida a la contabilidad. Hoy nuestro primer día, reviso mi sutil maquillaje
ado y camino hacia las grandes puertas de vidrio viendo a través de ellas mi grupo de práctica. Me ade
ncargado de recursos humanos y bienvenid
tro hacia la voz que inte
a Ma
i vista
ernes de 8 am a 15 pm, almuerzo
mis ojos volviendo a mira
super
– responde c
a y vuelvo mi vista
cina como les mencioné – genial me perdí esa part
timo en entrar y marca el piso 30 en el tablero. Mateo se ubica a mi lado e intento discretamente alejarme de él, hace dos semanas que comenzó un arduo trabajo en invitarme a salir, per
la cabina metálica y volvemos a caminar tras Antonio que se mueve por el piso, caminando por un pasillo que tiene múltiples ofic
e tiene un par de sillones individuales y el escr
una voz aterciopelada
ca había visto a alguien tan bello como él. Esta enfundado en un tr
Black Accounts y seré su máxima auto
sieras ir a cenar hoy conmi
ateo, pero n
lé de golpe y giré mi rostro hacia mi jefe, su tono de voz de
do que no me deje continuar con
no, s
mbre se
ía P
ue lo haga fuera – respondió apuntando el pasillo con la mirada mientras todos me veían co
la empresa y lo que serían nuestros deberes dándome de vez en cuando miradas frías. Solté un suspiro s