me a la nieve por horas. El vuelo constaría poco más de 6 horas, aunque antes de arribar al gobierno sureño, mis padres espetaron tener que hacer una esc
mo buena teyana, poseía una piel un tanto menos trigueña a la de su padre debido a la eterna primavera en el que viven en esas tierras aun si esa fuera la temporada más helada del ciclo. Su glacial porte no pasó desapercibid
causando que mi título de princesa me obligara a portarlo hasta la cintura, aunque a ella eso no parecía importarle, pues como futu
lgún tiempo debido a que uno de sus ojos rojos posee motas verdes, reflejando la ligera anomalía que sufrió al nacer y le otorgó inmunidad al dolor, sin embargo, al paso de los ciclos demostró ser una formidable fuerte digna de ser aceptada. El tenerla de frente, atraj
s veces emitiendo gestos picaros con respecto a Mikaela, los cuales respondió maduramente colocando los ojos en blanco, puesto que oficialmente el cortejo entre ambos ya era acepta
padre que pese que hubiera fallecido tiempo muy atrás, su progenie seguían en la línea de sucesión e incluso, el padre de estos Roberto Marven, podía
anos Marv
ase de Ben con una sonrisa, ya que muy en el fondo, me daba celos que aquel
e a ver si tu sonrisita se s
d de conocerlo cuando el eve
olía hablar conmigo (o alguien) de aquel tema. Tenía en mente que mi hermano conocía los nombres de aquellas 12 jóve
ipo) que lidiar por allá, sin embargo, cuando me encontraba a punto de subir a El Celeste, nuestro tras
me tomó tan de sorpresa que
con ellos -señalé a Benjam
ral -dirigió una mirada solo para su esposa cuál si fueran todavía dos enamorados p
lo que estaba haciendo. Cuestionar al rey de mi nación,
as besaba mi mejilla y acomodaba uno de mis ne
l brazo sobre el hombro de mi madre para después, darme un fraternal abrazo-. Entonces... hasta pronto
ante! -di
edirme de ellos-. ¡Corre o se irán sin ti! -bromee con Dan tras vis
raña de este mundo -me exclamó c
n burlándose de ambos en el momento que se encontraba al borde del j
gundo hombre más importante después de mi padre. Recuerdo compartir una mirada tras emparejar su paso ante mi presencia con él. Me hizo una rever
de mi padre me tomo por sorpresa, siendo que no me percaté en el instante que lle
nté confundida parpadeand
kaela con una cálida sonrisa-. ¿Le sucede alg
una repent
darla con e
es nada seño
ka. Estamos entre chicas, el form
... llámame
mi hermano hasta que la presentación oficial cediera dando como resultado colateral que tampoco conviviera conmigo, aunque mi madre mencionó h
cidía con algo referente a mí, pero mi razón no lo encontró prudente partiendo que esta era nuestra conversación más larga e íntima
u visita a la casa gobernadora. No es tan faustosa como la del palacio supongo, pero este bello vestido sí que lo es ¿no piensas igual? -me espetó al tie
s, si
rte inferior del mismo tono, envuelto en encaje plateado con m
casi tan joven como nosotras. Todas portaban el verde y blanquecino uniforme que respectaba al emblema de su gobierno-. No darán molestias, lo aseguro, pero sí has de
uidoras una vez que la puerta se cerró-. Me gusta
esclavitud en los primeros años de su reinado, las injusticias y menosprecios que sufren los de su clase no podían eliminarse de la noche a la mañ
a pequeña trenza con forma de corona dejando sueltos mis risos para ser escoltada por los g
dre quién también portaba un traje azul m
bido al bullicio emergiendo adentro y de esa forma, conocer por qué mi padre quería que yo asistiera y es que la mayoría de los pr
tomara, pero en lugar de eso, me alej
í contestar-. Pero Benjamín ni siqu
bernar sus tierras y gente; siempre y cuando, las leyes establecidas en Victoria se cumplieran. Era por eso que el matrimonio se convertía en la única manera de unir fuerzas y poder. Tal como suced
queña -me sonrió de esa manera que me hizo sentir que aún pensaba que yo era una niña-. Tu madre me ha dicho que deseas
por no haberle menci
mpañía que tu hermano pueda tener dentro de su reinado que tú, hija mía, pero el deber manda y sí deseas ser una verdadera ayuda para él, tie
ser algo más que solo la esposa de alguien. Se lo agradecí tanto internamente por permitir el poder demostrarlo, así como que no se
sentaciones de mi padre con ellos, ningún fuerte barón pareció tener mucha esperanza en cuanto a mis capacidades políticas se trataran. Mikaela tras ser una contendiente no se le permitía ser cortejada por nadie en a
reímos por ello, pero tras levantar la mirada esperando que nadie nos hubiera visto, mi visión se congeló, pues mis ojos contemplaron a Rolan recorrer el pasillo fuera del salón. No le había vuelto a ver desde aquel día que Dante mencionó
o que me acompañara y moviéndome entre las personas con lentitud y gracia sonriéndoles a tod
lo hizo, noté lo mal que se miraba, puesto que sus ojos poseían ojeras y su pie
no muy malo -su mirada
ado. Debería
cer una mueca y mediana
yo no descansa hasta que su rey se lo
ría de acuerdo en que un soldado
ieren un inútil com
o me miraba, pero yo no lo había hecho nada en absoluto, así que
s rondas sino le
os que compartimos en el palacio, pues siempre encontraba una sonrisa que ofrecerme, pero aquella vez no fue así.
segundo que vi pasar a 4 guardias fuertes, un teniente y un coronel de alto rango que avanzaron por la intersección de
nos contribuyentes importantes en Victoria. Posteriormente, tras presentar aquel coronel a mi padre, todos se marcharon a una de las salas privados de la casa g
o personal del gobernador, un par de guardias bloquearo
e gobierno y el de Santiago. Aún se desconocen las causas que lo provoca
Aquel jet al que se referían era El Celeste. El aeroplano e
llos estab
que pude hacer fue mirar a mi padre que escuchaba el informe sin inmutar el rostro un centímetro, aunqu
ado que un mareo surgió, así como las náuseas me invadieron observando como todo a mí alrededor se movía. Retrocedí lo poco que avancé del corredor a la sala para poder tomar la pared
e gesto suyo y entonces, avanzar por aquella galería sin saber a dónde ir para finalmente, instalar mi mano en la boca y dejar que la