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Historia
EN LOS OJOS DE LA REINA

EN LOS OJOS DE LA REINA

Autor: PAMELA LOVEL
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Capítulo 1 Ha vuelto

Palabras:3707    |    Actualizado en: 21/12/2022

la sala del interrogatorio en el que me han aposado. Aquí, no existe nada excepto aquel espejo que refleja mi decadente y difuso aspecto, una mesa y dos sillas enfr

puerta se abra y así, poder destruir a cada uno de los hombres que me lo han

rcionalidad, causando que termine por recurrir a mi olvi

ria, la nación a la que sirvo, aparece. Espero ver en Damián Marven Farfán una reacción de de

después de lo que ambos nos hemos causado. Supongo que no ha de encontrar las palabras idóneas, aunque est

rque estás aqu

o temo perder el control. Escucho el resonar de sus bota

inmutarme-. Sabes que si quisieras, podrías convencerme justo ahora

odos aquí contemplen por si mismos lo que él cree por verdad. Lo que mis constantes mentiras provocaron para que de ese modo, no exista duda alguna de los delitos que me imputan a una sentencia a muerte, por lo

no debería ocasionarle problema alguno, porque de antemano sé que mi fuerza

rmura apenas en un sus

er creer lo que le exclamo de vuelta. Debo ser una buena mentirosa,

to con éstas vacías, puesto que Damián ingresó sin ningún arma que yo pudiera arrebatarle y defenderme. Consigo percibir en los rostros

más allá de los pasos ofrecidos del marco de la sala de interrogación. Me ofrece la espalda tan pronto que no soy capaz d

ebe de existir espectadores. Apostaría que vieron mi tempestivo arranque hacia el gran General de Victoria, por lo que no me queda nada más que levantar la silla con la poca dig

o que lo

stumbre, mi hermano mayor Benjamín me molestaba. Él era un fuerte. El más poder

clamé al tiempo qu

le advirtió que se detuviera, pues pagaría con creces. Dante, nuestro hermano menor me defendió de él, siendo que era decenas de veces más fuerte q

yo soy o

de mi vida fui nombrada Princesa Ofelia Tamos Jacobi o por lo menos eso dicta mi acta de registro pese que muchos han dudado de mi origen desde m

tono de mi cabello, aunque mis afilados rasgos y redondos ojos fueran más semejantes a los

. Y es que ese es el pago que se obtiene por tal habilidad de fuerza otorgada desde que aquel virus lo infectó todo en el mundo hace más de 700 ciclos. Desde entonces, p

ualquier instante, por lo tanto, no me permitieron salir demasiado del palacio ni a sus alrededores, pues a diferencia de mis

ligera fuerza a soportar un violento golpe y devolverlo, junto con una veloz capacidad de sanar cualquier herida o enfermedad es la que nos hace temidos y resp

son los fuertes quienes dominan este mundo, aunque todo sistema tiene errores y yo soy el suyo, ya que la hija del rey de Victoria, no parecía poseer tal habilidad digna de

os constantemente se unían con angustia la una a la otra,

fuerza y mis padres, mis hermanos

uevo, Ben -le advert

de 16 ciclos estaba seguro de que mi habilidad se presentaría con el tiempo y que lo único que necesitaba era u

jardín principal -le espeté con una sonrisa, esperando que él por igual lo hiciera, sin

no hice ni dije nada para detener su camino, porque

obierno de Marina, desolado y hambriento, tras un viaje suyo cuando yo tenía 8 y él 9 y desde entonces, se convirtió en un amigo para mí. Su labor era simple: proveer de todo pedido y antojo excéntrico que los hijos del rey y rei

risa en mi rostro deslizando mi libro

ías, prin

stad que ambos manteníamos con aquel "Ofi", siendo q

rece algo a

lmar el tempestuoso calor surgido en primavera y pese que estaba claro que invitaba a Rolan dentro de su exigencia tras

o, por lo que no había porque preocuparse de su partida. Giré de nuevo hacia Dan para reclama

a del diván de nuestra sala personal y me ac

e trataba de nuestro hermano mayor zambulléndose en la fuente, mientras guardias f

arece que siempre si se encontraba

eso, terminé por reir a su lado sin

a 17 ciclos. Mi madre, la reina Carina Jacobi junto con Magnolia mi institutriz y la madre de mi padre, mi abuela Rebeca Viraren, se encargaron de convertirme en toda una princesa refinada y obediente de la cu

mi vida, sin olvidar esa encantadora y pícara sonrisa que solo un apuesto joven de 19 ciclos podría poseer. Era todo un príncipe sin duda alguna, mientras que en contraste Dante portaba una muy rubia melena siendo la gota exacta de nuestro padre co

ló Magnolia con su mano sobre

resé en voz baj

ría espetar un lo sie

lla vez lo hice con toda intención de exasperarla.

vamos a

a Capital pese que apenas hubieran arribado el día anterior al palacio con los asociados nobles fuertes que otorg

o para no acatar, contemplando que jamás me concedían hacer lo que yo querí

de manera que no supe como digerir del todo, ella s

a verdadera actitud de fuerte como la hija de un rey, por lo que sin cuestionarlo más, decidí sonreír con el triunfo en mis manos. Lev

ver a verle,

cepción que pronunció aquellas palabras tan características de

ía, pues aquel mismo ciclo del evento de Benjamín en la fuente fue enviad

quel escuálido niño que tiempo atrás vislumbré, pese que su corto y oscuro cabello y fina sonrisa parecía

suficiente para que usted pudier

rdad eres tú? ¡Pero cla

e de la guardia azul e

ar para seguidores liderada por fuertes porqué si, Victor

do cierto, pero considerando que yo soy una joven de altura superior

nación sobreviviente a la guerra) que quizá pudieran esperar a que solo un soldado nuestro rompiera las reglas y de esa manera contra atacar, aunque qué sucediera aquello era un tanto imposible, pues todas las tierras y seres vivos se habían casi consumido por completo después del térmi

cesa. Luce tan... -me observ

, luzco ridícula, pero hoy se c

uida" después de un amplio tiempo sin vernos. Mi mirada debió reflejarlo, pues intentó cambiar su respuesta de inmediato, ya que a diferencia mía, él portaba un simple atuendo

s solo que no creí verle algún día

que ya no éramos unos niños, los halagos y disculp

l rumbo de la conversa

Dan Dan

drías felicitarlo. Estoy seg

estejo es la razón por la que me han hecho regresar a decir verdad. Me parece que

uesto que no importaba cuanto cariño pudiera guardar

n por allá -señalé hacia do

esta. No desearía interrump

jando la mirada con

ordaba mejor que yo todo esto acerca de las castas y jerarquías. Las reglas y clases que nos separaban y que a

jeté a Dante del cuello y tallé mis nudillos en su cabeza, provocando que Ben saltará en defensa de

nte por no saber controlar su fuerza conmigo, causándome moretones y fracturas de huesos, aunque con el

uetes -exclamé, mientras me

¿No te faltó acaso má

se ve linda

mis vestidos, pequeño insolente -m

e ahora Dante. Y

recerme su mano para besarla -estiré mi mano, mientras elaboraba u

eli -espetó mi padre tomando m

puesto,

os arribarían al palacio y ambos hermanos necesitaban

es ase

guntó mi hermano mayor

pondí-. ¿Qué

ondieron los d

o. Sé aposa por los jardines p

dornaban la fuente en la que un día Ben se instaló, mientras recordabamos

n la misma vergüenza que siempre aplicaba ante ta

ondimos D

a a la guardia azul desde aquel día de su partida antes de que él lo platicara por sí mismo, así como que también había vuelto al palacio a

bló Ben tras notar mi decepción-

esa palabra no

ue pese que insistiéramos, jamás nos permitirían mezclarnos con Ron

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