da L
-Nor
desp
en el cielo. No puede existir algo tan, pero tan cómodo en esta vida. Probablemente, sí, pero realmente indagar no quiero. Supongo qu
bertor y el frío del aire acondicionado traspasa
un mom
muy fuerte, me quito la cobija como una loca y me siento en la cama, frotando m
e lugar? -mu
on de madera con toques rústicos, la mesa de noche, los muebles y el closet son de color marrón y
ien aquí le gusta
pies están llenos de raspones y tiene manchas de sangre, camino hacia un
un c
ón de la belleza -le digo a la i
que conseguí, quito un poco la suciedad de m
ro nuevamente mi
s centímetros, mi cabellera es larga y ondulada. Quería ser pelirroja muchas veces, pero lamentablemente los colores llama
ay días que ni me provoca probar nada. Así que tomo vitaminas para
ces una chica normal -la voz d
dos-. No es la primera vez que me hablas.
ice
ada de tener una crisis existencial, me di
cio no era así y mucho
*
iblioteca. Segundo, me perdí aquí y terce
ndiendo de lo que consi
una salida veo unas escaleras bastante amplias y decid
iejo millonario? Perfecto, no pedi
tup
aredes. Parecen personas importantes por su vestimenta. Además, en ning
la voz de la mujer, esta vez hice como que no la esc
as escaleras y hay
lado? -miro hacia un segundo arco dónde había luz-. Soy re idio
una enorme y hermosa cocina. Todo es negro con blan
nada de comida y eso podría hacer que mi metabolismo generará carbohidratos demá
com
hay comida? Por lo menos debo comer
a v
n sugar
a y no logro conseguir nada. Tal
o vamos a int
ero está vez voy al congelado
l
ongelada. Voy al microondas a descongelar l
tada, pero del resto tuve un poco de libertad gracias a mi rebeldía. La única condición que tenía era obedecer sin poner resistencia cuando ellos me pudieran algo. Mientras
uncional
re, se escucha, veo hacia los lados dejando en el fr
ates. Y sí, logré hacer algo que m
a la
físico y psicológicos. Hice algunos colegios y he creado becas de estudios para
tener un fut
s para complacer a otros -responde, la voz del hombre, dejo los
ndo mis pensami
n dónde estoy. Mi estómago vuelve a pedir comi
a pensar en salir de aquí -trato
a. Voy al microondas para poner a descongelar la pasta, y
yo y no me perc
al, un toque de azúcar y pongo todo en el mesón, enciendo la telev
e estoy, pero
*
o, me quedo en la cocina sentada en una de las sillas viendo la tel
r un libro y tampoco entiendo muy bien
rdar un poco qué fue lo último que te
eron? -froto mi frente, hasta que po
a hermanastra del Al
o porque esas c
ón, niego con la cabeza muchas veces para irme rápido de la cocina. Al salir de ahí caminé un poco má
y no me alejes de él nuevamente -miro angus
n mis odios, mientras mis ojos siguen buscando algo
pidez y lo que hace minutos había c
da que temer mientras estés conmi
Por favor, ya basta. Salgan de mi cabeza esto
lteo la cara y me quito las manos de los oídos. La ha
o, la risa de uno de los hombres me pon
na mejor vista de quienes eran, pero no puedo-. ¡Ana, estás
endo, solo que no lo muestra -re
da para que estén libres -ruego
uelve a hablar la chica-. Es nuestra
enc
ración que escuchaba era la mía. Paso mis manos con dese
-. Deja de mirarla como lo haces. Sabes no será bo
-responde
más? No puede
es demasiado horrible -interrumpo la conversación-. Me ll
enc
espue
n a asesinarme ya háganlo. ¡Estoy lo suficiente
ás rapidez haciéndome temblar las manos. Los murmullos regresan y las luces vuelven a
e tipo de cosas en mi país, que aún siendo poco notable, lo noté. La
sa, me inspeccionó de arriba hacia abajo haciéndome s
ño mientras
speinadas y abundantes, un tatuaje le sobresalía por su cuello y tenía una mirada para n
Tal vez unos treinta
fundida hac
i paz mental y se escuchan voces de personas cuando no hay nadie cerca -alza una c
elve
do -responde con diversión-. Estás en Nor
ia me está asustando? -lo miro i
gura aquí que en la
dónde lo vean, obviando la parte de su musculoso cuerpo. Su voz es gruesa y su
so quiere decir que es
n estar buscándome por todo el país -confieso, mi coraz
te mía y de nadie más -esa
o todos estaban tan tranq
unto, solo los veo sonreír-. ¿Qué está pasando?
llo haciendo cerrar la puerta con fuerza.
a -la mirada del hombre bestia es fría-. Ana, que la chacha
lgo, pero fui
o? -me mira aburrido-. Es tarde y estoy cansado, habl
ar en la casa de locos! -sonríe con ma
-dijo
ómo fue que llegué a