img Matrimonio Arreglado Con Mi Jefe  /  Capítulo 3 3 | 9.38%
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Historia

Capítulo 3 3

Palabras:2128    |    Actualizado en: 12/01/2023

a de dar vueltas, lo

r completo, eran tan intensa q

o con ella, pero cuando la vi sus ojos me dejó pa

e inspeccionaba descaradamente, incluso su mirad

salgo de su oficina en la cual me dejó so

buen ánimo se esfuma al ver a Julia parada a

spiro con pesadez tratando de com

e observa y por cómo lo hace sé que está moles

mina hasta qued

- Musito

de brazos -. Primero la escena está mañana

solo eres la jefa de recursos humanos, no t

escucho sus tacones resona

fa de recursos humanos -Entra al elevador conmigo -.

ije que esto terminaba, además nunca fue una relación, solo te follaba para calmar mi

sin esperar respuesta de ella, camino a la salida don

re la puerta trasera de la camioneta, subo a e

nde vam

Rolling, a

guida

entro con Alfredo en la entrada,

amigo -Me extiende la mano saludándome y palmea m

e con alguien o voy

ica de recepción nos da la bienvenida co

ave -Masculla mientras toma asiento f

camente estoy obl

ver que no lo hago su sonrisa s

la mano llamando al mesero -.

arme que locura dices -Me mira exasp

da y la condición de mi abuelo para dejarme heredero de todo es que me case en

sculla asombrado -. Tu a

fredo, no puedo dejar que mi abuelo se desha

decidido es una completa locura, ni siqu

io no está e

ante es de dónde sacarás una p

, no sé en que

de frustración y es que siento que la cab

burlón -. Ella más que encantad

e divorciarme no querrá hacerlo, además ella quiere

naste c

os nada -Niega -. Simplemente, le d

no le veo solución a tu gran problema. -Se ec

onseguir a una mujer que se convierta en mi esposa y ac

la voz-. ¿Estás loco hermano?,

lino hacia adelante -. Además

tadas, en ella se encuentra la señorita Mejía almorzando entre risas con mi asistente y la de recur

adezco por ello, la observó sonreír por algo qu

e enojo me invade y aprieto mis puños tratando de

control cuando la tengo cerca, me hace ser

Tendré que averi

– Alfredo agita sus manos frente

iento y sonrío -. Ya tengo a

ladin

? -Me pregunt

sabrás p

..

mientras observó hacia la mesa dónde está la señorita Mejía

e, mi cuerpo ha tomado ventaj

ces?, ¿Qu

ño -Me mira extrañ

al saber que no se han dado cuenta de mi p

baño, observó unos segundos l

ya un poco mayor

ra seductora -. Estoy buscando a mi novi

cariño-Me sonríe amablemente-. La única

in

salir -Sonrió lev

servó a mi alrededor y al no ver a nadie

do y observó como su cuerpo se es

asombrada -. Señor Cabal

ervó cómo me mira nuevamente y es

da, introduzco la mano en mis b

chón de su cabello caer frente a su rostro y lo tomó acomodándose

perpleja, para luego arrugar las

unta? -Retrocede -. ¿E

lmorzaba y no pude evitar da

lla abruptamente y luego achina sus ojos -

mí y sonrió al ver la actitu

e, esta mujer m

Mejía -Me acerco y vuelve a retroced

os en la empresa? -Niego y sonríe -. Entonces no responderé s

ud tan retadora, es como si

acorralarla contra la pared fría, observó su respiració

cultad y me gusta como suena mi nombre en s

-Acercó mi rostro más a ella y veo su labio temb

a los ojos y muerde la comisura de su

os sobre mis hombros -. ¿Qui

ne

vor -Su

s, ve

sentir como su pierna golpea mis tes

-Se aleja de mí -. No se vuelva acercar a mí de esa manera, señor Cabal,

Musito con dolor soban

soy tonta, es mucho lo que se habla de usted y ella en la empresa y no quiero prob

ún con mis partes nobles adoloridas,

illo y veo su mesa vacía, al mirar a la salida los veo

rándome un beso y guiñán

diab

l llegar ya Alfredo ha pagado la cuenta

cuenta -Se levanta de su silla -. Debo regre

resar a la oficina-Mascullo entre die

tomarnos unos tragos -Palmea mi hombro -. Nec

te llam

lo sigo hasta la salida. Lo veo subir a

r, se baja de la camioneta y me a

su almuer

por el retrovisor y sonrió -. Pero teng

..

manos y el teléfono pegado a su oreja, Chad, se encuentra en la computadora

llo -. Puedes v

Se para frente a mí -.

ro de un rato y por favor pídale al abogado princi

uida s

ie

ina de Marta. Camino hacia mi oficina, antes de entrar m

do hacerlo luego. Necesito descombrarme la q

lgo? – Me pregunta mi

y, no pas

triunfante al pensar en su rea

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