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vez entre mis brazos ya hoy tengo veintidós años, Alonso es de los más pequeños ¡pero hace su esfuerzo! Corre como un campeón pero al minuto treinta luce fatigado, los demás niños co
so mi pequeño rodeándolo, es llevado de emergencia al hospital más cercano, s
oy detrás de ellos, pero apenas entran a emergencia me detienen un guardia diciendo q
dillas, comienzo a llorar desesperada y nadie me da respuestas de c
razada tan joven pero yo me quede con ella, no la juzgue si no que le di todo mi apoyo incondicional que necesitaba, el
o de un lado a otro mientras llora sabe que le ha estado exigiendo demasiado yo también me siento culpab
al que el día que Alonso nació, cuando me avisaron que su madre había muerto en el parto, mi corazón se rompió en mil pedazos, le vuelvo a preguntar a Dios ¿Porque
-Dice entre dientes, yo no puedo creer que él haya mencionad
personas que tuvieron un accidente de tránsito, peleando entre sí echándose la culpa los unos a los otros, yo trato de ignorarlos, traen a una joven un
ndo entre la vida la muerte, me siento temblorosa, ya que mis pie
todo lo que ocurrió en la cancha de juegos y también s{e que siente celos de mi, ¡no puede entende
al regresar guardando el teléfo
ber de Alonso?-Le pregunto ang
ame-Me responde saliendo con las manos hechas puños, si
horas para tener
Alonso Castro -
a garganta, corriendo hacia ella
diciones, necesita aun unos estudios mas profundos para determinar
a regadera casi no puedo ver nada, pero siento que alguien me observa en silencio, cual
a recibiendo esta
bes ser fuerte! Si se salva de esta, seguramente va a necesitar una operación, el doctor q
éramos huérfanas y crecimos juntas en el mismo orfanato,
parecí más grande de lo que era y me quede con
esta situación? Quisiera esto fuese una pesadilla y que al despertar todo sea como horas atrás., mis cabeza piensa tantas
e Dios nunca ha escuchado mis peticiones, siempre me he sentido tan sola...La sola idea de imagin