anda
a mi espalda- ¡Suéltame!- Le grito desesperada, espero que alguien me e
el sin llegar a gritar, no entiendo como no pierde
ro no lo escucho, porque estoy grita
ue me tapa de nuevo la boca arriesgando sus manos, porque inmediatamente lo muerdo de
me inspiras nada. - Me dice él y allí dejo de morderlo
la mano, se que lo mordí fuerte ¡dos veces!, es
llegáramos tan rápido a la habitación?- Le preg
vez. - Explica de inmediato, me siento un poco ma
e?- Cuestiono interesada y el r
caramelos como si tuvieses dos años?- Me pregu
éndolo a la cara, ¡Es cierto lo que dijo la estilista! Es un hombre increíblemente hermoso, piel suave y
, ni siquiera quería casarme nunca. - Me dice él, y ento
me el anillo de bodas que reposa en mi dedo
e a la cara, pero sé que el ya
corazón aun late acelerado en mi pecho, no se con que me va a salir él
lo que tengo, yo no tengo ningún tipo de bienes, así que no habrá nada para ti una vez que nos divorciem
suspirando aliviada, me acaba de decir que es huérfano, siento algo de empatía, pero no lo
tas con tus aventuras ok, yo seré discreto con las mías, ante el mundo seremos los esposos perfectos pero a puerta cerrada ni siq
bos lados, sobre lo de que mi vida
ro, es lo último que vas a obtener de mi. - Recalca lo del dinero, como si eso fuese lo único qu
so pedirle a él un centavo, espero que la señora Isabella cumpla su palabra y me ayude con mi
dormiré en la cama, no pienso cederte mis comodidades. - Me dice él, de
ama y quitándose la chaqueta sin un ápice de vergüenza frente a mí, si él s
vestido? Por favor. - Le
- Me dice serio, levantando sus manos, siento que me está menospreci
aría, no sé cómo me quitare esto sola, necesito tu ayuda. -Le sup
vestido, tan elaborado...Cómo si esto fuese u
ondo rodando los ojos con sarcasmo, si él no quiere estar en e
o y una corriente eléctrica recorre mi cuerpo, con el simple roce de sus dedos cuando termina de soltar el último de los b
la ropa interior transparente que quería Isabella que usara, soy estudiante de medicina,
udo un día.- Explico quitándole importancia, entrando al que creo es el vestidor y en realidad e
l lado. - Me dice él desde la habitación, me miro al espejo
os labios, es como si viera una especie extraña en s
o usar, solo hay tacones y vestidos sexy y cortos, pero tendré que conformarme mi ropa
ones, cuando él me ve sus ojos parecen dos brazas ence
rtelo de inmediato. - Me di
mi limite, no voy a permitir que se meta en mi vida, ya se lo permití a la señora Isabela y mi
a, el abuelo come en su habitación, no lo molestes está cansado. - Me dice quitándose la camisa frente
egunta, serio viéndome a la ca
ada diría yo para una mujer de tu edad.- Me ofende, no debería de importarme su opinión,
vida, no me conoces.
con voz cantarina, que me pone los pel
vive de su moribundo abuelo ¿Es cierto?- Le trato de responde con voz tan pausada y melodiosa como l
ies a cabeza, con una venda en la mano, esta vestido de forma casual, con una playera y jean de mismo color, se coloc
moda para él, como lo es para mí, cuando miro la hora solo falta un cuarto para las doce y mi estomago ruge hago una mue