hando su mano hacia a mí. Yo la tomé con un poco de ver
ue me presentaría con un viejo am
más de su perfume que estaba empezando a odiarlo porque
Rice. ─ R
muy entusiasmada. Me extendió su mano imitando
no y era suma
su mano cuando su madre había retirad
ave, pero al mismo tiempo fría. Por un momento pa
os eran muy lindos, igual que los de su madre, incluso él e
da y tenía la garganta seca por lo que la tomé. Preguntó por mi madre y en qué universidad estudié. Traté de mantener la calma, el
primera vez que vi a Adam integrarse a la conversación. Esta
ar se veía muy deseable. Me acerqué y pedí un vodka. Dios, esto es sensacional
s de mi teléfono. Desde que llegué a Cambridge no había visto mi
sinuadores de April y un saludo de ben, el re
de Pace. ─ La voz del nuevo Sr. C
ademan con mi cerveza para tomar un tra
viendo a tu alrededor. Dos cer
ornudar locamente. Tomé la cerveza llevándola a mi boca. Para es
cal
as. ─ m
cho de que no me preguntaras para ped
ponder porque su arrogancia contestó por él. ─ N
uevo en mi asiento llevándome la cerveza a la boca. Él está distraído hablando con alguien a su lado.
o miraba. Es algo magnético, una vez que te atrapa
e ponía los pelos de punta. Es ronca gra
emborracharme mie
cuando traba
z ya empezaba a cambiar. Es
conocen desde tiempo a Roger y no habíamos oído sobre
olo estamos teniendo una conversación civilizada. Yo y un chico
n poco hacia la encimera. Sentía pequeños golpes de electric
r un momento mientras
.tan hal
llega directamente a la te
. También es muy halagante. ─ Quería
nosotros? ─ La pregunta h
edos deseaban tocarlos. Ahora mismo mi cabeza estaba pasando por una
o muy bien trabajand
ez mostró un poco más sus dientes. Y
aría trabajar p
a. Me echo un poco hacia atrás alejando la botella de cerveza de mí, necesitaba
o mucho sobre ti y les gustaría tener a
an inepta. Quería decir que no me interesaba,
ntesto y me atr
ide un vaso de vodka frio, mi cuerpo se estr
ez... ─
sar que sí. ─ Rep
no me gustaría que te a
con sonrisas picaronas. Parecen ser amigos de él ya
nos compartiremos las tarjetas de crédito
ajo, parece no prest
eras. ─ Co
dejándonos lastimosa
rrepentir? ─ Pregunto a pesar
demás de tener un cargo especial
iba, se em
Me rio, y él
le gustó
calor. Alejo mi mano de la suya y creo que él se da cuenta, pero
s de querer estar en
e lo esperaba, no se esperaba
empresas te quie
aba tan bien? Intento tragar saliva disimuladamente, pero veo que su
en caramelizarlo. ─ Bromea un viejo con su p
nsación del bloque. Todos
do. ─ El viejo sonríe p
endrás mejores ocupaciones.
lo
ue haces? ─ Le p
ación a gente que acabo de c
es sin necesidad de ser pedidos? ─ E
se levanta muy rápido de su asiento. Me quedo extrañada.
as? ─ Pregun
er. Nos vemos lue
me había dejado mal me estaba endulzando. Pero no iba a perseguirlo como