ebrero
náuseas. Las paredes son color gris, hay 6 camillas y en todas hay 2 mujeres a punto de dar a luz. Valeria está nerviosa, le duele la espal
su primera hija. El aroma del lugar
ba antes de beberse ent
ficiente de comida para no morir de hambre. Se había puesto muy violento, nunca le había pegado, pero solía gritaba mucho, su humor había cambiado, se enojaba por todo y se iba a beber para pasar el enojo. Dej
s canaritos, quienes habían suplantado a su difunto esposo, el cual había muerto en un aparatoso accidente automovilístico.
nta mientras toca l
es tarde, baj
paso dentro de la habitación y a
salió gritando de la habitación,
? – pregunto la ama de llav
llamar a la policía, a los bomberos, a alguien! – decía
que alguien comentó que la había visto i
cionó, me traicionó. ¡A mi! Que
muy fuerte en el brazo izquierdo, seguido de un pinchazo e
. Al llegar a su casa en Las Mercedes se encontró con que estaba cerrada, deshabitada. Se dirigió a la casa de al lado para preguntarle a uno de los
es, niña? No
da por el comentario, pero decidió
ía preguntarle si usted sabe algo de la
abía ido de su casa con un ladrón. O al menos, eso fue lo que dijeron. Luego como ya
entía horrible, la peor hoja del mundo. Había t
la señora, viéndola desde arriba h
do muchísimo, llevaba el cabello recogido en un moño y usaba rop
ir a visitarla. Lamento mucho oír eso. – dijo Valeria, secándose l
en el estómago nada común. Salió corriendo al baño y devolvió todo lo que había comido ese dí
ero de 1963 a las 4:57 pm. Era muy linda, peso 3,20k
e sintió feliz por primera vez en
ada de Nicole se había vuelto muy sensible y lloraba hasta por ver las hojas de los arboles caer. Ella ya sabía que sufría de depresión, pero había ido empeorando cada vez más. E
nstrucción muy prestigiosa y ganaba bastante bien. Se les hizo más fácil la vida y, a pesar de que Uriel solía de
Durante tres años estuvieron bien. Un respiro de tres anos donde Nicole pudo tener las c
iciembr
ía ataques de ansiedad, le sudaban las manos, solía sentir que le faltaba el oxigeno, no podía dormir, pensaba mucho en futuro y constantemente le temblaban las manos y las piernas sin que ella pudiese controlarlo. Era una mezcla nada buena, la v
a. Se sentía poca cosa, incapaz de hacer algo bien por su hija. No podía trabajar porque nunca estudio, no aprendió a hacer más qu
rastro de pecas alrededor de la nariz que la hacían ver muy tierna. Era muy inteligente a diferencia de las niñas de su edad. Ya identificab
uando se le acercó un muchacho poco más joven que ella, quien al notar su extrañ
to el chico para romper el hielo,
dió una desconfiada Valeria, nunca había
utar mas seguido tardes como estas. – di
ver que no tenía intenciones
arlas de casa en casa para ofrecer un mejor servicio a mis clientes. Y dispongo de poco tiemp
e toda la respues
iban a casa. Valeria vencida po
que yo tenía mi medicina, pero tuve que dej
onmigo. Es muy económico, si quieres te la puedo dejar y la otra semana nos vemos aquí y me pagas. Se ve que eres alguien honesta,
cancelando y comenzó a pedir prestado. Valeria se volvió adicta a una droga que no la estaba ayudando a mejorar, solo le dormía los sentidos y la hacia sentir feliz y relajada. Se endeud