eterno ocaso. Pero y
: el dolor y la ago
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reyendo que el cielo es aquel paraíso donde los que son justos y buenos vivirán entre los ángeles y su creador. Por el contrario, qu
ierno; no hay castigo alguno para los pecadores. Pues el único castigo para un moral es morir y no descansar. Tener que repetir tu peor pesadilla, tu miedo e
es buenos y malos había concluido. Viviendo en tregua durante milenios. Nadie podía r
itual que consiste en endulzar el oído de un ángel joven y puro, plantando una pizca de maldad en su ser, hacer que entregue por voluntad propia su forma angelical, darle de beber sangre de quien será su predecesor y orillarlo a matar para que adquiera su forma d