s dedos largos y delicados se deslizaban suavemente por cada una de las teclas, encontrando
o años. Justo en ese instante estaba en la universidad estudiando administración de empresas, finanzas y todo aquello que le hiciese digno sucesor de Enrico Dumas
trató de frenarlo, era sabido que cuando el señor Dumas se en
e movía al compás que sus dedos imponían sobre el teclado del piano, justo en el instante que Gregory irrumpió en la habitación de manera abrupta, haciendo a Enrico terminar de golpe y de forma estrepitosa su interpretación al piano
Yo
puedes ir
rando la puerta tras de sí, dejando tanto al h
d, no solo de impresionar con su presencia, también la de inspirar miedo con tan solo
sus palabras y tardo un par de segundos antes de volver a moverse y aceptar la invitación de
o, Gregory? - Pregunto de manera irónica Enrico
mo Gregory había visto que eran las relaciones, el joven Dumas recordó a sus compañeros en la escuela media y la manera en que sus padres parecían tratarlos, él jamás tuvo nada de es
carta con el membrete de la empresa de su padre junto a instrucciones para que él
hijo, a quien apenas le dedicó una mirada rápida antes de cerrar
que hacer lo que se le había ordenado, ese matrimonio había sido acordado aún antes de que el joven fue
e, mucho menos a casarme con alguien a
diera un paso atrás, su padre había tocado de golpe muchas de l
e Enrico, fue sustituida por un momento por la furia, pero así como llegó, esa breve exaltación por parte de su progenito
no l
s derecho a elegir? Ni los propios reyes tenían el derecho de elegir con quién casarse. Las frivolidades tales como
ar y presenciar la mirada de s
asarnos en nuestra fiesta de compromiso, tanto su padre como el mío vieron el pot
ra ti más que un objeto
s como lo
iera opción, a menos que deseara privarse de todo lo que ha
recía debatirse entre aceptar su destino o luchar por su cuenta por uno nuevo. É
pasos hacia la puerta del salón donde se encontraban - Mi próximo matrimonio hará que tu fortuna sea aún más grande, tienes todo