img No se atrevan a juzgarme  /  Capítulo 7 Arturo | 17.95%
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Historia

Capítulo 7 Arturo

Palabras:2221    |    Actualizado en: 17/01/2023

s a trabajar, tu preparación ha sido muy fácil. Has avanzado

sería la prostituta más culta de la tierra, porque las exigencias de Michelle nunca terminaban. Y ella aprendía con avidez todo lo que le enseñaban. De esa manera aprendió a comportarse como

tener aún en estas circunstancias. Si tú has mantenido tu palabra, yo te da

palabra -resp

perfecto para ti. Él va a darte una n

lista, lo estoy. - Apretó s

a te ayudaré a arreglarte y te llevaré a conocer a tu nuevo

lueta delgada y bien formada de su cuerpo. Sus pechos pequeños y firmes se notaban turgentes bajo la suave tela, y se sugerían delicadamente. Su

do con un lindo pasador dorado, con piedras finas y pequeños mechone

o cuenta de que se veía h

ro amigo no tendrá queja de ti. Si

o e

s, ent

a un restaurante muy lujoso. Michelle preguntó por alguien y fueron guiadas a un apartado con una especie de tarima que hacía que estuviera un po

aballero vestido de traje

ptar, en medio de su nerviosismo por la situaci

udó dándole la mano y un beso e

ro, cariño, ella es Sonja - sonrió a ambos - Como les prometí, h

será, Michelle. Como sie

r favor, cuida muy bien de Sonja. Ahora de

ojos y con decisió

su barba cuidadosamente arreglada, le daba un aire mundano muy agradable. Sus movimientos y la forma en la que se recostaba en su silla, demostraba que se sentía muy cómodo sie

n tonterías cuando aprendía con Michelle y ahora daba gracias por haber prestado atención. Sin embargo,

ente, invitó a Sonja a subir a su apartamento. Resultó ser el dueño de

s nerviosa, pero recordó las recomendaciones de Michelle en cuánto a controlar el consumo de alcohol al encontrarse co

ros anchos, su pecho firme y su cintura estrecha. Se acercó a la muchacha que permanecía de pie,

ostro de la joven y levantándolo po

te guste tanto como a mí. Voy a ser muy cuidadoso contigo- la abrazó y comenzó a acariciarle los brazos subiendo poco a poco hasta

o: "esto va a pasar, relájate y trata de que sea algo bueno, igual, has tenido una s

úsculos se relajaran, le son

la cama y le hizo el amor con calma, con pasión controlada pero intensa, disfrutando en extremo aquello por lo que había pagado tanto a Michelle, quien siempr

esquitaría la pequeña fortu

ón y destreza. Y Sonja disfrutó aquel encuentro con ese hombre que apenas cono

e debía hacer. Y con su pequeña cartera de mano, abandonó el lugar. Bajó en el ascensor y en la puerta del restaurante, le esperaba el auto. La llevó a la

imera vez?- preguntó co

upiera qué tan extraño es que pregunte eso s

un paciente muy bueno - respondió con voz baja. No le

le vida, tendría que a

rme para ir a

has dormido

ortó muy bien y pude dormir un poco. No est

fundó unos tenis blancos y se recogió el cabello en una cola de caballo. Volvió a la cocina, se sirvió café y lo tomó rápido para irse de nu

dose ocupada con el trabajo. Cada día que pasaba aprendía más sobre ese oficio y deci

ín en el consultorio del médic

ahora se ve bastante más serio. Hay una posibilida

o, doctor- dijo

erpo no puede defenderse ante cualquier ataque. Por supuesto, hay que hacer muchas pruebas para determinar el tipo de leu

emos hacer

dad, luego determinaremos lo que haremos, porque ca

mano se p

que le haremos. Vienen días duros

no sé cuánto cueste, no sé lo que tengamos que hacer, pero vamos a curar a mi hermano. No permití que me los quitara el Estado y tampoco

emos todo lo que esté en nuestr

s agujas de los exámenes, y luego lo llevó a casa. Lo dejó con Engracia y después de

recibió con una sonrisa inmens

a. ¿Tienes alg

pausa que la otra utilizó para abrazarla afectuosa

lo vales- Buscó en un cajón del escritorio y le entregó un cheque a la joven- Tu parte - volvió a sonreír satisfecha al ver la mirada de asombro de Sonja - te dije que te conseguiría mucho dinero y yo siemp

tante para mí, y te agradezco que me ayudaras a

Te avisaré si hay algún cambio. Por hoy no te daré otros servicios, comenzar

e lo había ganado. Ya había pasado la parte fáci

na tienda y compró algunos regalos para sus hermanos y para Engracia y Xiomara, que la habían ayudado tanto. No sabía qué habría hecho sin ellas. Esa noche desca

nte pensando en su n

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