e George Michael ¡Amo los lentos! nací en 1985 y me crié escuchándolos, hoy tengo 35 años y una hermosa bebe de 20 años llamada samara. vivimos
ía y noche, aunque valió cada sudor y lágrima que invertí en ella ¡nu
os cuartos. A los instantes veo aparecer a Samara vestida con un mini vestido rojo, ceñido a su de
la mama más bell
odas las hijas a sus madr
ero que está en el medio de la m
erdad, tienes una figura envidiable y no n
me lanza una palmada suave en el t
an que eres
otra vez afuera de la casa. Samara examina su delicado re
bastante, mí jefe y
ese bellísimo reloj? ¿Y por qué tu jefe viene a buscarte a nuestra casa?. Sami se
papito de mí jefe, el cual me estoy ligando
so volado y s
a sami todos los días para llevar a su set de trabajo, así asegurarme personalmente que coma algo por que se que sino es lo que yo le preparo, no ingiere nada de por ahí con carbohidratos ya que vive de su cuerpo. Es modelo y hace dos meses que firmó contrato con una compañía muy importante e e
ami
sonríe acercándose a mí cuando a
damente me lo bajo, avergonzada esperando que no se halla visto nada. Observo a sami correr de regreso al coche, levanto mis ojos al cielo se está nublado, se vienen tormentas. Pero lo que más me inquieta ahora es la sensación de ser observada intensamente, aún cuando volteo para entrar a la casa, siento a mis espaldas que alg
Luci
que sabe cómo complacer a un hombre en la cama. Pero no la contrate solo por que es mí amante de turno, sino por que queda con el perfil para ser la modelo representante de la nueva campaña de la empresa. Su belleza natural aparte de su frescura por la edad, sumado a eso su sensualidad nata, hacen de ella la modelo p
o mis nudillos blancos, cuando mí verga se pone erecta de solo ver esos exquisitos pezones marcarse en la fina tela de su vestido y cuando de momento una ráfaga de viento levanta un poco el vestido que le llegaba un poco más arriba de los muslos, logro entre
culo y me besa la me
vista, me mira extrañada y sonríe de lado–¡viste! ¿que madre más hermosa
. conduzco con velocidad y miro de reojo a samara mientras está con su celular y ya ha dejado de prestarme atención, sin imaginar que va a ser remplazada por la madre. Esa mujer que se ha vuelto mí