res? ¡Suéltame
¿Dices que me amas, pero no me quieres?" Su otra mano comenzó a frotarse contra su cuerpo
e aterrorizada y gritó: "
quieres? Pero estás temblando, y lo disfrutas. Sarah, ¿por qué siempre te engañas?" Su
a evitar estremecerse cada vez que la tocaba. De repente se sint
tía caliente contra su piel. Por fin, él la abrazó tan
ducción, su corazón seguía roto. Ella no estaba dispuesta a entregarse a él, especialmente
ó aún más severamente
bía lo que le había pasado a esa mujer. ¿Por qué siempre se resistió a él? Ahora ella lo había molestado de nuevo, y esta vez no la dejó ir. ¡Él no le
s no tenía ninguna intención de dejarla ir. Un sentimiento de imp
ente. Sin embargo, estaba tan cansada que ahora sólo podía sollozar: "Déjame ir. P
udo escuchar lo que ella
lmente, ella dijo: "Me tratas como a un animal. Nunca te perdonaré. No por
hora todo lo que ella podía decir,
, que estaban llenos de lágrimas y de ira. Él estaba en shock, le
cuyos ojos estaban ahora fríos de dese
amente en la cama, se levantó y la miró fijamente. Mirando su cuerpo desnudo, él respiró profundamente para suprimir su deseo
la sábana para cubrir su cuerpo. Ella no sabía qué hacer. Ella lo amaba y deseaba desesperadamente algún tipo de amor romántico. Char
mbatir la oscuridad de la noch
0 pisos de altura. Con una alta densidad de negocios y tráfico ocupado, el terreno en esta área era t
nas, el sonido de teclear en las computadoras formó un dron consistente durante todo el
ba teniendo una reunión con el personal directivo superior. Sarah estaba esperando afuera, con una car
sin tener en cuenta sus sentimientos al menos. Tal vez solo estaba interesado en su cuerpo, que solo se