era, Ofelia mientras
amo con ese horrible frío que estaba haciendo y siendo tan tarde. No era muy sano andar por
un espeso vapor blanquecino -. Tengo que caminar demasiado, p
ven de 27 años, cumplía con su labor día a día, por dos razones muy importantes. Para manten
, y con una carrera. Lo que más deseaba en el mundo, era que Gabriela y ella salieran de ese horrible barrio en el que vivían para tener una m
le nada. Por ahora, ella podía controlarla un poco, pero al menos lograba conseguir mantenerla alejada de la
endo sola por allí, por esa razón tenía tantos conflictos con ella. Pero necesitaba que Gabriela e
r murió de un infarto mientras trabajaba. La madre de está, nunca le contó a Ofelia que estaba enferma, sin embargo
ro que no estaba lista para convertirse en mamá de una niña tan pequeña, pero no tuvo más opción. Por suerte, Ofelia se salvó de que prote
seguir estudiando una carrera como tal. En cambio, decidió que su hermana si terminará todos sus estudios. Y se prometió que cuidaría de ella, par
es posible, pero el frío no la ayudaba mucho que digamos. Tenía la cara congelada para cuando logro cruzar la calle que conectaba
tando cuentas. Pero a juzgar por la hora, intuyo que aún no habría movimientos de tipos peligrosos. Por lo gene
callejón. Nada de lo que pasará en ese sitio era de su incumbencia. Lo que menos quer
l fragor de un golpe la hace dar un respingo. Sin quere
ue carajos volt
cha inte
la severa golpiza que le estaban dando a un sujeto, un tipo q
hacia un coche oscuro que estaba al fondo del callejón, el cual mantenía la ventanilla abajo y podía ver a la persona que se encontra
esbocado cruzo la esquina de la cuadra, y apresuro el paso, no quería ni mirar hacia atrás, pero tenía qu
. velozmente, abrió la puerta de metal del edifico e ingreso al mismo. Ofelia subió las escaleras a toda
rar la respiración, lo que había visto f
bre los ojos al escuchar la voz de su h
! -Respira
ocurre,
había visto. Si metía a su hermana en ese problema, la mat
e pas
ge sus libros para meterlo en la mochila -. Has llegado muy tarde, tu misma has dicho q
avor, cuando el transporte te deje en casa entra de una
da -. ¿Por qué me dices todo eso?, sabes de sobr
, no quiero que esté
ada en esta casa como siempre lo he estado -
ana no comprendía que la vida allá afuera era muy peligrosa. Y después de lo que hab
ue esos sujetos no la acosaran para hacerla guardar s
estoy metida -Frota su
ro que les agrade esta historia de am