de Eva era de nervios,
ido la respiración de un hombre tan cerca, y más un hombre como Dem
u enorme escritorio, ante la mirada de Evangelina, que parecía que había visto un espanto-. No
de su tipo ¿O si? Parpadeó varias veces y salió ca
amente muchas sensaciones
alizando un informe detallado de todo lo que había hecho en aquel día, incluso
niones, Eva parecía un perro detrás de su jefe anotando todo lo que le decía é
aje a la tintorería, debes buscarlo en la mansión, ah
eniera en sistemas, la mejor de todas, y si había aceptado
i deber sacar a pasear a
cará a pasear a sus perros, pero la realidad de todo, era que si su abuelo no iba
ebes hacer todo lo que necesite, afuera o dentro de las instalaciones -espetó mol
cente a solo un día de conseguirlo, definitivament
taria, el mismo la buscaría, una hermosa chica que conoció en un restaurante; le había dado duro en el bañ
Hasta luego -dijo Eva, dándose med
eño auto viejo, no sin antes buscar entre los archivos l
una copa de whisky con su mejor amigo Antoni
apuesta? -dijo Ant
único hermoso que tiene son los ojos, bueno la nariz, y sus pequeños labios carnosos... pero las cejas, sus dientes llenos de alambres, y esos lentes anticuados,
e -los ojos del italiano
nó -espetó con asombro, mientras le guiñ
pondió Antonio sonriendo -. Y si, si la vi, y si te pones a detallarla, es hermosa, muy hermosa, hermano -c
bajo del trapero horrible que carga encima, -dijo con ironía, aunque, él había vis
es -dijo provocando que la lujuria en los ojos de Demetrio se encendieran, pero, sin
loco pones tus labi
e está a tus espaldas -se levantó de la silla y caminó bajo la mirada
. Era increíble como muchas s
.
narse a cambiar la llanta ponchada de su viejo coche; si no fuera porque er
o, y se lanzó en las alfombras a
óvil ha estado apagado -esa era Luisa, su madre,
efe es un patán que me tuvo trabajando todo el día
veces que puedes venir y vivir con nosotros, además eres un
unque, soy secretaria, puedo subir escalones en esa empre
mo siempre, sugiriendo que Evangelina cambia
mejores ingenieros y profesionales no
gustaría que de nuevo te hagan daño en esa empresa como en el colegio., Estuve i
e dejo, muero de hambre. -respondió colgando el
arecía otra persona, y en el fondo ella lo sabía, piel pálida, bustos
o por siempre llevarlo en una coleta, era t
seguridad en ti Evangeli
ha. Tenía los ojos y la mirada de su jefe clavada en su mente, y
de venus, y se tocó descubrie
enta de lo que había experimentado, sintiéndose aberr
se acostó tarde trabajando en un proyecto que te
y temprano, vistió con su acostumbr
de camino, antes de llegar
as -saludó
o y elegante?» Pensó, al ver al hombre alto
ayudarle? -preguntó el hombr
go que llevar a sus perros a pasear y los trajes a la tintorería-dijo
er Evangelina Anderson -leyó en una lista,
y después de unos segundos esta
en
s son suyos?» se pre
ue se encontraban ahí, había variedad, entre Mercedes, Ferrar
elleza. La mansión estaba rodeada por jardines, había
asa? -preguntó a un hombre q
caminó temiendo romp
más. El piso brillaba, las paredes pasaban de ser entr
untó una mujer de cabellos blancos, y re
Demetrio a la tintorería, al igual que pasear a los cachorros -
los perros?! -pr
fe, eso he venido hac
mientras yo busco a los animales. Su habitación está en el último piso, toma ese ascens
piso de color negro brillante a sus pies. Todo era extremadamente elegante, además, de
on la puerta de color caoba, y a
a voz seductora y
s extraños y no conocidos. Respiró profundo y giró la manilla, al ins
talmente mojado, y llevaba en su cuello una toalla blanca, pero eso no era lo más impresionante,
sto a un hombre semidesnudo. Y así era, Eva no había visto a ningún hombre de aquella manera, ni siquiera en revista o en televis
por el enorme cuarto, en busca del traje -. Este es el traje, por favor téngalo listo para la tarde, a las ocho salimos para la empresa
sa burlesca de su jefe, y sal
tratando de calmarse, pero parecía que Demetrio quería que ella mu
tano de color marrón
l mirar los enormes animales que es
ad?! -preguntó aco
no -dijo la mujer
ara acercarse a ellos, que ense
e caes bien, -dijo
llares y los tomó con una mano de sus cadenas
dificultaba llevarlos por su enorme peso, caminó con ellos hasta la c
minar a los animales que habían comenzado a correr, provocando que ella los persiguiera asustada. La tu
son unos mal educados, señor. ¡Me han dejado como chacha! -
-respondió Demetrio sin mirarla, llevan
su jefe a la mierda ¡¿Exagerada?! La hicieron correr, sudar
aún no llegó a la oficina, dónde debería estar ahorita, no aquí hacie
está de esa manera, parece estresada, señorita Anderson -tomó
arla, estaba tan cerca, que aunque, olía a perro, también se podía
sas, -Demetrio la miró con los ojos abiertos. Antonio tenía razón, ¡la chica era v
r que ¿era virgen? ¿De verdad? Trago grueso, y sintió cómo su cuerpo comenzaba a hervir de una maner
n, pero sus ojos se dirigieron al carro destartalado y desteñido que estaba al lado de u
or? -llegó el cho
esta basura? -
sentía que el humo iba a salir por su c
ijó en los grises ojos de Eva, que lo mira
tá porquería es tuya?
e, no volveré a ensuciar sus preciad
fea orgullosa -e
hacía sentir incómoda, porque las personas a su alrededor lo notab
de la lavandería que hacía un
aba montones de carpetas y trabajo por organizar, así
icina de su jefe, así que se levantó y bajo la mirada de personas que a
untó Demetrio a la chica que h
pero luego su mirada se concentró en la hermosa rubia que comen
que quería, no podía evitar sentir su cuerpo
ra abrir sus piernas y enterrarse en ella rápidamente
ro lado de la puerta, pero Demetrio parec
por entregar el bendito café f
a, al ver a su jefe teniend
caer la taza de café al piso y
cara roja de Eva, que pareciera que jamás ha visto una
omodara y saliera. Esta lo hace abochornada pasando por
arías con esto -se acercó a ella. Le encantaba s
volverá a pasar -dijo acom
. El cuerpo del italiano se estremeció. Sentía que quería descubri
¿Qué pregu
pregunta -dijo mirando al venta
or qué mierda le estaba diciend
cuando volteó para decirle algo a Eva,