a exhaustiva noche con Tamara, tomó la pequ
exi y prepotente. Como me gustaría encontrar a
la fea era virgen!Sus manos comenzaron a sudar, y su
s lugares privados y el muy cochino lo hace en las oficinas... Aunque, como
mo un palo, como si no acabará de tener pasión con su recepcionista. E
i fue él primero que dij
o, deseando que fuera el día siguiente para poder verla, porque aunque Demetrio no
.
levantó con un terrible dolor de cabe
só al verse en el sofá de su ap
a seguir durmiendo, tenía que trabajar en su proyecto, pue
e seda transparente. Vivía so
ir su pago, no tenía suficiente dinero para la desp
videollamada de su amigo Santino, que se había ido a Fr
a el único que tenía; lo había conocido en la universidad, él iba unos años más adelantado q
antino, de verdad era muy atractivo, Eva nunca entendió por qué él se había hecho su mejor amigo, era diferente a ella en
nocías a mi jefe y a su fa
lo, pero sí he oído cosas del don Juan, espero que no quiera
elina de las rosas Anderson? -Eva pegó una carcajada, cada
, te dejo -lanzó besos al aire con
res como Tamara»agarró sus cabellos con frustración. Aunqu
Evangelina comenzó a sonar, a ella le pareció extraño que alguien est
»Pensó camina
tanilla y enseguida sus pie
aba detrás d
mientras él siguió t
nsó nerviosa, y ahí es donde reco
s que ingeriste alcohol, hiciste
vine a trabajar en lo del proyecto
ar que iba a estar sola con su jefe le causa
de costumbre ya, que no estaba atado a un esmoquin y se veía espectacular con monos deportivos y una
er! Te has tar
n el momento que Demetrio se percat
la? Parecía una persona totalmente disti
anterior, parecía de una caricatura, además, llevaba el cabello suelto, cosa que la hacía verse aún más joven de como se veía de
esas fachas -dijo serio, tratando de esconder la en
tenido que descargar su furia en contra de Tamara, pues Eva lo había deja
s, qué vergüenza! -salió casi que cor
gente y también es dulce y espontá
o. No quería aceptar que la realidad es
su ropa y el encanto en los ojos de Laureti se esf
s, las mejoras, recuerda que tenemos una reunión donde tú debes ir conmigo -Demetrio
taba a su lado, comenzando a platicar to
o de Evangelina comenzó a rugir ferozme
n? Parece que tiene un león ahí
mientras bajaba la mi
a mí algo delicioso? -le dijo el
con una ce
pensó, sin responder na
frecerle, aún no cobró el primer pago y
tristeza en sus ojos, parecía que le causaba pena
s Eva? -le pr
a casa, he estado empeñada en ser una ingeniera reconocida en esta ciudad -habló con or
bservó, parecía que a fin de cuentas su jefe si tenía su corazó
tema, pero; sin embargo, no lo hacía al n
voy a adelantar el mes de sueldo -Eva abrió los labios sin c
rio, señor, y
ar ese negocio, es más, este mes es un regalo -respondió co
, y con algo de vergüenza
lo y a la vez tan promiscuo»
llamadas lo colapsaban, hasta decir más, aunque Eva veía como él deslizaba las llamadas de los
Laureti mirando fijamente a Eva, que h
puede comer gluten
uede pasar por un poco de
ó un servicio de deliver
-le preguntó Eva mientras llevab
o respi
mamá hace cinco años
-habló Eva en un susurro, mientras ve como
alcanzable Demetrio Laur
le encantaba cuando le decía señorita Anderson, la hacía sentir placer, era extraño, pero cada vez que é
veo, se volvió frío y distante -Eva tragó grueso, las palabras de su jefe habían
ar -dijo Demetrio
una pizca de maquillaje, y a pesar de eso su rostro se veía liso y suave; sus ojos de colo
pensó, sintiendo las pulsacion
o sin ellos, pero no tanto como para no notar los
el momento que, Demetrio se acercó a ella, qué inconscientemente mordía su labio inferior con fuerza, acto
er los de su secretaria, que en ese momento
que las sensaciones que siente en ese momento s
otro-. No soy una de esas mujeres fáciles con las que está acostumbrado
verla tan nerviosa y a la vez enojada, sus pupila
nando con la pared detrás. Podía sentir su
ás de tanta ropa -Eva se puso roja como un tomate, la respiración había comenzado a aband
s tentaciones Evangelin
e tenía, dándole una bofetada que hizo
e loca! -gri
ujerzuela, como Tamara! -gritó de vuelta en
que se esconde tras gafas y ropa holgada -las palabr
a! -señaló la pue
a mirada, haciendo un
gar como este ¿Qué se cree
¡¡despedida!!! -Eva lo miró con suma tristeza, pero man
ó dando un po
¡A mí! El hombre más millonario de la r
lo había despreciado, y Evangelina Anderson, que era una mujer "fea" y que no le interesaba en lo ab
uerte mareo y un dolor en el pecho; le
con algo de dificultad; estaba totalme
.
e, Evangelina se acos
a no tenía la culpa, solo tuvo compostura y no se dejó sobrellevar por el deseo
recordarlo, era sexi, muy sexi, y sus monos deportivos se lo habían demostrado
u jefe que eso, deseaba que fuera él quien rompiera la santidad que llevaba años guardando. Pero, tampoco q
sabor de la boca del italiano, en ese momento su centro comenzó a palpitar fuerte, y
i alguien pudiera verla cometiendo ese act
ando de controla
-Eva se quedó pensando unos segundo, no sabía qué deci
parece que está intoxicado y necesitamos a alguien que venga a hacerse c