a mente enferma como la de su abuelo, Magnus se cuestionaba l
s lo ay
a tía Agustina, conocida adicta a las compras-. Y las telas sintéticas
su camisa. Ni hablar de la ropa interior, él no
modos no tengo muchos gastos, des
arás sin auto, Magnu
para com
personas, sudorosas, húmedas, malolientes, ruidosas y apretadas, frotándose c
ginar un olor así, ya estab
una bicicleta -d
stina y se quedó en sile
bañarte, pero tú apenas y puedes usar un baño que no sea el de cas
aferró l
n nada baratos. No podrás conseguirlos y acabarás comiendo chatarra refinada, con exc
ubriéndose la boca. Fue hasta la ventana, la empujó y llenó sus p
suponía que lo realmente importante era la riqueza de esp
habrá dinero para pagarle a Irene -agregó
lena, ella había empez
ecuerdas esa sopa que hizo una vez? Faltaron baños para hacer
no tenía manos para la cocina, no señor.
y que tiene aficiones bastante caras. ¿Y
n pudiera callarla. Y lo peor era que ni siquiera decía
as sumidas en la pobreza ¿No te romperá el corazón, Magnus, ver
se divertía viéndolos recuperar su forma. Su cabello era suave, hermoso y olía muy b
ra mantenerlo hermoso, puede que incluso me quede calva, Magnus. ¡No permitas q
-dijo Elena, bien lejo
on furia y el puño
cerámicas, me va muy
do el ademán de aplaudi
a una manga más larga que la otra y estaba muy ajustado del cuello. No duró quince minutos con él puesto y casi
erámicas que pinté
cionarla con lo entusiasmada que estaba. Y le hab
que tanto esfuerzo nos ha costado sólo por un ca
ometerme y casarme p
a y, cuando acaben las cláusulas, te divorcias y ya, fin del asunto, conservamos lo que nos pertenece y tú sigues con tu vida y tu linda ropa, tu a
ondo, pero no todo estaba perdido, había una última carta
u juego enfer
abogados. El abuelo estaba loco, todos lo sabemos. Si logro comprobarlo, el testamento no tendrá v
empezaría ella a hacer una lista de posibles candidatas para ser la flamante