ítu
bot
a el stripper estaba bien vestido -pero eso no importaba ya que se veía muy sexy- y este lugar no estaba lleno de per
La cortina que fue parte del teatro donde supuestamente se incendiaba no estaba allí, Amy me había contado, mientra
sonando amable -.
musculosa y la mandíbula se veía dura. Sus dientes eran blanco como si estuviesen creados con leche. Sus ojos castaño
iva mientras que mi mano derecha estaba
de repente -Es para que no veas
agregando mientras hacía gesticulacion
porta, cóm
los labios rectos y las cejas elevadas, y optó por irse
varias sillas hasta montarse en la tarima y cruzar por detrás. Pe
hombres. El miedo volvió a recorrerme y los temblores de mis manos, aunque fueron parando cada vez que hablaba con el chico, entrando más en confianza, cont
nos del bar. Habían más botellas en el lugar, cientos, de hecho, sin embargo, esa fue la que captaron mis ojos debido al color y diseño de esta; blanca reluciente con unos diseños negros. M
implantado
o alcoholizado, pero por más que intentaba
da -r
o me diese una solución al problema de que n
res qu
dose. Aparté la mirada de la botella y observé como el chico caminaba mientras me
hombros -. El mundo hoy está e
V
uertes músculos que tenía en sus brazos y sus venas sobresaliendo de estos. Cubriendo su parte baja, tenía una bermuda negra con muchos bolsillos y unas sandalias del mismo color y la misma forma que su franela de guardia, cubriendo los pies con u
ocurrió, tiñendo aún más mis me
líquido espumoso salió de esta, embarrando completamente el perfecto y joven rostro del masculino que me ayudó a abr
quedó. Mis ojos se abrieron tanto que pensé qu
od
que solté,
de muy mala educación hacerlo. El momento, sin duda, fu
por su rostro, limpiándose la espuma, después azotaba sus mano
-Admití. Recordé que había agitado la botella y me sentí culpable por ello, pues el líquido, al
ontagiosas. Al principio no entendí el porqué de sus risas, sin embargo
faltaba mucho. Era imposible respirar mientras carcajeaba. Su cara aún con espumas notorias e
ercambiamos miradas y volvimos a estallar
an frecuencia debido al tremendo rato que estuvimos estallando en risa. Am
su vientre, ahora se marcaba el doble, mucho más. Se notaba hasta los duros que se podían sentir si alguien los tocara -Me siento muy pegajoso, puaj -comentó al final, sacudiéndose. Movió su cabello, azotándolo a los lados sin utilidad de sus manos, solo su cabeza, co
pinó, divertido -. Y disculpe si te mojé
donar unas pequeñas
r -propuse, queriendo aún r
evó la mirada hasta mi dirección y dejó la botella, l
año hay toallas por si te qui
cual le apreté su miembro masculino para prestarle el baño del club, aunque eso es lo menos que puedo hacer por salvarme de lo
endo el ceño, algo aturdid
rcástico, el tono de voz en que emitió esa p
e -le aclaré -.
, aunque se veía la esquina de donde quedaba la puer
ó -. Allí nos vestimos an
plasmó en su cara y sus ojos se achinaron de una manera similar. El stripper se dirigió al lugar que le había dicho
el lugar y debido a lo tarde de la madrugada que era, desde
fuera a
Oy
re, pero como era la única que estaba, s
Qu
a que me pue
-preguntó -¿Se te
o sucedido de ya hace c
elé lo
oco asustada, pero me salvas
qué, no te
estaba bien asegurada y así era. Me senté en el sitio, cruzándome de brazos. No duré mucho sentada por la razón de que la botella que estaba en el pasamano s
Oy
ó a l
apenas depositar mi traser
ué
de se supone que se entra
a ducharme sin m
la voz del macho, cre
ue no tenga la necesida
no tanto como él. Esas fueron las únicas palabras que pude soltar, no sa
ll, beybe. Opinó mi subconsciente. Joder,
crear nuevos pasos sensuales cuando me ducho,
ue no podría creer que vaya a crear gestiones y caminatas muchos más sensuales que esos, si es así serian una bomba explosiva. No dije nada, no hablé, no sabía qué decir, mi garganta fue qu
rimer gruñido -. La p
xtrañada, desde el
, levantando la voz, c
La regadera de detuvo. Lo más probabl
inquirí, mira
quido de la botella -indicó el que estaba dentro del baño. Miré hacia el lugar donde este antes estaba parado y donde se produjo la acción de
rpe, pues si él me dijo dónde estaba de con la i
raer si no es mo
e nerviosa al hablar.
sea, un
Bó
-Bóxer. ¿Me l
l nerviosismo mientras buscaba el interior no se
rta y decirle que ya tengo el bóxer al chico, mientras no dejaba de ver lo grande que era y la forma igual de grande que tenía en medio, pero justo cuando iba a tocar la puerta del baño esta fue abierta, y yo, sin poder concentrarme porque ya estaba haciéndolo con la r
do y con ras
asta su entrepierna. Tragué s
quilidad, tomándolo con una de sus manos como
an sólo solté un gemido algo a
ienes -dijo, burlón y pi
o que mis mejillas ardan más y pe
rtamudeé, nerviosa, extendiendo el interior a s
go se llevó el b
al, como si fuera algo común y corriente que una chica -yo- lo vea desnudo. Despu
cerró la puerta, dedicándome una sonris
i cuerpo se había esfumado cuando v
er
ba ca
estaba h
Me dirigí hasta el pasamano, lo rodeé hasta dar la vuelta y entrar por la puerta que estaba cerrada, aunque no tenía no tenía seguro. Dentro del congelador que estaba cerca, hurté entre las be
ntro. Miraba la puerta de entrada por el pánico que aún sentía
is
asta su dirección y escaneé entre el stripper que ya estaba vestido con una franela diferente, de color negra, aunque llevaba la misma bermuda y las mismas sandalias.
ones pegados caían por su frente, haciéndolo ver más sexy. Una pequeña sonrisa estaba implantada en su cara mientras avanzaba hasta donde mí, se le v
te, no me dejó decirlo porque al ya estar frente a mí, mie
que ya es h
tario me
positó dentro del bulto. Me levanté de mi asiento, frotando las palmas de mis manos con m
dijo: Dame el b
ue ese lado no
rey, en qué ra
s? -le
se conectaro
emostraban
él perv
Espero y estés bien, que ya
ando mis labios en una sonr
a, bien hecho, perfectamente tonificada. El de pelo azabache y, desde mi punto de vista, empiezo a sospechar por su belleza que, lo más
res? -p
é eso creando una cara de confusión. Él me comprendió y c
prendí -
a la puerta quité el seguro utilizando mis dedos, puesto a que lo único que tenía que hacer
is
l de la puerta, cuando la brisa fría se colaba por la misma, lo detuve con las siguientes palabras,
evantando la mano hasta la altura de m
me miró, i
i al
a dormi
sobre su eje por unos cortos segundos, después se dio media v
urmuró, mirándome -
a manera que me expresé fue de una forma en la que, obviamente, daba un significado muy diferente al que q
hay problemas contigo, o con tus padres, o esposa, o lo que sea. -Recalqué -Aún tengo miedo, de verdad que sí, tengo mucho miedo, imagina qu
silencio. Infló su pecho e i
lejos, sería imposible, además te dije que eso los dejaría dormir por una hora. -Hizo una pausa -En segundo lug
mencionó lo último. No me referí a eso, sino a
asombrada. Que
Se veía ansioso, perverso, malévolo, seductor, sexy. El stripper, camina
por tener s
e sus monta
borizada -Te pagaré porque p
atrás y cerró la puerta tras de él -. Además, está muy tarde para yo ir y regresar a mi depa, sería igual de peligroso, aunque no tengo miedo a esos rateros que puedo confirmar que ya están en la dele
e tomé importancia. La tranquilidad llegó a mi cuerpo. Sin disimular
no a mi cabello y me la pasé, desenredánd
ber qué decir, ambos imitamos el mismo gesto. El masculino caminó hasta donde estaba yo
de cejas bien alineadas que tenía junto con sus ojos. De verdad que este stripper ha salido de una página de modelos, de actores o porno, y l
respondí, evi
s sillas que había en el lugar. Yo hice lo mi
gunté, intentando ent
o quiero saber dónde vamos a
una habitación pequeña,
a jóvenes hormona
rme a sonrojar ante
equeño y cómodo, quizás
tie
S
chillaron al él hacerlo. El masculino me pidió que le enseñe donde es el lugar, a lo que yo accedí. Just
llamó, aunque no
oz sonó como
y le r
Qu
dormir d