Libros de Tina Royal
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Bailar con el fuego
Marco Rizzo es rico y poderoso. Consigue siempre lo que quiere, pero tiene a su padre presionándolo por un heredero. Esta vez, alguien le dice que no, por primera vez. Ámbar es una mujer hermosa, pero con una carga familiar. Necesita dinero, con urgencia, y está dispuesta a trabajar de lo que sea… excepto de una cosa. El baile es su pasión, y será su herramienta para salir del problema en que se encuentra sumergida. Lo que ninguno sabe, aún, es que ambos están jugando con fuego.
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Sirviendo a la mafia
Alessia es una joven acostumbrada a su independencia y a trabajar mucho para lograr subsistir desde que ha perdido a su familia en circunstancias sospechosas. Intenta sobrevivir, mientras busca desesperadamente una respuesta que le ayude a comprender los motivos de su soledad. Aunque intenta mostrarse fuerte, es en realidad una mujer con una gran sensibilidad y nobleza, que no teme demostrar. Valentino Amato es serio y muy reservado con sus sentimientos y su vida privada. Esto último es imprescindible, considerando el tipo de negocios que maneja y lo riesgoso de su singular trabajo. Sin embargo, tiene una única debilidad, que protege con unas y dientes: un hijo, al que consiente en exceso a menudo. Cuando sus caminos finalmente se encuentran, Alessia descubrirá que ese hombre estricto con nervios de acero y ojos de hielo es la llave para descifrar parte de su pasado, mientras que él encontrará en ella un atisbo de esperanza en su futuro.
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Destinada a ese hombre
Lilian trabajaba en un bar nocturno, rodeada de bullicio, durante la noche, donde una breve formación como "barwoman" la había ayudado a conseguir un lugar sirviendo tragos. Lo único que realmente le gustaba de ese sitio era la flexibilidad horaria, y la música. A menudo se imaginaba en medio de la pista, bailando. Alex llevaba todo el año observándola con deseo. No había tenido oportunidad de abordarla nunca, ya que Lilian no almorzaba en la universidad, no iba a los grupos de estudio en la sala común, no asistía a fiestas... Ahora estaba a su lado, oliendo a café, con una camisa fucsia con la que podía adivinar que no llevaba sostén, el pelo suelto y despeinado... tan distinta de las otras compañeras de clase, algunas de las cuáles ya conocía, y muy íntimamente. Porque, a diferencia de ella, Alex era de esos "niños mimados", que llegaba en su auto, tenía departamento pagado por sus padres y excelentes calificaciones, pues sus profesores lo amaban... aunque Lilian ignoraba completamente su existencia.