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La víctima del CEO

La víctima del CEO

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Salvatore De la Rosa, sexy, arrogante, frío y prepotente, con carácter hostil, de mirada profunda. CEO del conglomerado JAMCAVDROS. Conoce al amor de su vida siendo un adolescente. Con un resentimiento guardado por años y una sed de venganza lo llevará a cometer un error que le costará perder lo más preciado de su vida. (Sirena) le hará conocer la otra cara de la venganza. Amaranta Cristea, joven hermosa y eterna soñadora romántica, doctora en pediatría, desde muy niña se enamora de su Tritón, (Salvatore)sin imaginar que ese dulce y amable joven le hará conocer la otra cara del amor. Salvatore y Amaranta conocerán las dos cara del mismo sentimiento. En diferentes formas. El amor y la venganza.

Capítulo 1 PROMESA OLVIDADA

- Muy bien muñequita mía, ya estás completa mente sanita. Y estas son las indicaciones y las fórmulas que tiene que darle. esta princesa ya está muy bien.

Dijo la doctora a la mamá de su paciente.

- Muchas gracias doctora, es usted muy linda.

La paciente salió del consultorio junto a su madre. Era el último turno que tenía por hoy.

Amaranta Cristea suspiró profundo, masajeo su cien, quitó su bata blanca, arregló su cabello, tomó sus cosas y decidió salir del hospital.

Su celular suena, lo mira y es Adara Raphaella, su gemela.

- Turno terminado nos vemos en el departamento iré a preparar mis cosas.

- AmiCris, tengo una emergencia, auxiliarme por favor.

- ¿De que se trata?

- Una cirugía, de apendicitis el paciente tiene diez años.

Amaranta volvió a su consultorio para nuevamente estar en la sala de operaciones.

- Esta vez seré yo quien no llegue a tiempo al aeropuerto. - Se cuestionaba mientras caminaba en dirección a la sala de quirófano.

Llegó y pasó por el área de desinfección, usó la vestimenta y procedió a la intervención quirúrgica.

Tres horas después ya estaban en el área de recuperación viendo al paciente.

- Fue algo muy difícil con este paciente.

- Esperemos que salga bien en la recuperación

- Bien vamos tenemos un vuelo que tomar.

- ¿Xander aún está en el hospital? tenemos que llamarlo.

- Xander ya está en el aeropuerto solo faltamos nosotras.

- Pues vamos ya no hay tiempo de preparar cosas, allá compramos, deben estar muy impacientes.

Subieron a un auto las dos y salieron rumbo al aeropuerto.

Llegaron dejaron el auto y corrieron al hangar donde estaban todos esperando.

En el aeropuerto de Roma aterrizó un avión que traía a bordo un alma envenenada por el resentimiento de ver a su madre sufrir por muchos años.

Salvatore De la Rosa, iba con toda la intensión de cobrar una amarga venganza sin importar a quién se llevara por delante.

El destino dejaría que Salvatore, se cobrara su amarga venganza con un ser más puro y lleno de amor.

Salvatore, Amaranta Cristea y Adara Raphaella, como sincronizados por el destino caminaban por hangares diferentes para llegar a los pasillos, caminaron y de pronto Adara Raphaella decidió alejarse.

- AmiCris, regreso, voy al baño un momento. Espérame.

En ese momento en que Amaranta Cristea recibe la llamada de su hermana Gianna, sale corriendo y pum. Cayó de bruces al suelo, el joven con su agilidad logró detener el golpe que recibiría, quedando el, bajo ella.

Las palabras del desconocido la sacó de sus cavilaciones.

- Te tengo. - Le susurró entre sus labios.

Por que en el momento de caer, fue casi un roce de labios, sus ojos azules y profundos se perdieron en la oscuridad de esos ojos negros.

- Lo siento, no me fijé. De verdad lo siento.

Se disculpó Amaranta Cristea, al momento de ponerse de pie.

- Si estás pegada al celular, y no ves por donde vas. - Vocifero Salvatore.

- Te estoy pidiendo disculpas.- Respondió una enojada Amaranta.

- Ya cuando me tiraste al suelo y haciendo manchar mi traje.

Amaranta Cristea lo fulminó con la mirada.

- Eres un imbécil. ¿Sabías?

- Y tú una distraída. ¿Sabías?.

- Idiota.

Salvatore la miró irse furiosa, y una sonrisa se dibujó en su rostro.

" Hermosa." Pensó.

Salvatore salió del aeropuerto, subió en su Audi A3 Sportback negro, y fue al departamento.

- Llegamos familia. Listas para nuestras vacaciones en Hawáii.

- ¿Por qué ya nunca cambiamos nuestro destino de vacaciones?

Siempre estamos yendo al mismo lugar todos los años.

Reprochó Giannina.

-Te prometo que este será el último a Hawái, el próximo será donde ustedes quieran.

Todos abordaron al jet, y nuevamente estaban con destino a las islas hawaianas.

Todos hablaban, y reían.

- Yo descansaré un poco, me disculpo por no estar en tan animada charla. Dijo Amaranta Cristea caminando a una de las habitaciones.

- Tranquila hija, ve a descansar, debes estar muy cansada después de unas horas de cirugía.

- Gracias papá. - Dio besos volados y entró a la habitación se bañó y se dispuso a descansar.

Cerró los ojos y poco a poco Morfeo la arrulló entre sus brazos y se apoderó de ella.

" A paso lento caminó y se acercó a ella en el momento que de sus manos se caían algunos caracoles. El recogió uno muy hermoso que estaba a sus pies, era de color dorado casi brillante, y se acercó.

- ¡Hola! Pequeña sirena. - Saludó con una voz ronca, magnética pero dulce.

- Hola, hermoso Tritón. - Respondió Amaranta mirándolo fijamente a los ojos.

- ¿Tritón?

- ¡Si! Tú me llamaste sirena, yo te llamaré Tritón. - Respondió la hermosa sirena.

- ¿Coleccionas caracoles? - Preguntó ese apuesto tritón como lo llamaba ella.

- Si, me gustan los caracoles. ¿Y a ti?

- También, también me gustan. ¿Buscamos juntos? - Hizo una inocente invitación. - ese guapo desconocido.

Juntos caminaron por la orilla de la playa, de verla correr y su largo cabello jugando con el viento era la niña más hermosa que sus ojos vieron, su piel blanca estaba de un color rosa intenso, y sus mejillas eran dos tomates.

- El sol sonrojó tu rostro.- Expresó Salvatore rozando su dedo por esa rosada mejilla.

- Si, me gusta broncear mi piel.- Respondió una sonriente niña.

- ¿Vives aquí? - Interrogó la pequeña sirena.

- No, estoy de vacaciones. ¿Y tú?

- También. - La pequeña miró fijamente a los ojos negros profundo de Salvatore, ella sonrió y él le correspondió.

Corrieron por un momento entre risas, luego caminaron y tomaron de las manos, y se hicieron una promesa.

Que siempre se encontrarían ahí cada vacaciones.

- Quiero que siempre que vengas a este lugar me esperes. Que yo vendré a tu encuentro.

¿Lo prometes? apuesto tritón. - Le dijo la pequeña pelinegra.

- Quiero que cuando vengas a este lugar no olvides que aquí nos encontraremos, siempre. ¿Lo prometes?.

- Lo prometo Tritón. Siempre vendré a tu encuentro.

- Lo prometo sirena, siempre te estaré esperando. Toma este caracol, será el inicio de nuestro hilo del destino. - Lo puso en su mano, ella sonrió y lo recibió.

Ella puso uno en su mano también.

- Toma, este es el final de nuestro hilo del destino, yo tengo el inicio tu tendrás el final. Y nadie lo romperá.

- Es una promesa sirena.

- Es una promesa Tritón.

Siguieron caminando, hablando y corriendo hasta que la pequeña sirena decidió regresar.

- Ya tengo que regresar tengo mucho tiempo de estar lejos de mis hermanos.

- Está bien, te acompaño.

Regresaron nuevamente, ya sus hermanos iban a su encuentro.

- ¿Donde estabas pequeña escurridiza?

- Recogiendo caracoles con Tritón. - Dijo señalando al joven quien se despidió de ella.

- Adiós mi sirena. Nos vemos en nuestro lugar.

- Adiós mi Tritón, siempre estaré ahí."

Las horas de vuelo pasaron y una de las azafatas la llamó, tendría que buscar su asiento, el momento de aterrizar era próximo.

- Señorita Pierre, es hora de aterrizar.

Amaranta Cristea despertó de su dulce sueños, busca su pequeño caracol y se lo colocó en su cuello.

Luego del aterrizaje fueron a uno de los hoteles a descansar y empezar con lo que tenían programado.

Amaranta subió a su habitación y salió tan de prisa a la playa.

- Esta vez será, y si no estás sabré que olvidaste tu promesa y con ella a mí también. Esta será la última vez que te espere.

Caminó un largo rato por la orilla de la playa, y ni rastro y sombra de Tritón.

Así pasaron la semana de las vacaciones, cada tarde iba a recorrer los lugares de la playa y jamás volvió a saber de ese misterioso joven llamado Tritón.

Las vacaciones llegaron a su fin.

"Un Año más! y no volviste Tritón "

Una voz la sacó de sus cavilaciones.

- ¿En qué piensas hermanita? En ese sireno invisible.

Preguntó un sarcástico, Xander Dominick.

- ¡Cállate! No te importa.

Respondió dándole un golpe suave en su hombro. Xander Dominick abrazó a la más pequeña y frágil hermana.

- ¿Sabes bien que ya todos saben que cada que venimos tú vienes aquí?

-Lo sé, todos saben menos el. ¿Será que olvidó nuestra promesa, de siempre encontrarnos aquí.?

Preguntó algo nostálgica.

- Mira, que el día que lo encuentre, le voy a dar una golpiza al imbécil.

- ¡No harás eso! No tienes derecho. - Expresó muy asustada Amaranta Cristea.

- El tipo se olvidó de ti. - Dijo su hermano.

Xander Dominick vio la tristeza en sus ojos, tomó su barbilla, la miró a los ojos y .

- Perdóname hermanita. No me gusta verte ilusionada y luego decepcionada.

- Ya todo pasará, no siempre estaré esperando lo que no llegará o no desea llegar.

- Es hora de irnos.

- Si, jamás volveré a este lugar.

- ¿Nos vamos?

- Si, vamos.

Llegaron al hotel preparó sus cosas, quitó su collar con el pendiente de caracol y lo dejó sobre la cama.

"Ya no más Tritón. Aquí te conocí, aquí te quedas.

Amaranta salió de la habitación y mientras ella bajaba en el ascensor Adara entró a buscarla.

-¿AmiCris? Ya es hora.

Caminó al interior de la habitación y justo ahí sobre la cama estaba esa pequeña y preciosa joya de su hermana.

- ¿La olvidó? Que raro ella no la dejaría nunca.

Lo tomó y lo guardó en su cartera.

Volvieron a Roma después de unas largas vacaciones, repetían el lugar por qué Amaranta Cristea deseaba encontrar al joven que día a día le robó el corazón, solamente recordando su promesa.

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Recién lanzado: Capítulo 42 FIN   03-19 10:42
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