/0/1182/coverbig.jpg?v=60c2c17f9f31f35c1de5793d5820f792)
Sara Poezyn es una chica tranquila, normal y estudiosa, no le importa para nada lo que piensan de ella mientras esté bien consigo misma. Él, Wade Dhall. Un arrogante y como siempre, lindo dueño de la mejor empresa de California y consorcios internacionales, pero tiene ciertos secretos y defectos que según él, lo convierten en un monstruo. -Aléjate de mí, yo no soy bueno para ti -su voz se escucha en un susurro mientras me acorrala en la esquina del bar. -Dame una razón para hacerlo -lo observo fijamente tratando de descifrar su mensaje y de repente sus ojos se tornan amarillos. Pero que...
Advertencia de inicio.
CONTENIDO +18.
Esta historia contiene material vulgar, ofensivo, explícito y para adultos.
No me hago responsable por las mentes traumadas o los malos entendidos.
Dicho esto, a leer.
Prólogo
Pov Sara
-¿Es normal empezar diciendo que tengo 18 años? Me llamo Sara Poezyn, soy alta con una tez blanca, cabello cenizo y ojos azul profundo; antes vivía en Texas, pero actualmente me mudé a este estado, California. Y como ya saben, vida en otro lado es sinónimo a vida nueva, instituto nuevo, nuevos amigos, locuras y todo lo demás, pero no, yo no soy así; soy más pacífica, estudiosa, no hago amigos nuevos porque siento que es una perdida de tiempo y dios me libre de todas las atrocidades de los locos adolescentes hoy en día. De cierta forma puedo llegar a decir que soy una vieja atrapada en el cuerpo de una joven, y sí, soy la típica nerd, pero me agrada serlo -suspiro -aunque todo en esta ciudad esté bien, hay algo que no me deja dormir, algo que sé que él oculta. Esos ojos, esa mirada, esas señales ese modo de hablar... Recuerdo mi última vez en el bosque y como olvidarla si de repente al frente mío había un lobo oscuro como la noche de tres metros con unos ojos amarillos que brillaban en la oscuridad y de la nada se fue y llegó él -rasco mi cabeza -quiero entender que pasa, pero cada vez que doy un paso cercano entiendo menos a lo que me enfrento.
Pov Wade
-Yo soy, Wade Dhall. Empresario y dueño de la empresa número uno en California. Me describo como: lindo, seductor, arrogante, millonario y desgraciadamente mujeriego, pero claro que todo eso tiene una explicación. No me importa pasar por encima de los demás para conseguir lo que quiero, pero tengo secretos y defectos que afectan a mi vida si ella es humana y no entendiera sobre mí; yo no soy para ella, aunque la diosa de la luna así lo destino. Mis deberes son grandes y ella me dará más, pero tengo la necesidad de mirarla, vigilarla, tenerla cerca, su olor, su mirada, simplemente todo me atrae y yo ya no sé que decidir.
¿Qué pasará entre nosotros?
...
Nota de autora: -
Buenas!!! Soy una escritora nueva por aquí, asique no sé cómo funciona mucho esto, pero ya me iré adaptando >///<
Les pido de todo corazón que le den una oportunidad a esta novela, y si en cierto capítulo no les gusta pueden dejar de leer y eso :3 pero, por favor, denle una oportunidad por fis! :(
Puede que se rían, se enojen y hasta lloren XD
Os quiero <3
SGLOUD
Es verdad que todas las lobas quieren un Alpha, también es cierto que cualquiera daría lo que fuese por estar con uno, pero yo... No me considero de ese montón por tres simples razones, que son: 1. No creo en los típicos clichés. 2. Todo ese rollo de ser luna me parece aburrido. 3. Simplemente no me gusta nuestro próximo Alpha. Yo soy Jexi Dornam, la única chica de la manada que odia a nuestro queridísimo "Elián Dhall" o como yo le digo "El Chico Dhall".
En mis cortos años de vida he aprendido que: uno, soy una chica normal que cada día se convierte más en una persona vieja; dos, vengo de una familia muy peculiar para los demás humanos y, por último, no sé que me espera en el futuro. Tres cosas que me están carcomiendo la cabeza, aunque para ser sincera, creo que le meto mucha más mente de lo que debería. Pero... La pregunta del millón de dólares y mi más amplia preocupación mental a futuro es: ¿Podré encontrar a mi otro yo? Es un dilema que creo que deberías descubrir. ...
Yo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la vez muy normal para los adultos. Amir Dhall es... un total dios arrogante e hijo del jefe de mi padre. Se puede decir que odio muchas cosas de él, por ejemplo: sus brazos, rostro, cuando te mira como si fueses una cucaracha, su cuerpo de atleta mejorado y esos hermosos ojos azules; sin embargo, lo que más odio de él es que siempre está, a cada momento, donde yo estoy. Y eso me da mucho miedo, pero de igual forma, lo odio. O eso creo yo. ...
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".