/0/12666/coverbig.jpg?v=3f5a64d149c8761b905b614775851ee7)
Warrick Harrington, un codiciado millonario, se encuentra a punto de compartir su vida con una joven rebelde, Madelaine, la hermana de su mejor amigo. A pesar de su determinación por mantenerse alejado del amor, la convivencia con esta hermosa mujer promete desafiar sus expectativas. La proximidad y la inevitable atracción entre ellos sugieren la posibilidad de que algo más surja de esta convivencia, a pesar de las diferencias que los separan. ¿Qué sucederá cuando crucen el límite y llegue un desenlace desastroso?
-¡¿Estás demente?! -gritó Madelaine furibunda, mientras le reclamaba a su hermano la disparatada idea de quedarse bajo el mismo techo de su mejor amigo-. ¡No puedes hacer eso, soy mayor de edad y tomo mis propias decisiones!
Su hermano Stephen soltó una risa sarcástica y dejó los papeles a un lado de su escritorio. Pasaba la mayor parte del tiempo en su oficina, un lugar amplio, lujoso y ordenado. Sin embargo, la oscuridad reinaba en aquellas cuatro paredes y una soledad deprimente a la que su hermano se había habituado, pero ella recordaba en el pasado momentos dulces allí. Solo que ahora se habían esfumado de su memoria.
-Y por tus malas decisiones es que no pienso dejarte aquí sola. Entiéndelo de una vez, eres un peligro andante, revoltosa y siempre estás en problemas, ¿acaso no recuerdas lo que sucedió la última vez que fui demasiado permisivo contigo? -le recordó, haciendo que la chica bajara la mirada al suelo, claramente arrepentida-. Ya lo he decidido, así que te quedarás con Warrick, sí o sí.
Dijo el muchacho dando por terminada la conversación. Sin embargo, Madelaine no se rindió y siguió insistiendo.
-No es justo, el hecho de que haya actuado mal en el pasado no quiere decir que volveré a cometer los mismos errores -se defendió, viéndolo a los ojos, idénticos a los de su difunto padre-. He cambiado, todos merecemos una segunda oportunidad, por favor Stephen, permíteme demostrarte que no soy la misma de antes.
Le suplicó, colocando una mirada de cachorrito, esa que siempre funcionaba con el único familiar que le quedaba. Lamentablemente, sus padres habían fallecido cuando ella tenía apenas tres años y Stephen ocho. No podía ni siquiera recordarlos, era tan pequeña que a diferencia de su hermano, que sí tenía bellos recuerdos de sus padres, ella solo podía conformarse con las fotografías que su abuelo Malcolm, quien fue su tutor, le mostraba de quienes le dieron la vida.
Tristemente, años más tarde, su abuelo murió por causa de un infarto. Su partida fue dolorosa para los hermanos Hampson, pues nada volvió a ser lo mismo sin el alegre y amoroso hombre que se encargó de cuidarlos y darles lo que la vida les arrebató injustamente; su familia.
-No puedo -se levantó del sofá y se acercó a Madelaine-. Además, no es prudente que permanezcas aquí sola durante seis meses, estaré fuera de la ciudad y no quiero preocuparme sabiendo que algo malo te pueda ocurrir mientras estoy lejos de ti.
-Entonces quédate, o llévame contigo. Prometo que...
Su hermano negó con la cabeza. Era evidente que la chica no tenía idea del gran peso que tenía sobre sus hombros, ya que sería el próximo heredero de la empresa automotriz. Decidió esperar a terminar su carrera universitaria para estar mejor capacitado y sustituir a Malcolm Hampson. No era un trabajo fácil, y esperaba no decepcionarlo, aunque ya no se encontrara con ellos.
-Entiendes que debo encargarme de la empresa. El abuelo se hubiera decepcionado si no asumiera las riendas de lo que tanto le costó conseguir y construir con mucho esfuerzo -dijo, intentando convencer a su pequeña hermana.
La amaba, era el motivo por el cual seguía adelante, su mundo entero, y su deber como hermano mayor era cuidarla de los peligros que acechaban afuera. Aunque ella no lo viera de esa manera.
Madelaine se levantó resignada, comprendiendo que quizás su hermano estaría demasiado ocupado en la empresa como para hacerse cargo de ella. Por lo que si no podía ir, al menos deseaba quedarse en su hogar, aunque le costara convencer a su desconfiado hermano.
-Entiendo -soltó después de unos minutos-. Sin embargo, no veo necesario que tenga que quedarme con tu amigo, ya te dije que prometo portarme bien. Déjame quedarme aquí, por favor...
Apartó la mirada de ella, fingiendo que no le afectaba lo afligido que se sentía de separarse de lo único que le quedaba en la vida. La joven agachó la cabeza, comprendiendo que su hermano no confiaba en ella debido a la mala reputación que se había ganado. Pero eso no justificaba apartarla de sus amigos, lo que más le entristecía a la chica, estaría en una ciudad que no conocía en absoluto y lo peor es que bajo el cuidado del mejor amigo de su hermano. Casi no recordaba nada de él, solo su duro carácter y aquella seriedad que lo caracterizaba. ¿Cómo podría sobrevivir seis meses con ese hombre frío?
Tan solo pensarlo le daba pavor, imaginando que podría ser un peligro para ella.
-Lo siento cariño, pero no me harás cambiar de opinión. Ve a preparar tus cosas que mañana partiremos temprano -le dijo, besando su frente-. Todo lo que hago es por tu bien, algún día me lo agradecerás.
Madelaine resopló sonoramente, alejándose bruscamente de Stephen.
-¡Es injusto! -se quejó disgustada-. ¡Te odio! -masculló entre dientes, sintiendo los ojos empañarse. Sin esperar un segundo más, salió de la oficina de su hermano, dando un fuerte portazo que retumbó en las paredes del lugar.
El dolor se reflejó en la mirada del joven, aunque trató de no mostrarlo, diciéndose que las palabras de Madelaine no eran ciertas, solo estaba enojada. Suspiró pesadamente, cerrando los ojos unos breves segundos.
Decidió que hablaría con ella más tarde, cuando estuviera más calmada. No quería marcharse estando molesto con ella, solían arreglar sus desacuerdos antes de irse a la cama. Era como un ritual para ambos.
Solo esperaba que esta vez funcionara.
Después de unas largas horas de camino, los hermanos Hampson finalmente llegaron a la residencia "Harrington " en la prestigiosa ciudad de California. Madelaine observó un gran Chalet de tres plantas rodeado de zonas ajardinadas. Al poner un pie fuera del auto, sintió el sofocante sol quemando sus piernas descubiertas, ya que había optado por un vestido corto con estampado de flores rojas. El clima en California era totalmente diferente al de Nueva York, con lluvias en invierno y veranos secos.
La chica soltó un resoplido mientras se abanicaba el rostro, el calor era sofocante. No sabía cómo iba a soportar seis meses con ese dramático cambio de temperatura. Apenas acababa de llegar y ya no aguantaba ni un minuto más en ese lugar.
Avistó a un hombre acercarse a ellos, supuso que era el encargado de la casa, ya que vestía un uniforme negro.
-Oh, no sabía que venía al castillo del rey... -murmuró Madelaine con sorna hacia Stephen, quien estaba bajando sus maletas del auto.
-No empieces y compórtate. Sabes lo que hablamos en casa, no creo que sea necesario volver a repetirlo, ¿O sí?
La joven rodó los ojos, hastiada.
Detestaba que su hermano la tratara como si fuera una niña de cinco años, no lo era y a él parecía no importarle.
-Buenas tardes -saludó el hombre deteniéndose frente a Stephen.
-Buenas tardes -respondieron los hermanos Hampson al unísono, la menor con un completo desinterés mientras mantenía la vista clavada en sus zapatillas blancas.
-El señor Warrick tuvo que ir a chequear algunas cosas en el viñedo, aseguró que no tardará en recibirlos -informó amable.
-Bien, muchas gracias. Lo esperamos dentro -respondió el hermano mayor arrastrando las maletas en el suelo asfaltado.
Madelaine los siguió, cargando una pequeña maleta con algunas de sus pertenencias. No había traído mucha ropa, ya que su hermano se lo había prohibido, argumentando que le dejaría una tarjeta de crédito para que comprara lo que necesitara.
***
En el día de su boda, Laura se encuentra en el centro de un devastador escándalo cuando su prometido la deja plantada en el altar tras recibir una llamada de su exnovio. Humillada y llena de dolor, Laura decide reinventarse y dejar atrás su pasado, embarcándose en un viaje de autodescubrimiento y transformación personal. A medida que intenta sanar, conoce a Daniel, un joven encantador y carismático, en un club de actividades al aire libre. Lo que comienza como una amistad reconfortante rápidamente se convierte en una conexión profunda. Sin embargo, cuando Laura descubre que Daniel proviene de una familia adinerada y tiene un estatus de heredero, sus inseguridades resurgen. Mientras ambos enfrentan las expectativas de la sociedad y las presiones familiares, Laura debe decidir si está dispuesta a abrir su corazón nuevamente.
María Montero, una joven que escapa de los abusos de su padrastro en busca de libertad y un nuevo comienzo. Sin embargo, su huida toma un giro inesperado cuando es atropellada por Andrew de la Torre, un atractivo y adinerado millonario. Despertando en una mansión desconocida, María se encuentra bajo el cuidado de Andrew, quien le explica que el accidente no puede salir a la luz. En un intento de protegerla y salvar su reputación, Andrew le propone un matrimonio de conveniencia. A medida que conviven, la relación entre ellos evoluciona de la frialdad a la complicidad, y María comienza a ver a Andrew como más que un extraño. Sin embargo, su felicidad se ve amenazada por un escándalo mediático y la venganza de un antiguo socio de Andrew que busca destruir su imagen. En medio de esta tormenta, María descubre que está embarazada, lo que la lleva a enfrentarse a sus propios miedos y secretos. A medida que la pareja navega por las dificultades externas e internas, descubren que el amor verdadero puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Juntos, luchan por su felicidad y su futuro, demostrando que, a pesar de las adversidades, pueden encontrar la luz en la oscuridad.
Ana Clark, una joven de veintiocho años atrapada en una búsqueda laboral infructuosa, enfrenta la desesperación por la salud de su padre. Cuando recibe una sorprendente propuesta de Dominic Ivanov, un millonario enigmático, se le ofrece una solución a cambio de un matrimonio sin amor por un año. A pesar de sus reservas, Ana acepta el trato, sintiendo que no tiene más opciones. A medida que se adentra en esta nueva vida, se enfrenta a la frialdad de Dominic y la incertidumbre de un futuro lleno de sombras, luchando por encontrar su camino en medio de un acuerdo que desafía sus valores y sueños.
Karim solo cree que sus padres desean verlo casado con una mujer fuera de los focos y de reputación intachable, pero la turbia realidad es que le presentan a una joven Virgen, que fue robada, a quien deberá desposar. El hombre de negocios, rico y frío, será la cruel pesadilla de Juliette, quien deberá vivir atada al millonario, en una jaula opresora, y más cuando él le exige que debe darle un hijo.
Claudia, una joven artista con grandes sueños, es raptada y subastada en un evento clandestino. Su comprador, Jonathan de Luca, un magnate con un oscuro pasado, la mantiene en un mundo de lujo y opresión, mostrando una naturaleza posesiva y dominante. Atrapada entre el miedo y una extraña atracción hacia él, Claudia lucha por mantener su identidad mientras intenta escapar de su control. A medida que descubre los demonios que atormentan a Jonathan, se enfrenta a una decisión crucial: someterse a su voluntad o luchar por su libertad.
Valeria descubre que su novio le fue infiel con su mejor amiga y, en su dolor, se aleja de todo. Tras un trágico accidente que le hace perder su bebé, Alejandro Salazar, un magnate que desea remediar su culpa, le propone matrimonio. Sin embargo, Valeria se enfrenta a una nueva realidad al enterarse de que está embarazada de él. En medio de emociones contradictorias, deberá decidir si abrir su corazón nuevamente y encontrar el amor en un mar de traiciones y redención.
Janice, la heredera legítima olvidada hace tiempo, se abrió camino de vuelta a su familia, volcándose en ganarse sus corazones. Sin embargo, tuvo que renunciar a su propia identidad, sus credenciales académicas y sus obras creativas en favor de su hermana adoptiva. A cambio de sus sacrificios, no encontró calor, sino un mayor abandono. Decidida, Janice juró cortar todo vínculo emocional con ellos. Tras quitarse la máscara, ahora era conocida como maestra en artes marciales, experta médica y célebre diseñadora que sabe ocho idiomas. Con una nueva determinación, declaró: "A partir de hoy, nadie de esta familia se cruzará conmigo".
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Sara es una joven estudiante universitaria que huyó de su casa, conoció al anciano Rafael Moretti y este le brindó su protección a cambio de que se casara con su nieto. Tres años después Sara seguía sin conocer a su esposo y una noche bajo los efectos de una droga terminó durmiendo con un desconocido que resultó ser su propio esposo. Hugo es un joven empresario que ama disfrutar de la vida y las mujeres, solo hay tres tipos con los que no se mete, menores edad, novias de sus amigos y mujeres casadas, Hugo odia a las mujeres infieles, la ironía de la situación es que él siempre que le es imposible es infiel a su esposa. Hasta que conoce por casualidad a una chica poco femenina y de carácter fuerte que termina siendo la mujer con la que lleva tres años de matrimonio. Ambos quieren divorciarse debido a malos entendidos pero el anciano Rafael Moretti no se lo permitirá hasta que pasen un año conociéndose y conviviendo juntos. ¿Qué les depara el destino? ¿Después de 1 año juntos sus planes aún serán los mismos?
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."