Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero... mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Por Irina
La sonrisa de Paty, mi madrastra, no se borraba de su rostro.
Parecía no darse cuenta que estábamos reunidas escuchando el testamento de mi difunto padre.
Descuento que no sufrió ni un poco, al quedarse viuda.
Siempre fue una maldita, al igual que su hija, y juntas confabularon en mi contra, haciéndome la vida imposible.
Mi padre le dejó a ella y a Rosie, mi media hermana, la mansión en donde vivíamos, eso no lo entiendo demasiado, pero tampoco me importaba.
Aclaró, en el testamento, que yo podía tomar todo lo que una vez perteneció a mi madre y por supuesto, todas mis pertenencias.
Desde ese momento tenía 48 horas para sacar mis cosas del lugar en donde nací y me crié.
Me dolía, por supuesto, pero tampoco me interesaba seguir conviviendo con ellas.
Los recuerdos de mi madre en esa casa, se fueron diluyendo y sólo quedaron en mi mente los días en que no salía de mi habitación para no cruzarme con Rosie y así evitaba ser víctima de sus maldades, aunque no siempre lo lograba.
Escuché que el abogado dice que mi padre me transfiere una propiedad de mi abuela materna, que quedaba en la avenida San Basilio, dijo la numeración y también dijo que hasta ese momento él había sido mi albacea.
Eso no le gustó para nada a Paty, hasta le preguntó al abogado, interrumpiendo la lectura, porque esa propiedad me correspondía sólo a mí.
-Esa propiedad era de la señora Fabiola Márquez, abuela materna de la señorita Irina Kroes.
-Pero yo era la esposa de Máximo Kroes.
-Señora, esa propiedad ni siquiera era de su difunto esposo, permítame continuar con la lectura del testamento, por favor.
No abrí la boca, aunque no estaba enterada que dicha propiedad existía, la dirección me era familiar, pero no sabía porqué, estaba segura que mi abuela nunca vivió en la dirección que había nombrado el abogado.
Hablaron de los tres autos que había en el garaje del que hasta hoy fue mi hogar.
La situación no dejaba de ser rara, nos dejó uno a nombre de cada una y por supuesto, el auto que me correspondió era el de menor valor.
Tampoco me importaba, no veía la hora de hacer mis valijas e irme de allí.
Me di cuenta que mi padre siempre fue manejado por Paty.
Por culpa de ella falleció mi madre.
Mi madre se enteró de la infidelidad de mi padre, porque Paty apareció en la puerta de casa, con una niña que tenía mi misma edad...
Paty había sido su secretaria y terminó siendo su amante, las dos, es decir mi madre y ella, quedaron embarazadas, más o menos al mismo tiempo.
Él negó seguir involucrado con esa mujer, le juró que fue solo una vez.
Por supuesto que mi madre no le creyó.
Paty dijo que no se iba a mover de la puerta de casa, que también le correspondía ser la señora Kroes.
Recuerdo que ellos discutieron como jamás lo habían hecho y de repente mi madre me tomó de la mano y subimos al auto que solía manejar, ella iba llorando, desesperada, yo estaba en el asiento trasero, hecha casi un bollito, cuando sentí que giramos muchas veces dentro del auto, ella no tenía cinturón de seguridad y yo sí...
Salió despedida y murió en el acto, mi padre la estaba siguiendo en su vehículo, sus lágrimas mojaban mi rostro al sacarme del auto, hasta el día de hoy las siento.
Paty aprovechó el momento y se instaló en nuestra casa, y él no pudo o no quiso sacarla.
Sé que mi papá lloró a mi madre hasta el día de su muerte, no obstante, años después del fallecimiento de mi madre, se casó con esa mujer.
Eran tan lejanos en el tiempo aquellos recuerdos y sin embargo, recuerdo todo como si fuera ayer.
Mis lágrimas caen.
Entiendo que mi padre estaba decepcionado de mí.
¡Juro que no es por mi culpa!
El carraspeo del abogado me saca de mis pensamientos.
-La fábrica de calzado, Calzados Kroes, se divide de la siguiente manera, el 50% corresponde a la señora Paty Benites de Kroes, el 50 % restante se divide en partes iguales entre sus dos hijas, las señoritas Irina Kroes y la señorita Rosie Kroes.
A Paty no le gustó que mi padre me haya dejado un 25 % de esa fábrica, yo también siento que es injusto, porque fue mi madre la que estuvo a su lado cuando la fundó... aunque mi madrastra era su secretaria, pero no sé si en ese momento ya lo era.
-El director general de Calzados Kroes es el señor Roque Cassani, las señoritas tienen un puesto honorario y no es necesario que estén presentes el las reuniones de directorio, lo pueden hacer si lo desean, la votación tiene validez de acuerdo a las acciones que posean cada una.
Se les va a depositar mensualmente los dividendos.
Siguió hablando.
Yo pensaba que no tendría voz ni voto en esas reuniones, porque ellas tenían el 75% de la fábrica.
A Paty y a su hija, les encantaba gastar a cuatro manos, creo que la fábrica se va a ir a la deriva.
Salvo que Roque Cassani pueda hacerse cargo y manejar a las dos arpías...
Pero él siempre fue manejado por Rosie.
¿Qué pensaba mi padre?
Me llamó la atención que no nombraran las otras fábricas, iba a preguntar por eso, cuando se adelantó Paty.
-Máximo era dueño de muchas empresas y no las nombraron.
Le reclama al abogado, lo hace de mala manera e interrumpiendo cuando él estaba hablando.
-Señora, esas fábricas fueron vendidas hace cinco años, solo quedó Calzados Kroes.
Yo no sabía que estábamos mal financiera y económicamente.
Mi padre debe haber sufrido mucho al deshacerse de sus fábricas, nunca comentó nada y por lo que estoy escuchando, ni siquiera Paty lo sabía.
La que estaba callada era Rosie.
Aunque ya había hablado demasiado el día en que él falleció y también al día siguiente, en el velatorio, cuándo estaba a los gritos, y me acusó, diciendo que él había fallecido por mi culpa, por ser mala hija.
Que su paro cardíaco se lo provoqué cuando le dije que estaba embarazada.
Tengo 20 y es verdad, estoy embarazada y juro que no sé qué sucedió la noche en que quedé embarazada, ni sé quién es el padre de mi bebé.
Simplemente me violaron y eso sucedió en mi casa y dentro de mi propio cuarto.
Gracias a Paty y a Rosie, mi padre no creyó mi versión.
¡Rosie hasta dio detalles de mi intimidad, una que no existió!
Desde el día que falleció mi madre, Paty se adueñó de nuestra casa, cuando mi padre salió detrás de mi madre, ella entró y directamente se instaló.
No sé si fue debilidad de parte de mi padre o si realmente no hubo nada legal que se pudiera hacer para que esa mujer se fuera.
Supongo que fueron un montón de factores los que influyeron para que las cosas sucedieran así.
Mi padre estaba deprimido, pese a todo sé que amaba a mi madre y estaba abatido cuando ella falleció en ese accidente.
Se sentía culpable.
Su carácter cambió desde ese fatídico día.
Paty no se movió de casa.
Ellos, en un principio dormían en cuartos separados y recuerdo que me resultaba extraño que esa mujer estuviera todo el tiempo en camisón.
Tardé en darme cuenta que sus intenciones eran seducir a mi padre.
En algún momento lo debe haber logrado, porque años después no solo dormían juntos, sino que habían contraído matrimonio.
Nunca hubo mucha armonía entre ellos.
Esa unión no duró como tal, porque desde hacía bastante, mi padre dormía en otra habitación.
Creo que desde hacía cinco años, aproximadamente.
Paty era un clavo en un zapato.
-¡Quiero saber que sucedió con el dinero de esas empresas!
-¡Lo habrás gastado vos!
Dije sin poder contenerme.
Ya no soy la niña desvalida, ni la adolescente que Rosie tenía de punto y su madre la apañaba, dando vuelta cualquier injusticia de la que fui víctima y fueron muchísimas.
No puedo asegurarlo, porque no tengo pruebas, pero estoy segura que Rosie tuvo que ver con mi violación y posterior embarazo.
Juro que yo estaba desvanecida, y el hombre o los hombres que abusaron de mí, fueron tan cuidadosos que no me lastimaron, es decir que no dejaron huellas en mi piel, ni hematomas.
A la mañana siguiente de ese suceso, me desperté con un ardor en mi zona íntima y la sábana estaba manchada de sangre, pero eran solo unas gotas.
No le dí demasiada importancia.
Pensé que podría ser un enfriamiento, cistitis, cualquier cosa, no estaba segura, cuando me decidí por ir al médico el ardor había cedido.
Luego me faltó la regla.
Al principio creí que era un atraso, tal vez por nervios, estaba preparando muchas materias en la facultad, estudiaba dos carreras, y por otro lado tenía que rendir el examen final de alemán.
Pasaron tres semanas y como no me indispuse, decidí ir al médico, nunca se me ocurrió que podría estar embarazada.
¡Era virgen!
Cuando el doctor me lo dijo, lo negué, hasta que recordé la sangre en mis sábanas y el ardor de esos días.
Le expliqué al médico que sucedió, ya era tarde para hacer alguna denuncia, y sin indicio de quién podría ser el padre de mi bebé, tampoco podría exigirle a nadie una prueba de paternidad.
No tuve mejor idea que comunicárselo a mi padre con las dos malditas presentes.
Fue el peor error de mi vida.
Les di la oportunidad de que me defenestren e hicieran de mí un trapo de piso.
Fui inocente.
Mi padre lloraba.
Yo le juraba que no sabía que había sucedido, fui muy ingenua al no hablar a solas ese tema.
Fue todo caótico.
En ese instante me di cuenta que Rosie estaba implicada en lo que me sucedió.
Tuve una sola amiga, pero lamentablemente, al crecer, se unió, mejor dicho secundó todas y cada una de las atrocidades de la que me hizo padecer Rosie.
Al descubrir que no tenía en quién confiar, me recluí en mi cuarto voluntariamente y el tiempo en que no estaba en el colegio o en la facultad, me dediqué a estudiar varios idiomas, de manera online.
Mi padre pagaba gustoso las distintas clases.
El abogado nos pidió silencio y siguió leyendo el testamento.
Paty insistió con las otras empresas y con una propiedad, importante, en la zona costera.
El licenciado se limitó a decir que todo se vendió para pagar deudas y que Calzados Kroes, es lo único que nos quedaba.
Mi corazón se llenó de tristeza.
¡Por cuánto pasó mi padre!
No sé qué sucedió ni cuándo se perdieron esas posesiones, pero lo voy a averiguar, aunque realmente, no me importa el tema económico, claro que vivíamos con muchos lujos, pero yo ni siquiera los disfrutaba.
Con lograr pasar un día sin ser atormentada por mi verdugo, ya era un logro y así eran todos los días de mi vida.
Creí que Rosie se había tranquilizado, al menos un poco, pero no fue así.
¡Me violaron!
Ella fue culpable, al menos cómplice, su mente es macabra.
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
Para Alejandro, un Ceo poderoso, millonario, atractivo, mujeriego y caprichoso, fue una sorpresa que su nueva secretaria se negase a acostarse con él, cuando todas caían a sus pies. Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres. Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
"¡Firma los papeles del divorcio y lárgate!". Leanna se casó para pagar una deuda, pero fue traicionada por su marido y rechazada por su familia política. Viendo que sus esfuerzos eran en vano, aceptó divorciarse y reclamó su mitad de las propiedades. Con la cartera repleta gracias al divorcio, Leanna disfrutó de su nueva libertad. Sin embargo, la amante de su ex la acosaba, pero Leanna logró lidiar con ella. Además, ella retomó sus identidades de hacker de primera, campeona de carreras, profesora de medicina y diseñadora de joyas de renombre. Entonces alguien descubrió su secreto. Matthew sonrió y le preguntó: "¿Me quieres como tu próximo marido?".
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?