/0/13712/coverbig.jpg?v=d5491fa923301d0d042d922751cc7391)
Vincent Landon, un magnate que amasa una gran fortuna tiene secretos oscuros pero nadie los conoce. Así que Stella Rudford una periodista de oficina, se hace pasar por su secretaria para revelar sus más oscuros secretos, con lo que no contaba era que un amor iba a surgir. Vincent comprometido y apunto de casarse, se encontraba ahora en los brazos de Stella.
Stella Rudford se ajustó los lentes y miró su reflejo en el espejo del pequeño baño de la cafetería. Su corazón latía con fuerza, y una mezcla de emoción y nerviosismo recorría su cuerpo.
Hoy no era un día cualquiera; hoy era el inicio de su misión más arriesgada como periodista. La redacción del diario donde trabajaba llevaba meses detrás de Vincent Landon, un magnate cuya fortuna y poder eran tan inmensos como sus secretos.
Acusaciones de corrupción, lavado de dinero y otros crímenes oscuros rondaban su nombre, pero nadie había logrado obtener pruebas contundentes.
La misión de Stella era clara: infiltrarse en su imperio como su nueva secretaria personal y descubrir la verdad y revelarla a internacionalmente.
Stella salió del baño y caminó hacia la entrada del rascacielos que dominaba el horizonte de la ciudad.
El imponente edificio de Bank Landon reflejaba el sol de la mañana, y cada paso que daba hacia él parecía resonar con el eco de su determinación.
-¿Señorita Rudford? -preguntó el guardia de seguridad al verla acercarse-. La están esperando en el piso 15.
Asintió y entró al ascensor, sintiendo que las puertas metálicas cerraban no solo el ascensor, sino también su antigua vida de periodista de oficina.
Al llegar al piso 42, un pasillo silencioso y elegantemente decorado la condujo a una gran oficina donde la asistente personal de Vincent, una mujer llamada Tera, la esperaba con una sonrisa profesional.
-Bienvenida, Stella -dijo Tera-. El señor Landon la verá ahora.
Tera la guió a través de un par de puertas dobles de madera maciza que se abrieron para revelar una oficina impresionante.
Vincent Landon estaba sentado detrás de su escritorio, mirando su tableta. Era un hombre alto, de cabello oscuro y ojos penetrantes, con una presencia que imponía respeto y autoridad.
-Señorita Rudford, es un placer conocerla -dijo, levantando la cabeza para enfrentarla-. He revisado su currículum y su experiencia es impresionante. Pero aquí no buscamos solo habilidades, buscamos lealtad y discreción.
Stella asintió, ocultando su nerviosismo. Sabía que debía ganarse su confianza sin levantar sospechas.
-Entiendo, señor Landon. Estoy aquí para dar lo mejor de mí y aprender de los mejores. Vincent la observó por un momento que pareció eterno, evaluando cada palabra y cada gesto.
Finalmente, una leve sonrisa apareció en su rostro.
-Bien, comencemos entonces. Tera le mostrará sus tareas y le presentará al equipo- Dijo volviéndose a su tableta.
Stella salió llena de nervios ocultos, no podía ser encubierta, porque sería también el final de su carrera como periodista novata.
-El señor Landon es muy exigente, sus secretarias no tardan en renunciar, su agenda es muy estricta y debe llevarse al pie de la letra- Le explicaba Tera con amabilidad.
Stella tragó hondo antes de responder, ¿Qué se suponía que era eso?.
-Además el señor Landon busca personas discreta, y si no lo eres, pues estarás en problemas y si revelas sus detalles laborales o vida privada, eres un pez muerto y serás comida para él- Dijo Tera una vez más al continuar.
Stella deseaba en ese momento salir corriendo, no esperaba que fuera tan difícil poder tener una nota informativa sobre su nuevo jefe.
-¿Algo más que tenga que saber?- Pregunta con la voz quebrada.
-Si, nada de lo que veas debes comentarlo, en este edificio, lo que pasa aquí, aquí se queda.
Stella se queda pasmada unos instantes, como periodista piensa que las cosas que se dice de Vincent Landon son ciertas.
Era un hombre que ¿Lavaba dinero, corrupto y de crímenes ocultos?.
Después de pasar por toda la empresa, al finalizar el día, un poco exhausta, pensaba en marcharse, sin embargo cuando pensaba entrar al ascensor, Tera se dirigió con urgencia hasta ella.
-Tu jefe quiere verte ahora. Menos mal que te encontré a tiempo- Dijo con desespero.
Stella un poco nerviosa, camina hasta la oficina de su nuevo jefe, aún tenía la espinita de que podía ser descubierta y al mismo tiempo descuartizada.
-¡Si, señor!- Dijo tan pronto abrió la puerta.
-A primera hora mande un ramo de flores rojas con chocolates blancos. Por favor hágalo, he enviado la dirección a su correo electrónico- Dijo sin levantar la mirada de algunos papales.
-¡Sí, señor!- Respondió sin agregar nada más.
Stella se quedó por unos instantes mirando a su jefe, miraba lo que él escritorio le permitía ver. Mientras sus manos se movía, Stella pudo ver que en una de ellas había un tatuaje.
Se preguntaba como un hombre como él, podría tener en cuerpo tinta.
-¿Qué hace ahí parada Stella?. Puede marcharse- Dijo al frenar sus pensamientos.
Cuando Stella salió de la oficina, se entró en su coche, un auto que no era del año pero le funcionaba para movilizarse a otros lugares.
Tan rápido se sentó en su auto, tomó su nota de apuntes y empezó a escribir las cosas que más le generaban confusión.
-Lograré lo que nadie pudo, yo me ganaré ese ascenso- Se dijo con altas expectativas sobre sí misma.
La mañana siguiente, al llegar a la oficina, como buena trabajadora, lo primero que hizo fue revisar su correo y enviar el pedido de Vincent.
"¿Quién era ella?" Se preguntaba.
-Si te preguntas a quien le envías esas flores, es a su prometida Valencia, ella está fuera del país por asuntos de negocios- Dijo Tera con buen ánimo.
-¿Prometida?. Pero nunca ha hablado de ella en público- Le respondió con confusión.
-Ya te dije que todo lo que se habla aquí, aquí se queda.
El teléfono del escritorio de Stella suena interrumpiendo la confusa conversación, tan rápido lo toma, cuelga y se dirige hacia la oficina de Vincent.
Al ir un poco apresurada, abrió la puerta con rapidez e hizo que su cuerpo chocara con el de Vincent, el la detuvo justo a tiempo en sus brazos.
Vincent miraba los ojos azules claros de Stella, tenía un rostro sin mancha y hoyuelos que se formaban al sonreír.
-Disculpe señor, a veces puedo ser torpe- Dijo mientras se mordía inconsciente el labio.
El amor es una cosa a veces difícil de entender pero es lo que mueve al mundo para no morir desahuciado.
la vida es libre aunque a veces es presa, pero el amor puede superar todas las dificultades de este mundo, ese es el monto que nos impulsa diario.
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Una propuesta de matrimonio cambia la vida de Rebeca y su hija para siempre, ya que el millonario y atractivo Damon necesita de una esposa para heredar lo que por derecho le pertenece. Sin embargo, más que por heredar una gran riqueza este lo hace para véngase de su padre y para que no desperdicie el patrimonio de su familia con su querida amante.
Ailan Caroline Miller rica heredera se prometió que ningún hombre la querría por su dinero, se trasladó a trabajar como jefa de diseño a las empresas de su familia en Londres, vivía como una chica normal. Conoció a Walter Patel, y dos meses después, y se casó con él. Casi desde el primer momento se arrepintió de su matrimonio, vivían con su suegra, que la trataba fatal. Para colmo, su mellizo, Roy William trasladó la sede central del grupo Miller, a Londres, para estar cerca de ella. Todos estalló el día que, sorprendido a su marido en una fiesta con dos mujeres, le pidió el divorcio, y se fue, en un hotel, donde acabo con todas las botellas del bar de su habitación, y pidió un hombre para esa noche, en su borrachera, salió a buscar a su acompañante, y se equivocó de habitación, pasando a la noche con un desconocido, que resultó ser Finlay Alacintye, el multimillonario presidente de M.F.P. Global multinacional, que la confundió con un regalo de un amigo, a la mañana siguiente ella huyó dejando su tarjeta de identidad, la de su verdadera identidad. Así que tomo una decisión, sólo había una única compensación posible para él. Ella era suya, y para siempre.
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".