Para salvar a su familia de la mala situación económica, cedió al dinero y rompió con él. Ella contuvo el dolor y lo vio irse. Siete años después, cuando volvió a encontrarse con él, no había amor por ella en sus ojos. Solo vino a verla por un trato. Necesitaba su riñón para salvar a otra mujer. Sin embargo, todavía sentía algo por él y quería aprovechar esa oportunidad para volver con él.
Joyce Lu estaba soñando, y en el sueño reproducía una escena que creía haber olvidado por completo.
En una calle cerca de la escuela, el sol brillaba intensamente, y aunque un árbol le daba sombra, no se sintió mejor, pues solo la hacía sentir congestionada.
Al mediodía, el sol estaba directamente encima, abrasando el pavimento. Dos figuras solitarias se encontraban bajo el árbol. Una era ella misma y la otra la madre de Braydon Huo, su novio, quien tenía los labios fruncidos con desdén.
"Joyce, te puedo dar tres millones para ayudar a la familia Lu a salir de su situación actual. Pero tengo una condición, quiero que dejes a mi hijo". La mujer agitó un cheque frente al rostro de la chica. "Termina con él", le dijo en voz baja, pronunciando lentamente cada palabra.
A Joyce le picaban los ojos, tal vez por el sol, pero le sonrió dulcemente a la madre de su novio. "No, señora. Amo a Braydon, y no estoy con él por el dinero".
"¿Amar?", se mofó la mujer. Ese sentimiento no valía nada para ella
"Déjame ponértelo de esta manera. ¿Cuál es más importante, el futuro de la familia Lu o tu amor por mi hijo?".
Sus palabras mordaces hicieron que la joven se pusiera pálida. La mujer le sonrió condescendientemente y le tocó suavemente el pelo. "Tus padres han sido buenos contigo desde niña. ¿Eso no significa nada para ti?
Permíteme que te lo ponga fácil. Puedes proteger los esfuerzos de toda la vida de tus padres abandonando una relación prescindible. Este trato realmente merece la pena".
Joyce quiso refutar, pero en ese momento, sintió como si no pudiera hablar.
Las quejas de sus padres no habían pasado desapercibidas. Conocía las dificultades por las que estaban pasando. La chica cerró los ojos para evitar que las lágrimas cayeran y respondió con calma: "Está bien, lo haré".
Cuando tomó el cheque, la imagen que tenía delante se arrugó de repente hasta distorsionarse. El rostro de la mujer se transformó en el de Braydon.
Ya no estaba en la calle cerca de la escuela, ahora estaba en un club, con un vestido ceñido. Estaba sentada tranquilamente en medio del caos del lugar y encendió un cigarrillo. De pie frente a ella estaba su novio furioso.
"¿Qué está sucediendo, Joyce? ¡Explícate ya!", le dijo señalando con un dedo al hombre inconsciente en el suelo, al que había noqueado segundos antes.
Era la primera vez que ella fumaba, pero de alguna manera, lo hacía con naturalidad. Le dio una profunda calada al cigarrillo y exhaló el humo lentamente. "Nada. Casi me acuesto con alguien a tus espaldas. Pero me descubriste antes de que nos pusiéramos a ello".
"¿Que estuviste a punto de acostarte con otra persona?".
Con una mirada enloquecida, él fijó su mirada en el chupón del cuello de ella. Entonces apretó los dientes y dijo en un tono brusco: "Oh, eres tan honesta. Me da asco".
Los delgados dedos que sostenían el cigarrillo temblaban ligeramente. Joyce se revolvió el pelo y sonrió con encanto. "Gracias por el cumplido".
Por su parte, el chico no podía creer lo que oía, quería vomitar. "Joyce, terminamos. Nunca vuelvas a aparecer frente a mí. No puedo soportar ver a una perra que se ha acostado con innumerables hombres".
Luego se dio la vuelta abruptamente y abandonó el club.
El sonido de la puerta al cerrarse de golpe fue ensordecedor. La chica se atragantó y el penetrante olor a humo la hizo toser fuerte.
Sentía un dolor punzante en el pecho, por lo que se acurrucó y una lágrima bajó lentamente por su mejilla.
Adamaris Campabell, sufre un accidente automovilístico, dónde su estado mental debido al golpe en la cabeza, pasa a ser el de una niña, aunque es consciente de algunas cosas, sus incoherencias avergüenzan a la familia Campabell, en especial a su padre. Quién ocultó aquella tragedia para que la empresa y la familia no se viera afectada siendo ella la heredera de la gran fortuna que dejó su difunta madre. La traición azota el corazón de Adamaris, quien al recuperar su estado mental se percata de los más vil, su hermana y ex prometido tiene un romance que ha sido aceptado por su propio padre, solamente por él beneficio social entre familias. Humillación, enojo y venganza, sentimientos que se despiertan en el corazón de la hermosa e inteligente Ada, por aquel falso amor de su prometido, por la cruel envidia de su hermana. Adamaris aprovecha la oportunidad que le ofrece la vida, cuando el destino coloca en su camino al hombre multimillonario y cruel que necesita una esposa que le dé un heredero. Adams Grey es prepotente, pero cauteloso en cada paso que da y Adamaris fue su ficha clave para contraer matrimonio y así, no permitir que su tío y primo tomarán posesión de la industria METALGREY. La cual deja grandes sumas de dinero y ha incrementado, gracias a él. Adamaris Campabell y Adams Grey se unieron por beneficio, él juró ayudarla a vengarse de los que le hicieron daño y ella, darle un heredero. Sin embargo el fingir amor complica la situación, el caos se desencadena cuando los que los rodean no quieren perder y aquel beneficio matrimonial se torna confuso y más para Adamaris. Su ex infiel la quiere recuperar ¿Será que Ada lo perdonará? ¿O Adams Grey se robó el corazón de Ada?
Lo mas importante para mi en este mundo, es salir corriendo de este pueblo donde nadie me quiere, bueno se podria decir que pocos me toleran (incluyendo mi familia) ansiaba con todo mi ser que llegara mi cumpleaños, mi transformación era loq ue mas esperaba, al menos eso era como un sueño, salir de aqui e irme a estudiar lejos era mi meta, hasta ese fatidico dia en dode el destino solo me jugo una mala pasada haciendo que mi destinado fuera nada mas y nada menos que el Alfa supremo, el alfa lider de la manada Silver, el cual sin piedad me rechazo sin importarle si moria o no
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Katie se vio obligada a casarse con Dillan, un conocido rufián. Su hermana menor se burló de ella: "No eres más que una hija adoptiva. Deberías sentirte afortunada por casarte con él". Todo el mundo preveía las tribulaciones posibles de Katie, pero su vida matrimonial se desarrolló con inesperada serenidad. Todos sus enemigos quedaron destruidos y ella incluso consiguió una lujosa mansión en una rifa. Katie saltó a los brazos de Dillan, acreditándolo como su amuleto de la suerte. "No, Katie, eres tú quien me trae toda esta suerte", replicó Dillan. Sin embargo, un fatídico día, la amiga de infancia de Dillan se le acercó y le dijo: "No eres digna de él. Toma estos 50 millones y déjalo". Katie conoció por fin la verdadera identidad de Dillan: el hombre más rico del planeta. Por eso, esa noche, temblando de miedo, ella abordó el tema del divorcio con Dillan. Pero, inesperadamente, el hombre la abrazó con fuerza y le dijo: "Te daría todo lo que tengo, excepto el divorcio".
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
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