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Una mujer con una vida simple de un dia a otro se ve envuelta en una historia difícil de procesar, cuando pierde la noción del tiempo, antes sus ojos se encuentra con una escena sangrienta, una docena de mujeres siendo atacadas por un grupo de panteras negra, al intentar ayudar, hace la distracción perfecta para que entre todas logren espantarlas, jamás imaginó que a partir de ahí su vida daría un giro de 180 grados, llevándola a vivir experiencias extraordinarias de otro mundo, sin poder volver a casa con su familia.
Era un día ordinario cuando desperté en la casona de mi padre, me duché antes de desayunar, mientras me preparaba recordé que la esposa de mi tío Alfredo me invitó a tomar el té con ella, le dejé dicho a mi Padre que estaría haya, él ya se había ido a trabajar.
Llegue a la casa de mi tío Alfredo, estaba justo a tiempo me recibió su esposa, me invitó a pasar al jardín hermoso por cierto ella vivía para ese jardín, mi tío Alberto y sus hijos, era tan feliz con tan poco o al menos eso pensaba, estaba admirado su jardín y diciendo muchos elogios sobre él, en verdad era precioso, cuando me dice que ya tiene el té listo.
Nos sentamos en una mesita de jardín mientras seguía apreciándolo tomando té de jazmín, muy refrescante teniendo una plática muy amena, de verdad disfrutaba de su compañía, mientras la escuchaba platicar pensaba que si mi madre no trabajara tanto podría disfrutar tantos momentos tan sencillos como este, sentí que llegó el tiempo de irme, me despedí de ella prometiendo volver la próxima semana.
Tan ilusa jamás pensé lo que sucedería después... Me encontraba de regreso caminando a casa por un camellón, !aún no comprendo que sucedió en ese momentos¡, solo caminaba y caminaba, recuerdo de pronto me adentré en el bosque virgen, recuerdo que las ramas de los árboles me rasgaban la piel y el vestido que llevaba, cuando menos pensé estaba sobre una vereda.
Me sentía perdida, solo escucha el caudal de un río a lo lejos, me consolaba pensar que al menos podría beber agua.
Cuando llegué escuchaba los maullido de un gato grande y voces de mujeres cuando me acerque más era unas panteras negras atacando a unas mujeres, eran de piel negras tan hermosas, nunca había visto ese tono, parecía que se habían pintado la piel, altas, esbeltas, hermosas vestían de color negro, un tono muy semejante a su piel, con adornos en color dorado hermosos, resaltaban en sus pieles oscuras, el cabello era rizado hacia arriba sus cortes eran perfecta mente redondeados, estaba observando cuando de pronto una pantera alcanza a una de las mujeres, la hala hacia el piso, entonces reaccioné, comencé a tirar piedras a los animales se asustaron un poco, entonces ellas tenían unas lanzas en las manos y comenzaron a lanzarlas cuando logran asesinar a la pantera que había tomado del brazo a una de las chicas, las toman de la orilla del río, las panteras se asustan y se van nadando para cruzar el río, ellas recogen a la mujer herida e inmediatamente intentan agradecer me, yo me acerco a ellas, reviso el brazo de la mujer, me percato que sangraba demasiado, rompo mi vestido y le intento hacer una especie de torniquete, con un lazo que tenía en mi cabello le inmovilice el brazo sobre el hombro contrario, dejo de sangrar y descanse.
Una de las mujeres me pregunto algo pero no entendí, lo que hablan, entonces quise asimilar, todo lo que está pasando es mucha información para mí pensé, comencé a tratar de saber dónde estaba, ! no sabía ¡ porque ni cómo había llegado hasta ahí, ellas me hicieron señas que las siguiera pero yo no estaba tan convencida, pero no tenía la menor idea de donde estaba, así que con las panteras que había visto creí que lo más inteligente era ir con ellas, tampoco me sentía segura de regresar estaba oscureciendo, caminé tras de ellas , de pronto llegamos era una cueva pero le entraba luz de algún lugar, seguimos caminando hasta encontrar nos con un río pequeño como si estuviera naciendo ahí me dijeron que para llegar a donde íbamos tenía que meterme ahí que la corriente era fuerte al menos eso les entendí, cuando entré el río era pequeño pero muy profundo y pensé no sé nadar ¿que voy hacer ? Y sentí algo en el agua que me jaló y empecé a dar giros y más giros sentía el agua al rededor de mi cuerpo, quería flotar pero la corriente me jalaba, en el agua sentí unas sogas y comencé a tomarme de ellas y sentía como el agua iba pendiendo furia de pronto ya estaba en la orilla , aún dentro de la cueva ya no era tan claro pero comencé a buscar a las mujeres a mi alrededor ya que ellas también habían entrando al agua, pero me desilusionó no verlas ahí, seguí caminando cuando escuché voces tras de mí y voltee cuando las miré miré en sus rostros un alivio al verme, seguimos caminando ahora solo éramos tres tranquilas y alegres de vernos me hicieron saber que las demás ya habían salido, pero se sentían asombradas de que salí antes que ellas, cuando caminábamos ya era de noche pero ellas se sabían el camino de memoria sabían donde había cada piedra yo solos hacia lo que ellas, todo se miraba oscuro hasta llegué a pensar que era ciega , a lo lejos comencé a ver fuego como en el aire y me tallaba los ojos tratando de ver más, buscaba la luz de la luna , pero no la encontré entonces pensé es un día sin luna ,una de las mujeres me tomó de una de las manos para no perderme, sentía mucha incertidumbre de estar ahí cuando llegamos me di cuenta que era un pueblo pero no tenían luz eléctrica por el fuego que tenían podíamos ver las casas llegamos a una y me hicieron esperar en la puerta de la entrada mientras que ellas hablaban con un mujer supuse que era su madre todos me veían desconcertados y yo a ellos, solo habían pasado apenas unas horas y no entendía nada de lo que sucedió.
Melissa podía tolerar ser engañada y humillada; pero si la acusaban de algo injustamente, sería una historia diferente. A los ojos de su esposo, tres años de matrimonio eran menos importantes que una simple lágrima de su amante Arielle. Y finalmente, él la abandonó sin piedad en un día lluvioso. Cinco años después, Melissa reapareció con sus adorables gemelos; esta vez, se convertió en una médica de fama mundial. Fue entonces cuando su exmarido, Everett, le pidió que ayudara a Arielle... "Abuelo, si quieres hablar con mamá, primero tienes que pasar una prueba". El hijo pequeño de Melissa, Merrick, levantó con orgullo la barbilla. "¿Abuelo?". Everett se preguntó si parecía tan viejo. "Papá, sí eres muy viejo... ", dijo Lindsey, la hermana gemela de Merrick con un puchero.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
-¡Quiero el divorcio! - me dice en un tono frío. No es la primera vez que me pide algo así; antes lo hacía a menudo. Se levantó del sofá y lo miró a los ojos. Le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación; solo asumía las cosas. Era mejor dejar todo como estaba. No pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca más. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - le preguntó, mirándolo fijamente. Por muy ilógico que pareciera, intentó aferrarse a su única esperanza. Le tiró los documentos al rostro, y ella los tomó con una sonrisa amarga. Tomó el bolígrafo de la mesa y firmó sin pensarlo ni un minuto más. Se levantó con la poca dignidad que todavía conservaba, empacó las pocas pertenencias que tenía y se marchó sin mirar atrás. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia llena de amor, intriga y mucho más. Gracias por el apoyo de antemano. No olviden dejar sus comentarios.
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