Cuenta una vieja legenda: Que de la elegida por Dios y un ángel, nació el ser más hermoso jamás visto. Sin embargo, tanta belleza solo traería desgracia a las naciones, por esto se le fue prohibido todo contacto con el mundo de los humanos. Y así fue, hasta el día en que conoció a un misterioso muchacho que la llevaría a desobedecer el mandato de Dios. Aun así, ellos no sabían de la desgracia que les asechaba, una desgracia con nombre y apellido. Save Ángel. En el momento en que el mal fue desatado el peso de encontrar una formula para salvarlo recae con sus hombros
El arroyo resonaba más que otros días, un sonido tan relajante que la hacía sentir cada vez más adormilada, sus ojos se cerraban poco a poco.
¡Save! -gritó su madre, despertándola de golpe. – Save debes ver lo que estás haciendo -le regañó.
Estoy concentrada madre -respondió tomando otra flor de la canasta. -Nos hacen falta camelias madre, voy por ellas -dijo levantándose tan rápido que no le dio tiempo a su madre de responder.
Al fin había encontrado la excusa perfecta para escapar de esa tediosa tarea. ''¡Como odio el solsticio de primavera!'' Dijo en voz alta. Su madre y ella tendrían que hacer cientos de cadenas de flores por días para recibir la primavera. Se deslizó por los arbustos para luego tomar el camino de césped que llevaba hasta el Edén. Altos árboles y hermosas flores decoraban toda la trayectoria, el aire era fresco y reparador, el cansancio había desaparecido luego de aquella pequeña caminata.
Al llegar a la gran puerta dorada la empujó suavemente y se adentró al jardín. La hermosura del escenario era abrumadora, el césped se extendía hasta donde alcanzaba la vista, los hermosos jardines de flores de todas variedades brillaban con hermosos colores, el pequeño arrollo fluía tranquilamente alrededor de la gran roca decorada con telares de lianas y moho; y en el centro de todo un flagrante árbol, de tronco dorado que se erguía en forma curva desde la raíz y luego se enderezaba hasta llegar al follaje. Aquel lugar era el favorito de Save, porque ahí se había desarrollado su leyenda favorita. La leyenda de dos personas que desobedecieron la voluntad de Dios y fueron echadas de allí por comer una manzana del árbol. Save se acercó al árbol y se trepó, recostada en una de las ramas se puso a pensar ''¿Por qué habrá comido la manzana si era prohibida? Y ¿Dónde estaban las manzanas del árbol?''
Se había perdido en sus pensamientos cuando un fuerte chirrido la devolvió a la realidad. Lo primero que pensó fue en que era su madre, la mataría por haberse quedado mucho tiempo en Edén. Asomó su cabeza entre el follaje para ver quien era el visitante. La sorpresa en su cara fue notoria cuando pudo ver quien era el intruso. Entre las flores pudo ver a un extraño ser: de piel blanca, cabello cobre y ojos esmeraldas; no parecía ser habitante del cielo, tampoco un ángel y mucho menos un demonio entonces ¿Que era? Se movió cuidadosamente entre las ramas para poder acercarse y ver mejor al extraño. Este se veía preocupado y confundido, caminaba de un lugar a otro mascullando algo que no era audible para Save.
El extraño se recostó en la base del árbol y cerró sus ojos, se había quedado dormido. Save bajó suavemente del árbol y se acercó a él, lo miró detenidamente tenía una hermosa cara, pálida y perfilada, sus largas pestañas enmarcaban perfectamente sus ojos. Save miraba maravillada aquel hermoso espectáculo, ciertamente aquella criatura era hermosa. Acercó lentamente su mano hasta la cara del extraño y la tocó suavemente con la yema de sus dedos, la piel de la criatura era suave y delicada, recorrió toda la cara hasta llegar a sus labios. Tenían un tenue color rosa, los recorrió suavemente; un quejido por parte del extraño la despertó de su trance. En un rápido movimiento se trepó nuevamente al árbol y se escondió entre las hojas.
El extraño abrió sus ojos y se levantó, miró alrededor por unos segundos y luego procedió a irse. Ya Save había perdido de vista al extraño, sin embargo, ella seguía escondida entre las hojas del gran árbol, una mezcla de emociones la invadía; no entendía por qué sentía un extraño malestar en el estomago o por qué su rostro ardía, ni tampoco el por qué su corazón latía tan desesperadamente.
Esa noche cuando los relámpagos y furiosa lluvia la criatura ya estaba lista no esperaría mas, pues Emely había sido su presa ms difícil. Por otro Emely ya estaba harta, asustada, congelándose; esas noches de desvelo ya hecho estragos en su rostro y mente: sus hermosos ojos esmeraldas estaban cubiertos de ojeras, el color de su piel había cambiado de un resplandeciente moreno a un color pálido, sus cabellos azabache empezaban a caerse por el estrés, no podía pensar con claridad y le costaba pronunciar palabra. No fue hasta después de esa fría noche que sus padres se dieran cuenta de su estado, esa fría noche era el fin de todo.
Quien diría que los amores prohibidos son los mejores, que desear a la persona que no debías se volvería una obsesión. Hay un secreto que he descubierto y prometo que aprovechare este secreto al máximo a mi favor, solo espero que las cosas no se me salgan de las manos y termine enamorándome.
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
Mi nombre es Alicia, y solo tres palabras han podido definirme durante toda mi vida: adicta al placer. Sí, soy una jodida ninfómana y no temo a decirlo. He vivido cientos de aventuras y he cumplido todas y cada una de mis fantasías más retorcidas, esas que nadie se atrevería a contar en voz alta. Nadie excepto yo. ¿Te atreves a descubrirlas? Eso sí, te advierto que necesitarás dos cosas: lo primero, una mente muy abierta y, lo segundo, un par de bragas limpias...
Todo el mundo esperaba con impaciencia que Rhett se divorciara de Jillian para poder estar con su amor de la infancia. Pero cuando él por fin convocó una rueda de prensa, no fue para anunciar su divorcio, sino para presentar con orgullo al público a su hijo recién nacido. "Ha habido rumores de que mi mujer y yo nos estamos separando. Estoy aquí para aclarar las cosas de una vez por todas. Estamos felices y enamorados, y recientemente hemos sido bendecidos con nuestro angelito".
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...