/0/5976/coverbig.jpg?v=28a5a10981c287a343ecfc48a17fba03)
Dicen que la venganza no lleva a ningún lado, ni trae paz como pensamos. Ángeles no piensa lo mismo. Después de que asesinaran a su hermano, sólo tiene sed, sed de venganza. Y no se detendrá hasta conseguirlo. ¿O sí? Sin saber que muchas cosas más le esperan en el camino... ¿Logrará su objetivo? ¿O morirá en el intento?
Grandes gotas de lluvia caen y chocan contra la ventana de mi habitación. Siempre que llueve, me quedo viendo fascinada en como el agua cae sobre la ventana y se escurren las gotas creando competencias entre ellas mismas, o así lo veo yo.
Muy pocas veces gano, siempre escojo mal.
-¿Sigues viendo cómo llueve? -preguntan a mi espalda, y no me hace falta girar para saber quién es.
-Me gusta la lluvia, me siento relajada al ver caer las gotas sin miedo a nada, sólo se estrellan y se escurren.
Camina hacia a mí, hasta sentarse a mi lado.
-Nunca entenderé tú fascinación por esto. -señala hacia la ventana y se ríe, mostrando su perfecta dentadura.
-Ojalá los humanos fuéramos como la lluvia. -suspiro.
-¿Cómo así? -pregunta, confundido.
-La lluvia cae sin miedo a estrellarse con nada, y al hacerlo se escurre, no deja marca, se seca, y desaparece como si nunca hubiera estado ahí.
Centra su mirada en mí.
-¿Me estás diciendo que te gustaría ser como la lluvia, para estrellarte y desaparecer?
-No. -respondo- lo digo porqué me gustaría pensar menos las cosas y actuar de una vez, sin miedo a estrellarme.
Se queda meditando la respuesta unos segundos.
-¿Lo dices por él? ¿No es así? -pregunta, aunque ya sabe la respuesta.
-Sí. -respondo con un poco de tristeza en mi voz.
-Entonces, sé cómo la lluvia, deja de pensar tanto y actúa, cae, si él te hace feliz, ¿Qué esperas? La vida es muy corta para estar pensando mucho las cosas, arriésgate por lo que realmente te hace feliz, Ángeles.
-Tengo miedo... -susurro.
Se gira hacia a mí, y me agarra el mentón para que lo mire a esos ojos cafés.
-Tener miedo es algo que cualquier ser humano experimenta, pero solo él que es inteligente sabe afrontarlo. Tú eres muy inteligente, y sé que sabrás lidiar con ello, -hace una pausa,- ya queda en ti sí enfrentarlo, o huir.
-¿Y si me estrello? -ese es mi miedo, a lastimarme.
-Sólo te escurrirás como las gotas de la lluvia, y al superarlo, te secarás para volver a caer.
Lo miro confundida.
-Es un ciclo, Ángeles.
No sé de qué habla.
-Te explico, -continua,- cuando la lluvia cae, las gotas no desaparecen porque sí, el sol las evapora haciendo que suban y se condensan en forma de nubes. Por eso te digo que es un ciclo, la vida es así, tienes dos opciones: seguir con miedo dejando que te supere y no arriesgarte o, superarlo e ir con todas tus fuerzas por lo que realmente quieres y te hace feliz.
No lo había visto de esa forma.
-¿Y si me arriesgo y pierdo?
-¿Y si te arriesgas y ganas?
-No lo sé...-contesto, insegura.
-Es compresible que tengas miedo, pero no por eso te dejarás ganar por él, ¿De acuerdo? -asiento- y si todo no resulta, aquí estará tú hermano para ti cuando lo necesites.
-Tienes razón, como siempre. Gracias por siempre estar. -lo abrazo, no sé qué haría sin él, es la persona que me ha aguantando desde que nací y me conoce mejor que nadie.
-Siempre estaré para ti, y ya deja de pensar tanto las cosas porqué se te quemarán las neuronas. -bromea.
-Idiota. -le sonrío y le doy un golpe en el hombro.
-¡Ey! -protesta.
-Te quiero, idiota.
-Y yo a ti, princesa. -me vuelve a abrazar- y si ese imbécil te llega a romper el corazón, se las verá conmigo, ya es mucho que lo deje estar con mi pequeña hermanita.
Se me sale una sonrisa, -eres el mejor hermano del mundo, no sé qué haría sin ti.
-Eres lo más importante de mi vida, tengo que protegerte, mi pequeña traviesa.
No digo nada, y lo abrazo más fuerte, si fuera por mí, me quedaría así siempre. Sólo mi hermano y yo, él que me protege, me consiente, y está para mi cuando lo necesito, pase lo que pase.
Ojalá el tiempo se hubiera detenido justo ahí, en ese momento.
Pero no fue así.
Porque días después, ya estaba muerto.
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.